Desgraciadamente la violencia de género es una lacra que inunda nuestra sociedad en la actualidad. Habitualmente este comportamiento delictivo se produce entre las parejas, aunque miserablemente está siendo expandida a otros miembros: los hijos. Este tipo de violencia de género se conoce como violencia vicaria.
¿Qué es la Violencia Vicaria?
La violencia vicaria tiene como objetivo dañar a la pareja a través del maltrato físico o psicológico de sus hijos. En otras palabras, el maltratador infringe un maltrato a la víctima de forma indirecta o sustitutiva, a través del daño físico o psicológico o la intimidación a sus hijos.
El maltratador con la violencia vicaria lo que pretende es tener el control absoluto en la pareja que sufrirá el maltrato psicológico mediante la coacción utilizando a sus seres queridos. Además, la víctima puede aguantar el maltrato con la intención de proteger a sus hijos de las garras del maltratador que los utiliza de forma indirecta contra la víctima.
Este tipo de maltrato se puede extender a otros seres queridos o incluso animales con el objetivo de hacer sufrir a la víctima. Las consecuencias de la violencia vicaria pueden ser de diversa índole, desde la privación de necesidades básicas, el maltrato físico o psicológico, abusos sexuales y por último el asesinato. La denuncia de estos casos será el instrumento que permita acabar con esta lacra social que involucra a las víctimas y sus familias.
¿Cómo identificar la Violencia Vicaria?
También conocida como violencia por sustitución, este tipo de violencia de género guarda unas características que se requieren conocer para llevar a cabo una labor preventiva que sea efectiva.
Causar un daño irreparable a la víctima
El maltratador al infringir un daño físico o psicológico en los seres queridos de la víctima está a su vez, causando un daño indirecto irreparable. Puede comenzar con no devolver la custodia de los hijos y puede tener como consecuencias más desastrosas la muerte de los hijos o los familiares de la víctima.
Utilizar a los hijos para dañar a la víctima
Además de la víctima, son también dañados de forma colateral a los hijos que son utilizados como instrumento para maltratarla. Estos niños tendrán unas secuelas físicas o psicológicas o ambas que pueden marcarles toda la vida. También mediante el daño a los hijos, el maltratador aprovecha para evitar que la víctima se aleje por temor a lo que pueda pasarles.
Los patrones estructurales
Algunas personas creen que los hijos son de su propiedad o que se han obtenido por su ayuda inestimable y se creen con propiedad para chantajear con ellos. Para los maltratadores los hijos son considerados un objeto de deseo por lo que en muchas ocasiones son víctimas de abusos de tipo sexual.
Ejemplos de violencia vicaria
La violencia vicaria se manifiesta de muy diversas formas entre las que destacan las siguientes:
• Obligar a que menores presencien actos de agresión física o psicológica.
• Abuso sexual de menores.
• Privar a los menores de necesidades básicas como la alimentación.
• Infringir daño en hijos, seres queridos o incluso en mascotas.
• Ridiculizar y desprestigiar a la pareja publicando anuncios eróticos utilizando su nombre.
• Bañar con ácido el rostro de la pareja, o de alguno de sus familiares o entorno cercano.
• Amenazas con agredir física o sexualmente a sus familiares.
• Destrozar objetos de valor sentimental a la pareja.
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¿Cómo acabar con la violencia vicaria?
Nos encontramos ante una lacra social en la que se requiere de un compromiso firme por parte de las instituciones y de la sociedad en su conjunto.
A través de labores de prevención y concienciación sobre el maltrato, las futuras generaciones comenzarán a tomar una actitud de respeto hacia su pareja. La construcción de sociedades formadas en valores y con la igualdad como pieza angular de la educación es vital para acabar con este problema social.
La detección de indicios que manifiesten la posibilidad de que se produzcan hechos de violencia vicaria, debe de servir de guía para mantener a la sociedad en alerta ante cualquier caso de maltrato. La denuncia debe ser el arma arrojadiza contra aquellos que quieren empañar una sociedad justa y libre de violencia de género.
Datos sobre la Violencia Vicaria que asustan
Recientemente, el Ministerio de Igualdad tasó en siete el número de menores que murieron en 2021 como consecuencia de la violencia vicaria. Un dato más que preocupante si tenemos en cuenta que 4 de ellos pusieron denuncia previa contra el maltratador y que el número de llamadas a los servicios a la violencia machista ascendió a más de 87.300.
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