Tu mayor debilidad decisiva en una entrevista de trabajo
Noemí Rojas Bonachera
En toda entrevista de trabajo vas a tener que enfrentarte con una de las preguntas más temidas: ¿Cuáles son tus defectos? ¿En qué crees que debes mejorar? ¿Cuál es tu mayor debilidad? No solo es la que más inquieta a los candidatos, sino también de la que esperan una mejor argumentación los seleccionadores. Es una de las más difíciles de responder principalmente por dos motivos: los candidatos no la suelen preparar y es muy fácil equivocarse.
¿Qué no decir de tus debilidades en una entrevista de trabajo?
Por supuesto una sola pregunta no va a cambiar la decisión final del seleccionador en la entrevista de trabajo, ya que esta va a venir desembocada por todo el proceso de selección en sí. Pero si es cierto que este tipo de preguntas son en las que más se puede destacar. ¿Por qué? Porque los candidatos tienden a actuar principalmente con tres estilos:
- Dar una respuesta basura. Prepararse literalmente lo que decir de forma que se use para mostrar una gran virtud en lugar de un defecto. Ejemplo de esto es: “Soy demasiado exigente conmigo mismo, soy muy maniático con el orden y la planificación”.
- Mostrar defectos muy perjudiciales. No es bueno mentir pero hay que tener cuidado hasta qué punto se lleva a cabo la sinceridad tanto por decir demasiadas carencias como porque estas sean primordiales para el puesto de trabajo al que se está accediendo. Algunos ejemplos serían: “Me agobio con facilidad, me pongo nervioso cuando tengo que tratar con el cliente, no soy nada organizado, me distraigo demasiado”.
- El no auto-conocimiento. Ante esta pregunta quedarse callado o remitir que no sabrías decir un defecto tuyo son muestra de no conocerse a uno mismo o, peor aún, de no reconocer tus fallos.
Por esta razón es muy valorado entre los seleccionadores aquel candidato que desarrolla una respuesta consolidada y personal.
Entonces... ¿Qué si debo decir?
Dicho esto, ¿qué respuesta es la correcta? Pues bien, así como tal no existe pero si podemos dar la más apropiada para lo que debemos tener en cuenta estas dos premisas:
- Mostrar una debilidad de forma sincera pero que no afecte significativamente al desarrollo del trabajo al que se opta, es decir, que no sea demasiado grave. No se debe tener una respuesta comodín para todas las entrevistas a las que se acuda, sino que habrá que prepararla dependiendo de los requerimientos de cada puesto.
- Tras presentar la debilidad, esta debe ir acompaña de la forma en la que se está intentando paliar. Esto mostrará a un candidato que sabe de lo que carece pero se esfuerza por mejorarlo.
Recomendaciones para contestar a este tipos de preguntas en una entrevista de trabajo
- Se debe preparar previamente teniendo una idea central de lo que se quiere decir y trasmitir.
- Rehuir de un lenguaje corporal forzado como cruce de brazos, resoplidos u mirar hacia otro lado.
- No decir más de 3
- Evitar exponer tus defectos con resignación.
- No obvies tus defectos, pues ya ello es una gran debilidad, el no conocerse y no saber en qué cosas puedes mejorar.
Lo más complicado una vez ya se tiene claro lo que se quiere expresar, es saber cómo hacerlo. Para ello os describo unos pasos básicos a la hora de afrontar esta pregunta:
- Hablar de las debilidades en tiempo pasado.
- Exponer cómo se han aceptado e identificado.
- Explicar qué estamos haciendo para superarlas.
- Qué resultados de mejora se han concluido.
- Cómo está aún en nosotros pero de forma controlada.
No hay respuesta correcta pero es una buena idea el aceptar y reconocer las carencias mostrando así mismo el esfuerzo en mejorarlo que se está realizando.
Ante preguntas difíciles tened muy en cuenta esto:
Reaccionar, pensad que los responsables de selección quieren ver cómo reacciona el candidato más que la respuesta concreta que da para analizar cómo se desenvuelve la persona en una situación que pueda resultarle difícil.
“No te preocupes por los fracasos, preocúpate por las posibilidades que pierdes cuando ni siquiera lo intentas” – Jack Canfield