Sherlock Homes vs Humint, ¿quién será nuestro mejor detective?

¿Qué es humint?

También llamado como Inteligencia de Fuentes Humanas, es uno de los métodos de obtención de información más clásicos históricamente. Se basa en recabar toda la información posible a través de las fuentes humanas. Humint abarca un gran número de formas de reunir datos que no siempre tienen que ser mediante el espionaje.

La principal forma de llevarse a cabo es mediante la fuente humana, por ello, conlleva un gran abanico de técnicas para poder realizarlas. Las personas somos un cúmulo de interacciones verbales o no verbales que le ofrecen a la otra persona una gran variedad de datos, ya sea de nuestro estado anímico o para revelar nuestro secreto más preciado. El factor clave será el contacto directo.

Esta disciplina puede ir acompañada por otros tipos como puede ser:

• OSINT, o también traducido como “Open Source Intelligence”. Es la técnica de recopilación de información mediante fuentes de carácter público. Osint es famoso por ser muy usado en el ámbito de la ciberseguridad, aunque también se emplea con fines policiales, marketing o militares. Algunas de ellas pueden ser desde revistas, periódicos o blogs hasta las redes sociales.
• SOCMINT o “Social Media Intelligence”. La herramienta por excelencia de la última generación. Las redes sociales son nuestro peor y mejor amigo. Es una acumulación de información a nivel extremo, mucha cantidad y a gran velocidad constantemente.
• Ingeniería social, es el método más “sucio” de obtener información. La finalidad del mismo es recabar información mediante la manipulación y el engaño. Un ejemplo claro son los ciberataques.

Si nuestro objetivo es recopilar información, ¿por qué no usar varias disciplinas a la vez? Como decía nuestro detective más épico, Sherlock: “No existe una combinación de sucesos que la inteligencia de un hombre no sea capaz de explicar” Así que, ¡sin piedad!

¿Qué fuentes Humint podemos encontrar?

Un aspecto clave es conocer en qué circunstancias y cómo se obtienen la información. Por lo que las fuentes humanas, aunque se adapten a las situaciones específicas, se pueden clasificar en dos grupos:

• Ser consciente de que te estás dando información o no ser conscientes de ello. Parece el punto más sencillo, pero vamos a poner ejemplos: no es lo mismo estar en una entrevista (eres consciente de toda la información que estás dando) que estar siendo vigilado (mientras observan todos tus pasos sin percatarte de ello).
• El trato a la fuente humana. Que se puede clasificar en dos formas: por un lado, estaría mediante la influencia y la persuasión. Está forma hace participe del acontecimiento y les mantienen al tanto del objetivo por el que están dando información. Por otro lado está mediante la manipulación. Es todo lo contrario a ser transparente con la fuente humana. Se puede aplicar métodos de engaño y hasta coercitivos con tal de cumplir el objetivo.

Se puede observar claramente que, en el caso de usar un método consciente y mediante la influencia y persuasión, mantendremos una relación fluida y duradera con la otra persona. Entablando hasta una relación de confianza.

Mientras si no hacemos conscientes a la fuente humana de nuestro fin y lo hacemos de forma falsa y con métodos manipuladores, la relación será muy corta y de total desconfianza.

MICE o tipos de motivaciones esenciales del ser humano

No vamos a meternos en el campo de la psicología conductual ni mucho menos debatir las motivaciones por las que el ser humano puede llegar a realizar actos por la influencia de los mismos. Pero el sistema MICE, aunque haya sufrido mil transformaciones, sigue uniendo las 4 causas por las que llegaríamos a esta situación.

1. M oney, money. Inevitablemente (por mucho que nos indigne) el dinero es una de las mayores motivaciones del ser humano. A veces es cuestión del momento adecuado y la cantidad para que nos replantemos que información dar.
2. I deología. Los ideales han sido una parte muy poderosa del ser humano. Hasta tal punto de haber marcado acontecimientos históricos por este motivo.
3. C ompromiso. Hace referencia a las situaciones en las que a la fuente humana le conviene colaborar. Ya sea mediante chantaje (la fuente quiere colaborar a cambio de silencio) o el sentimiento de superioridad de la fuente. Es decir, dejar que la fuente piense que es superior intelectualmente y aprovechar esta vanidad para obtener información.
4. E go. Las emociones son otra de las motivaciones más fuertes. El deseo, el amor o el sexo son algunos de los ejemplos que pueden llevar a realizar cualquier acción. Sin importar los riesgos que puedan correrse. Cleopatra y Marco Antonio podría ser un acontecimiento basado totalmente en la realidad.

¿Qué debe tener un buen Sherlock?

Un buen agente humint está preparado para recabar información de cualquier persona, lugar o pista que pueda ayudarle con su objetivo. Por lo que, algunas de las características clave que debe tener un buen agente son:

• Capacidad de adaptación. Puede ser una de las más importantes si queremos los mejores resultados. El poder de no ser descubierto y camuflarse en todas las situaciones que puedan darse.
• Don de gentes. Puede ir unido a la capacidad de adaptarse, ya que saber relacionarse de manera efectiva puede facilitar mucho la recopilación de información.
• Ser paciente. La paciencia ayudará a conseguir una buena relación con la fuente hasta el punto de que se encuentre cómodo con la situación.
• Lenguaje no verbal. Somos un libro abierto y muchas veces expresamos más de lo que podemos decir. Es una forma de detectar que la persona está agusto o para identificar las señales de peligro y cambiar de estrategia. Analiza bien a la otra persona, a veces es cuestión de observar bien.

Cuando pensamos en técnicas humint, lo primero que se nos pasa por la cabeza es la típica escena de películas de la CIA. En ella aparecen dos personas en una habitación inhóspita con una mesa negra en medio de ambas y una conversación poco acogedora.

La realidad es que las actividades humint se utilizan más de lo que pensamos en el ámbito empresarial. Sin ir más lejos en una entrevista laboral, en reuniones de negociación, entre otras.

Lo que sí debemos de tener muy claro es ser consciente de las situaciones que vivimos y por supuesto, intentar ser más listo que el otro. O al menos que no nos descubran.