Buenos días, comenzamos la entrevista para el puesto, pase a nuestra cocina. ¿Te imaginas esta situación? En este contexto se produce lo que se conoce como el test del café, un nuevo proceso de selección que trae consigo una explicación. Descafeinado, con leche o manchada, prepara tu café y sigue leyendo todo sobre esta revolución en recursos humanos que endulza las entrevistas de trabajo sin necesidad de azucarillos.
Test del café: ¿En qué consiste?
Las frías y clásicas entrevistas de trabajo tienen los días contados, por otras técnicas más cálidas y no por la temperatura del café. El test del café es la nueva práctica en los procesos de selección en la que el empleador y el candidato al puesto de trabajo disfrutan de un café juntos en la cocina de la oficina.
Hasta aquí todo bien, la prueba realmente comienza cuando el café acaba, paradójicamente. La labor de investigación del entrevistador se centrará en el comportamiento del entrevistado a continuación.
¿Limpia la taza cuando acaba? ¿Recoge la cocina o la deja sucia? La respuesta a ambas preguntas puede decantar al candidato entre la contratación o convertirse en un candidato más que ha sido rechazado.
Aunque pudiera parecer frívolo, el test del café sirve para detectar en el nuevo talento de la empresa otras habilidades, capacidades, características que sirvan para captar aprendizajes que diferencian a los candidatos. También se conoce con el test del café si la cultura de trabajo de la empresa y el futuro empleado encajan.
La cerveza: sorprendente origen del test del café
El test de café ya parece bastante revolucionario para los procesos de selección en las empresas, pero ¿Y si en vez de café se bebiese cerveza?
Los orígenes del test de café se remontan a la prueba de la cerveza de Steve Jobs. En palabras del cofundador de Apple: “Cuando decido contratar o no, siempre me pregunto si me tomaría una cerveza con esta persona y si me gusta su compañía”
El objetivo de esta prueba es sacar de la zona de confort a los candidatos y ver como se desenvuelven en un ambiente más distendido para detectar si encaja con los valores de la empresa.
El detector de candidatos "descafeinados"
Los reclutadores a la hora de practicar este proceso de selección son conscientes de que, sin embargo, el café no es el protagonista. En este sentido, además de lo que acontece después del café, durante este ambiente distendido, están pendientes a las señales que los candidatos envían a través de gestos y de su lenguaje no verbal.
¿El candidato ha mentido en su currículo? ¿Exagera sus habilidades?
Los especialistas en selección de candidatos conocen algunos detalles que delatan a los candidatos más descafeinados para el puesto de trabajo.
Lo malo si breve dos veces malo
Al contrario que el refrán que dice: lo bueno si breve dos veces bueno, en los procesos de selección que emplean la técnica del test del café, las repuestas breves y cortantes, son signo de que el candidato no es del todo sincero.
La diferencia entre la timidez o la respuesta escueta que oculta algo está en que, la persona deseosa de conseguir el puesto de trabajo no trata de esquivar las preguntas y trata de dar todo tipo de detalles sobre su experiencia, estudios y habilidades.
Currículo presentado vs Currículo real
En ocasiones, existe disparidad entre el currículo que las empresas tienen del candidato y las competencias que demuestra la persona. El entrevistador aquí deberá hacer las preguntas adecuadas para contrastar la realidad con la información aportada por el candidato.
También, el entrevistador podrá, de forma previa, hacer una labor de investigación contrastando las referencias que el candidato aporta para ver si son reales o no.
El lenguaje corporal del candidato
Los procesos de selección son una fuente de nervios para los candidatos. Ahora bien, existen gestos que delatan lo que el candidato puede estar diciendo sin emplear palabras.
No mantener el contacto visual con el entrevistador, el exceso de sudor o el movimiento constante de manos o piernas son detalles para observar. Siempre y cuando se analicen en un contexto concreto y en conjunto con otras señales pueden extraerse conclusiones importantes para saber si encaja o no con la empresa.
El test del café no es el único
¿Imaginas fingir un mareo? ¿Encontrar la llave oculta? ¿Cocinar un menú? ¿O responder a preguntas surrealistas?
No, el test del café no es el único proceso de selección de candidatos que escapa de lo común. Grandes compañías como Heineken o Google apuestan por este tipo de metodologías, entre las que destacan las siguientes.
Una entrevista mano a mano
La empresa Heineken en sus procesos de selección apostó por una técnica que no dejó indiferente a ninguno de los candidatos.
En primer lugar, los reclutadores observaron la reacción de los candidatos cuando el entrevistador los acompañaba agarrados de la mano a la correspondiente sala. Con este gesto, se trataba de comprobar cuál era el comportamiento de los candidatos ante una situación imprevista.
En segundo lugar, y no menos sorprendente, el entrevistador fingía sufrir un mareo en plena entrevista. Aquí, se evaluaba, una vez más, la reacción de los entrevistados ante esta situación adversa.
Y, por último, se sometía a los candidatos a una prueba en la que, debían responder ante una situación también estresante.
De esta forma, la cerveza verde se aseguraba contar con candidatos que supieran hacer frente a situaciones en las que se trabajaba bajo presión.
La clave oculta
Perseverancia, ingenuidad, ambición y brillantez eran las características que la compañía británica Dyson buscaba a la hora de captar talento.
Los candidatos que optaban a un puesto en esta empresa de electrodomésticos debían mostrar todo su potencial para que se le abriesen las puertas a esta compañía. Para ello, Max Conze, su CEO diseñó cuatro pruebas para elegir al candidato perfecto. La primera de ellas consistía en encontrar una clave oculta en un vídeo. En palabras de Max: “necesitamos personas que actúen de forma inteligente”.
Menú: entrevista a candidato que sepa cocinar
Como si de un reality se tratase el Hotel MGM Grand Las Vegas organizó un proceso de selección para elegir un nuevo jefe de cocina basado en Iron Chef, un programa estadounidense de cocina.
La prueba consistía en crear un menú de cuatro platos por parte de cada uno de los 16 equipos (uno por cada restaurante con los que cuenta la compañía) donde se debería incluir un ingrediente seleccionado de forma aleatoria.
El proceso trataba de encontrar al candidato que demostrarse ser mas polivalente y creativo con los fuegos.
Preguntas a otro nivel de Google
Una persona empequeñece hasta alcanzar el tamaño de una moneda y de repente lo arrojan a una batidora. La masa se reduce, pero la densidad se mantiene. Las aspas de la batidora se moverán en 60 segundos ¿Qué haces?
Esta situación es la que Google propuso en un proceso de selección a los candidatos.
La respuesta: los músculos no pierden fuerza a causa de la densidad, por lo que, se podrá saltar y evitar los cortes de las cuchillas aún con ese tamaño.
Alguien empujó su coche a un hotel y perdió su fortuna ¿Qué hacía?
Esta es otra de las preguntas que la compañía utilizó para encontrar el perfil que les interesaba: una persona preocupada por los aspectos lúdicos de la vida. La respuesta al acertijo, insólita: “jugar al Monopoly”.
Finalmente, el test del café no es el único proceso original empleado por las empresas. Y es que, hay una clara tendencia por encontrar candidatos que más allá de sus competencias profesionales dominan otras habilidades. Es decir, junto con estas deben reunir aprendizajes que pueden tener la misma importancia para salvaguardar los valores y la cultura empresarial.