A la hora de la elección de un trabajo, uno de los elementos que más está tomando valor en los últimos años es la retribución emocional.
Tradicionalmente, el tiempo de las personas ha sido cambiado por trabajo para recibir una compensación monetaria y poder cambiar este dinero por cosas.
Por lo tanto, el trabajo era un medio de obtener esos recursos en forma de dinero que nos daban la oportunidad de poseer una casa, ropa o el alimento para sustentarnos día a día.
En principio, este tiempo de nuestra vida ha sido cambiado por dinero para cubrir necesidades básicas. Una vez que estas necesidades básicas estaban cubiertas, los trabajadores empezaron a luchar por sus derechos y conseguir condiciones más beneficiosas.
Hoy en día, han crecido en valor aspectos que hace 100 años ni por asomo se habrían tenido en cuenta a la hora de aceptar un empleo.
Estos aspectos forman parte de la retribución y el salario emocional como formas no monetarias de compensación y satisfacción que los empleados obtienen en sus trabajos.
Estas formas de compensación no están relacionadas con el salario o la remuneración económica, sino que se centran en aspectos emocionales, psicológicos y personales del trabajo.
A continuación, vamos a ver de qué se trata el salario emocional y los beneficios que aporta, también veremos algunos ejemplos.
Entendiendo en qué consiste el salario emocional
El salario emocional son los beneficios y recompensas no financieras que los empleados reciben como resultado de su trabajo. Estos beneficios pueden variar según la empresa y la cultura organizacional, aunque de forma generalizada son:
- Equilibrio entre trabajo y vida personal: Ofrecer flexibilidad en horarios, teletrabajo o días libres adicionales para que los empleados puedan equilibrar sus responsabilidades laborales y personales.
- Oportunidades de desarrollo profesional: Ofrecer formación y oportunidades de crecimiento dentro de la organización.
- Reconocimiento y aprecio: Reconocer y recompensar el desempeño, ya sea a través de elogios, premios, o programas de reconocimiento.
- Cultura organizacional positiva: Fomentar un entorno de trabajo amigable, colaborativo y positivo que promueva la satisfacción y el bienestar de los empleados.
- Beneficios adicionales: Ofrecer beneficios como seguros médicos, días de vacaciones adicionales, servicios de guardería, entre otros.
Beneficios del salario emocional
El salario emocional tiene repercusiones muy positivas tanto para empresas como para empleados.
Los empleados, con el salario emocional, perciben que además de en lo económico, también se tienen en cuenta sus necesidades personales. Esto ayudará a que se produzca una mayor motivación y compromiso con la empresa, lo que repercutirá directamente en la productividad.
Para las empresas es una gran estrategia para atraer y retener el mejor talento, además de tener a sus empleados más comprometidos con los objetivos estratégicos.
Algunos de estos beneficios serían:
- Mayor satisfacción en el trabajo: Los empleados que reciben un salario emocional adecuado suelen estar más satisfechos con su trabajo lo que mejora la moral de la empresa y la retención de empleados.
- Fidelidad y lealtad del empleado: Los empleados que se sienten valorados emocionalmente tienden a ser más leales y comprometidos con la organización.
- Mejora en el rendimiento: Los empleados que se sienten emocionalmente comprometidos suelen ser más productivos y comprometidos con su trabajo.
- Reducción del estrés y la rotación de empleados: Al proporcionar un entorno de trabajo más saludable y apoyo emocional, el salario emocional puede ayudar a reducir el estrés de los empleados y disminuir la rotación de empleados.
- Mejor equilibrio entre trabajo y vida: Los programas de salario emocional, como horarios flexibles, días libres adicionales o trabajo desde casa ayudan a equilibrar mejor la vida laboral y personal.
Ejemplos de salario emocional
Según lo visto anteriormente, algunos ejemplos de salario emocional serían:
- Flexibilidad de horarios y ubicación.
- Desarrollo profesional y oportunidades de crecimiento.
- Reconocimiento y aprecio.
- Días libres adicionales y vacaciones extendidas.
- Programas de bienestar y salud.
- Cuidado de niños o guarderías.
- Ambiente de trabajo positivo.
- Participación en decisiones.
- Celebraciones y eventos de empresa.
Por lo tanto, el salario emocional, con sus beneficios intangibles y su impacto en la satisfacción y el bienestar de los empleados, no solo es un aspecto fundamental en la relación empleado-empleador, sino que también tiene repercusiones profundas en la vida de las personas y en el éxito de las organizaciones. En última instancia, el salario emocional no solo se traduce en empleados más felices, sino que también conlleva una serie de efectos positivos que repercuten en el bienestar y el rendimiento general.