El acceso a la vivienda se está volviendo en un desafío para los jóvenes, quienes viven día a día, lo inaccesible que se está convirtiendo el mercado mobiliario. Es una situación frustrante donde los precios de las viviendas están aumentando, los salarios no logran alcanzar el ritmo de estas subidas. Muchos jóvenes se ven atrapados en una espiral de alquiler sin opción a poder tener el dinero suficiente para entrar a comprar una casa. Se trata de un fenómeno cada vez más común y expandido al resto de España, que afecta a la estabilidad económica de los jóvenes y pone en riesgo su futuro.
Un problema que va más allá
Emanciparse, encontrar alquiler y el siguiente paso, si puede ser, comprar una vivienda. Pueden sonar a simples etapas de la vida de una persona en un escenario irreal. Lo que ocurre actualmente es que todas estas etapas o momentos se han convertido en un quebradero de cabeza con efecto duradero. Los precios disparatados de los alquileres y la dificultad para una entrada hipotecaria están haciendo que cada vez más personas retrasen su independencia.
Consecuencias demográficas debido a la escasa vivienda para jóvenes
Sin embargo, el problema de la vivienda en los jóvenes no solo afecta a este grupo, sino que puede repercutir en las perspectivas demográficas, forzar el crecimiento de la economía o tener consecuencias en la situación social futura. Para resumir, los jóvenes se enfrentan a más problemas que sus padres y encima, son lo nunca visto antes. Para concretar más, la falta de acceso a la vivienda para los jóvenes está provocando un retraso en la posibilidad de formar una familia. Muchos de ellos no pueden permitírselo y deciden dejar a un lado estas decisiones clave como el matrimonio o tener hijos por la inestabilidad económica que este momento está viviendo. Por tanto, el problema de la vivienda en los jóvenes está afectando las estructuras demográficas como por ejemplo a la disminución de la tasa de la natalidad
Sube el precio de la vivienda más que los salarios de los jóvenes
El problema de la vivienda actualmente se centra en el precio, que ha subido un 47% entre 2015 y 2023, y en los alquileres ha incrementado un 58%. La evolución de los precios de las viviendas ha aumentado el doble, mucho más que los salarios, por lo que está impidiendo un acceso viable para los jóvenes. Es cierto que sus salarios se han visto remontados pero no a la misma velocidad que la vivienda. Por tanto, esto trae consecuencias negativas ya que la vía de acceso para los jóvenes a la vivienda es el alquiler, a menos que tengan una herencia o un trabajo que le permita comprarse una casa.
Si comparamos los salarios entre 2015 y 2023 en cada comunidad autónoma, podemos observar que en la mayoría han aumentado más en unas que en otras, pero en general un 17% más a nivel nacional. Lo que ocurre es que los datos en relación con la vivienda y su aumento son totalmente desorbitados. El total nacional en cuanto a la compra de vivienda ha aumentado un 47% y sobre el alquiler de la vivienda un 58%, donde en zonas de turismo han llegado a subir más de un 80% en los últimos años. No son datos que estén creciendo paralelamente, por lo que está provocando la difícil entrada de los jóvenes a disfrutar del derecho a la vivienda.
Los jóvenes no tienen posibilidad de independizarse
Según Eurostat, en España la media de edad de jóvenes que se independizan superó los 30 años el pasado 2021. Se coloca como el cuarto país donde los jóvenes tardan más en irse de casa. Y otro dato más preocupante, es que es el quinto país donde existen menores de 35 años que dependen o viven de sus padres. También ocurre que muchos jóvenes que vivían fuera de sus casas, han tenido que volver al techo familiar al no poder permitirse los altos precios de alquiler con sus salarios tan bajos.
Quien no puede comprar, no lo va a hacer; en cambio, quien necesita una casa, va a hacer lo imposible por alquilar lo que sea. En 2007, un 58% de jóvenes hasta 29 años tenía una vivienda como propiedad, sin embargo, ese dato ha caído en picado hasta la mitad en este último año. En conclusión, el problema de la vivienda para los jóvenes se representa en un círculo vicioso en el cual el dinero que se destina al alquiler, se come el ahorro posible para llegar a comprar una casa.
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