¿Se te ha pasado por la cabeza realizar una página web o crearte un blog? ¿Quieres saber cuáles son los principales pasos para llevarlo a cabo? Bien, pues hay que empezar por lo primero, el hosting, pero ¿ qué es un hosting ? ¿Y por qué es uno de los pasos más importantes y necesarios para crear tu espacio web?
En términos informáticos, podemos dar respuesta a qué es un hosting, definiéndolo como un servicio que provee a sus usuarios de un servidor. En concreto mediante el hosting, el cliente “alquila” espacio y recursos en un servidor.
¿Pero por qué necesito un servidor? Si te has planteado alguna vez crear, administrar y gestionar una aplicación web, necesitas un servidor donde almacenar los archivos. Repasemos los tipos de servidores web que existen para dar un mayor sentido a qué es un hosting y así poder elegir el que se adapte mejor a ti.
Servidores web en un hosting.
Cuando creamos un sitio web necesitamos un lugar en el que almacenar los archivos que lo componen. Además necesitamos que estos archivos estén accesibles a través de internet. Este es el propósito que cumple un servidor, de hecho las aplicaciones web las englobamos dentro de la arquitectura Cliente/Servidor.
Cuando un usuario accede a una web, su navegador (cliente) se comunica con un servidor para solicitar información. El servidor se encarga de recibir la información y presentarla mostrándola a través de la pantalla. Sin entrar en más valoraciones técnicas de la arquitectura, el servidor no es más que un ordenador en que guardar y transmitir datos a través de internet.
Ahora bien, un servidor puede ser local o remoto. Si eres una gran empresa, con multitud de recursos generalmente tengas tus propios servidores locales para prestar estos servicios. Pero para el resto, quizás lo más económico y eficaz sea disponer de servidores remotos. Veamos un poco más detallados ambos:
Servidor Local.
El servidor web local funciona en el mismo puesto (localhost) o bien dentro de una intranet. Entre las ventajas que ofrece destacamos:
- Nos sirve para hacer pruebas de la aplicación antes de su publicación final a través de la web. Este tipo de servidor nos permite alterar la aplicación sin temor a estropear nada importante o que afecte a la producción.
- No es necesario contratar un dominio ya que el acceso es a través de la IP 127.0.0.1.
- Se puede usar como respaldo para las copias de seguridad de nuestro sitio.
Servidor Remoto.
El servidor web remoto es el objetivo de nuestro artículo, y da respuesta a qué es un hosting. Mediante un servidor web remoto, contratamos (puede ser de pago o gratuito) un servicio de almacenamiento (hosting) y una dirección de acceso (dominio). A través del dominio podremos acceder a la administración del servidor y a nuestros archivos alojados.
Entre las ventajas que ofrece destacamos:
- Nos permite la visibilidad de la aplicación web a través de Internet.
- El proveedor del servicio de hosting garantiza, además todas las aplicaciones necesarias para publicar nuestro sitio.
- Incluye copias de seguridad y alta disponibilidad da la aplicación web. Esto último es ciertamente interesante pues como vemos en este artículo Google da una gran importancia a la velocidad de carga para el posicionamiento.
Qué servicios me ofrece un hosting.
Además de poder almacenar los ficheros que conforman la aplicación web (ficheros html, css, pdf, audio, vídeo, etc.) la mayoría de los hosting ofrece otra serie de servicios como:
- Gestores de bases de datos: MySQL, Postgre SQL, SQL Server, etc.
- Servidor de correo
- Gestores de contenidos: Wordpress, Joomla, Drupal, etc.
- Acceso FTP para la administración de los ficheros
- Virtualización
Además, no debemos preocuparnos por el mantenimiento hardware y nos garantiza la fiabilidad, confidencialidad y acceso a los datos.
Qué tipos de hosting hay en el mercado.
Una vez que tenemos claro, qué es un hosting, podemos encontrar dos tipos básicos de hosting: de pago o gratuito. La elección de uno u otro tipo dependerá de las necesidades de nuestra aplicación web, así como de los recursos demandados.
El hosting gratuito será siempre una buena opción si disponemos de pocos recursos, estamos empezando o el tamaño de nuestra aplicación no es excesivo. En este tipo de hosting, la empresa que presta el servicio permite el alojamiento de archivos y algún otro servicio extra como: FTP, soporte PHP o servidor de correo.
Como contra, en el hosting gratuito se cuenta por lo general con pocos recursos. Suele haber ciertas limitaciones en el uso de memoria, un espacio limitado en disco o un límite mensual en cuanto a la transferencia FTP. Además no ofrece mantenimiento ni garantizan una estabilidad en el servicio.
El hosting compartido es una de las opciones más utilizadas en la actualidad. Es una opción muy buena para alojar un blog, una página web personal o aplicaciones de poca envergadura. En este tipo de hosting a cada usuario se le asigna un espacio dentro de un servidor compartido. Es decir, dentro de un mismo servidor tendremos alojados diferentes sitios webs.
Los usuarios comparten recursos como espacio en disco, CPU, memoria, IP, ancho de banda, etc., a cambio de un coste menor al de un hosting dedicado. Dentro de esta modalidad se permite la escalabilidad, ya que el usuario puede contratar más servicios o recursos conforme a sus necesidades de desarrollo. En este artículo tienes más información al respecto.
El hosting dedicado es un hospedaje de uso exclusivo. En este caso el usuario alquila el servidor con todos sus recursos. Se encargará de su administración por completo lo que garantiza una mayor autonomía. El proveedor del servicio, gestionará el mantenimiento del servidor y las copias de seguridad. Esto garantiza la continuidad del servicio y la consistencia de los datos.
Este tipo de hosting es la opción más cara de las comentadas, por lo que suele ser elegida para grandes proyectos o cuando es necesario soportar mucho tráfico y necesitamos por tanto todo el ancho de banda.
Qué tipo de hosting se adecua a mis necesidades
Como hemos visto a lo largo del artículo, existen diferentes opciones de alojamiento web. Decantarnos por una u otra opción dependerá de las necesidades de nuestro proyecto en cada momento.
Hacer uso de un hosting gratuito será válido cuando queramos desarrollar un pequeño blog o web personal. Debemos tener en cuenta en este caso que si optamos también por un dominio gratuito, como el que nos ofrece el mismo proveedor del hosting, éste será un subdominio del proveedor. En este sentido nuestra marca personal no estará bien definida. Tenemos que tener en mente que en el hosting gratuito pueden producirse “caídas” en el servicio, y que nuestro proyecto puede no estar siempre disponible.
El hosting compartido es una buena opción en el caso de que nuestro proyecto web sea más serio y necesitemos garantizar una continuidad en el servicio. Así, si por ejemplo queremos alojar la web de nuestra empresa la opción del alojamiento compartido será muy recomendable. No necesitamos tener conocimientos de administración de servidores y el proveedor de servicio nos garantiza la seguridad de nuestros datos. Además tendremos copias de seguridad de respaldo y podremos ampliar los recursos en función de las necesidades.
Si lo que necesitamos es tener nuestro propio servidor, por las dimensiones del proyecto o porque queremos tener capacidad para el desarrollo de aplicaciones, la mejor opción es el hosting dedicado. En este caso el usuario debe tener conocimientos en la administración de servidores
Concluyendo, no existen mejores o peores soluciones, todo dependerá de nuestras necesidades. Así que si estamos empezando o quieres tener un espacio de prueba antes de la publicación final quizás la mejor opción sea el hosting gratuito. Si necesitas garantizar el servicio o tu proyecto es más “serio” quizás tu opción sea la de un hosting compartido. Pero si tienes varios proyectos, o necesitas tener opciones para el desarrollo de aplicaciones te recomiendo un hosting dedicado. En este post puedes leer más sobre todo lo tratado en el artículo. Si quieres formarte en la materia y en el desarrollo web desde INESEM tienes una amplia oferta formativa en este sentido.