La página web al desnudo

La comunicación visual en la web

Una vez que Internet ha llegado a la mayoría de nuestros hogares, no cabe duda que toda la información que se comparte debe estar ordenada de forma atractiva y fácilmente accesible para que el usuario no desista en el intento, y por lo tanto, evitar así que se  produzcan pérdidas en las ventas.

La navegabilidad se convierte de esta manera en el principal criterio al que debe prestar atención un diseñador de páginas web, proporcionándole al usuario gran movilidad a través de diferentes elementos como los índices, las flechas o los botones de menú, que permitirán al navegante saber en todo momento donde ha estado, donde está y a donde puede ir.

Una vez construido el esqueleto de la web y comprobada su navegabilidad, es el momento de valorar la usabilidad de las aplicaciones que se instalarán, pues de nada serviría instalar estas herramientas si no son intuitivas y provocan el desinterés de los usuarios. La interactividad también será otro de los criterios a evaluar muy profusamente, pues no hay fracaso más previsible que el provocado por una absoluta falta de diálogo entre el usuario y la página web. Asimismo la interacción entre los entre los medios de audio, video, enlaces, texto e imágenes debe mantener una gran fluidez, por lo que imprescindible un correcto diseño que lo permita.

Una vez aclaradas y resueltas estas cuestiones la creación de una página web debe seguir tres reglas básicas para su éxito. El diseñador ha de tener claro cuál es la información que se mostrará en la página y el orden en el que dispondrán los elementos de la misma. La estructuración de las páginas se convertirá un aspecto de gran relevancia pues su acceso no siempre se lleva a cabo desde la página de inicio, por lo que ha de tenerse en cuenta la creación de vínculos entre documentos a través del hipertexto y el lenguaje HTML. La última de estas reglas básicas está relacionada con la posición de la web en los motores de búsqueda, optimizando el contenido y la estructura para que resulte más fácil de indexar por los motores de búsqueda.

Todas estas cuestiones deben ser tomadas en cuenta por las empresas, demandando profesionales no sólo instruidos por medio de una formación reglada, sino especializados en determinados conocimientos que son ofrecidos en una amplia oferta formativa de estudios post-universitarios.  Esto nos sitúa ante un afán de continuo aprendizaje que camina paralelamente a la aparición de nuevos programas y aplicaciones relacionadas a la rama del diseño, siendo imprescindible para la empresa la contratación de personal externo altamente cualificado o la formación continua de sus propios diseñadores.

Fuente: Arroyes M. “Diseño web, la comunicación visual de Internet” [en línea] Iberestudios Internacional. 04 Abril 2012