Antes de entrar a hablar de la vivienda tutelada hay que hablar de las personas con discapacidad.
El Real Decreto Legislativo 1/2013, de 29 de noviembre, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley General de derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social recoge, en su artículo, que:
“Las personas que presentan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales, previsiblemente permanentes que, al interactuar con diversas barreras, pueden impedir su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con los demás, son consideradas personas con discapacidad y, por lo tanto, titulares de los derechos para ellas establecidos”.
¡OJO! A todos los efectos, tendrán la consideración de personas con discapacidad a las que se les haya reconocido un grado de discapacidad igual o superior al 33 %.
Por lo que, con este concepto, veamos la importancia de la vivienda tutelada.
La vivienda tutela
En primer lugar, cabe dejar claro que la vivienda tutelada es un servicio social que promueve la autonomía y la independencia de las personas con discapacidad, favoreciendo la convivencia y la inclusión social.
Además, tal y como establece la norma mencionada, estas viviendas atienden “a las necesidades básicas de aquellas personas con discapacidad que se encuentren en una situación de especial vulnerabilidad, como en los casos en que carezcan de hogar o familia, o cuando existan graves problemas para garantizar una adecuada convivencia familiar”.
¡Es importante destacar que la vivienda tutelada no es lo mismo que la supervisada! Mientras que el primer tipo está pensado para generar un entorno de apoyo constante e integral, el segundo tipo está más pensado para una autonomía plena, sin supervisión continua, pero sí con visitas regulares por parte de personal cualificado.
Ventajas de la vivienda tutelada
Tras lo anterior, las ventajas de una vivienda tutelada son:
- Dar autonomía.
- Potenciar la autoconfianza.
- Incidir en la integración social y participación comunitarias.
- Posibilitar un aprendizaje, adaptado a la edad, para cubrir las necesidades.
- Apoyar a las personas con discapacidad mediante servicios de protección, asesoramiento psicológico, educación, formación, ocio o acceso al mercado laboral.
Características de la vivienda tutelada
Aunque la regulación de este tipo de viviendas es más bien autonómica y local, grosso modo, reúnen todas unos aspectos básicos y esenciales:
- Una ubicación en una zona accesible y bien comunicada.
- Manutención.
- Servicios de apoyo y supervisión activos, fomentando la integración, convivencia y cooperación, así como el acceso al mercado laboral, procurando la adaptación a las telecomunicaciones y la sociedad de la información.
- Adaptadas para permitir la autonomía de cualquier persona con discapacidad.
- Aforo de entre 4 y 7 plazas en función de las características de la propia vivienda.
¿Quién puede acceder a estas viviendas?
Para poder acceder a estas viviendas son varios los criterios que tiene que darse en una persona personas con discapacidad, y no es solamente que sea apreciable, sino que:
- El grado de discapacidad tiene que ser igual o superior al 33%.
- Esa discapacidad, ya sea física o intelectual, debe estar diagnosticada por un especialista bajo informe.
- Se tengan, al menos, 18 años y se necesite de este tipo de alojamiento.
Además, dentro del trámite burocrático, los ayuntamientos suelen pedir la siguiente documentación:
- Fotocopia del DNI.
- Certificado del reconocimiento de la discapacidad. ¡OJO! Es importante apuntar que la acreditación del grado de discapacidad tiene validez en todo el territorio nacional.
- El empadronamiento.
- Los ingresos en base a la Declaración de la Renta o similares.
- Informe sobre el estado del vínculo familiar o la situación social.
- Datos de las pensiones que se reciben, si es que se reciben.
- Resolución Judicial si la hay o los posibles informes médicos de la persona con discapacidad.
Y recuerda que estas viviendas son muy importantes para las personas con discapacidad que necesitan de un apoyo constante en su vida diaria, ya no solo por la necesidad de especialistas, sino por la importancia que suponen para el desarrollo de la autonomía y la creación de experiencia vitales aptar para cada edad.
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