La relación entre trabajo y tecnología ha evolucionado en los últimos años llegando a una transformación profunda. Han surgido nuevas formas de productividad gracias al acceso permanente a dispositivos digitales, aunque se ha desdibujado la frontera entre la jornada laboral y el tiempo libre. Paralelamente a esto, surge un debate sobre la necesidad de establecer límites para permitir el derecho a la desconexión digital al finalizar la jornada laboral y no caer en la saturación digital. No solo es un derecho, es encontrar el equilibrio entre la vida personal y profesional.
El aumento de dispositivos tecnológicos conlleva más fatiga informática
A finales del 2018, se reconoció por primera vez el término fatiga informática en la normativa española. Este concepto surge por la falta de desconexión o la superación del tiempo conectado digitalmente. Nace como una realidad ya presente ante el riesgo emergente en el actual contexto laboral. A medida que avanza la hiperconectividad, es necesario garantizar el derecho a la desconexión digital para proteger el descanso y la salud mental de los empleados. Sin embargo, actualmente muchas empresas siguen abusando de prolongar la jornada laboral, haciendo uso excesivo de los dispositivos tecnológicos con finalidad laboral. Esto está provocando problemas psicosociales y físicos entre la población trabajadora.
La Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD) de 2018 exige el cumplimiento de las empresas en crear una política interna para aclarar cómo se ejerce el derecho a la desconexión digital. Una política que fije los límites y condiciones para conectarse fuera del horario laboral. Implantar estas políticas contribuye a tener un entorno laboral más saludable y sostenible. Así, se reducirían problemas como la fatiga informática, el síndrome del burnout o el agotamiento mental.
La salud mental en el ámbito laboral digital
A partir de la resolución del Parlamento Europeo, de 5 de julio de 2022, sobre la salud mental en el mundo laboral digital, se marcó un punto de inflexión en materia de los riesgos emergentes respecto a la salud mental de las personas trabajadoras. Se ha comenzado a prestar la necesaria atención en este aspecto debido a los cambios profundos de la incorporación de las nuevas tecnologías digitales al entorno laboral. Por tanto, convirtiéndose este panorama causante de un sinfín de frecuentes problemas en la salud mental de los trabajadores.
Con esta resolución, la Unión Europea pretende que los países miembros comiencen a tomar las medidas preventivas necesarias para impedir el abuso de conexión fuera de la jornada laboral y asegurar el derecho a la desconexión digital. Esta serie de medidas se engloban bajo una estrategia de salud mental. Esta configura las buenas prácticas que deben hacer las empresas con el uso de herramientas digitales y así evitar el riesgo de padecer fatiga informática.
¿Qué medidas pueden aplicar las empresas para prevenir la fatiga informática o digital?
La primera acción que deben tomar es desarrollar una serie de acciones de formación y de sensibilización. Además, deberían incluir el riesgo de fatiga informática dentro de la prevención de los riesgos laborales. Las empresas deben implantar medidas que favorezcan y garanticen el derecho a la desconexión digital para evitar la fatiga entre sus trabajadores.
El derecho a la desconexión digital, ¿será posible?
El Ministerio de Trabajo, unido a los sindicatos CCOO y UGT, ve fundamental incluir el derecho a la desconexión digital en el contexto de la jornada laboral. De esta manera, lo que se quiere aplicar es que cualquier tiempo dedicado al trabajo fuera de la jornada laboral, se cuente como tal y sea registrado. Así se protegería los derechos de los trabajadores y se fomentaría un equilibrio justo entre la vida laboral y personal.
Uno de los obstáculos para aplicar políticas por el derecho a la desconexión digital es la falta de un registro público para verificar el registro del número de empresas que han implantado esta medida. Representaría el tener un seguimiento y control de este cumplimiento. No se contempla en la LOPD ninguna infracción por no implantar estas medidas o políticas, ni está establecido ningún régimen sancionador para ello.
Una medida estricta y real
El Ministerio de Trabajo está en proceso de incluir en la nueva normativa laboral, de manera explícita a las empresas, la obligación de respetar, cumplir y garantizar el derecho a la desconexión digital. Plantean que el trabajador no pueda renunciar a la desconexión digital por convenio o contrato. Por tanto, las empresas tendrán que respetar este derecho y cumplirlo. La norma preparada por el Ministerio de Trabajo aclara que no habrá consecuencias negativas para el trabajador, pero sí planea sanciones para las empresas que no lo cumplan.
Los trabajadores tienen el derecho de no responder fuera de su jornada laboral. Pero la reforma pretende ser aún más estricta en situaciones urgentes, las cuales tienen que estar fijadas en los convenios colectivos y pactadas con los representantes de los empleados. El derecho a la desconexión digital asegura el equilibrio justo e igualitario entre la vida personal y laboral. Esta medida tiene como finalidad evitar que sea algo teórico que se quede en el papel, y pasar a ser una realidad para el bienestar de los trabajadores.
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