Nacido en los barrios más humildes de la ciudad de Lisboa, especialmente, este género musical se ha convertido en un símbolo de identidad nacional. Sus letras nostálgicas y melodías melancólicas hablan de pérdidas, amor, saudade (como la nostalgia portuguesa) y las dificultades de la vida. Siempre con una guitarra portuguesa de fondo, el fado portugués ha mantenido su esencia durante sus años de historia con una expresión profunda y emotiva sobre nuestra propia vida. Es como un espejo del alma humana, reflejando las experiencias más universales e íntimas. Esto hace que el fado portugués sea un género muy cercano y especial para quienes lo escuchan.
¿Qué es el fado portugués?
El fado portugués es un género artístico que une la música con la poesía, cuya práctica se extiende en diversas partes del país, especialmente en Portugal. Se trata de una unión multicultural procedente de los bailes cantados afrobrasileños, de tradiciones musicales de las zonas rurales del país aportadas por las generaciones sucesivas inmigrantes a la ciudad de Lisboa y de las influencias de la canción urbana a principios del siglo XIX.
Interpretado solo por una mujer o un hombre, y una guitarra acústica y una guitarra portuguesa, este género musical se cantan en pequeños locales llamados “casas de fado”. Aunque también lo canta gente aficionada al fado portugués en numerosos espacios de los barrios viejos de Lisboa. Se trata de una expresión musical enseñada de generación en generación entre familias, y que gracias a ello la imagen del fado portugués se ha ido consolidando como un símbolo de la identidad portuguesa.
Origen del fado portugués
La historia del fado surge a mediados del siglo XIX en los barrios más pobres de la ciudad de Lisboa. Principalmente en el Barrio Alto, ya en la década de 1930, las casas de fado se concentraban por sus calles y desde allí, este género musical comenzó a expandirse por el resto de la ciudad y el país. La famosa cantante de la época que hipnotizaba con el sonido de su voz, María Severa Onofriana (1820-1846), y el Conde de Viomoso, fueron los protagonistas de la narración más famosa del fado portugués. Además, fue el origen de la famosa novela A Severa (1901). En 2011, el fado portugués logró la mención de ser Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, debido al poder que transmite su poesía y que esconden sus letras capaz de cautivar corazones y almas.
La palabra fado procede del latín “fatum” cuyo significado es “destino”. La situación de frustración y fatalismo que vivían los portugueses en aquella época se hacía ver en los arrabales humildes, en las tabernas y puertos de la ciudad. Este género musical se caracteriza por representar ese carácter melancólico y nostálgico que vivieron los ciudadanos en aquella época. El fado portugués habla de amores perdidos, de oportunidades no aprovechadas y de sueños, inspirándose por medio de la melancolía, la tristeza y la nostalgia.
Tipos de Fado
Comprende más de 140 estilos diferentes, pero los más comunes: à Capela, Corrido y Castiço:
- Fado à Capela: sin acompañamiento, actúan solos ante el público
- Fado Corrido o Fadinho: una expresión más bailable y alegre
- Fado Castiço: el más original que se canta por los barrios de Lisboa y tiene una dualidad al ser cantado más triste o melancólico y, también, puede ser alegre y con sentido del humor.
Curiosidades sobre la música tradicional portuguesa
Una de las cantantes más famosas del fado portugués fue Amália Rodrigues, a quien se le debe la imagen más característica de este género musical: un vestido negro adornado con un chal. La interpretación del texto cambia según el intérprete que es quien le da su toque personal en la actuación. Esa melancolía que se desprende, llamada saudade en portugués, se le relaciona con el fado portugués como si fuera una poesía cantada.
El nivel profesional de los fadistas, los intérpretes del fado portugués, se alcanza cuando llegan a transmitir las emociones más profundas mediante esas voces temblorosas y sus notas conmovedoras, capaz de hacerte vivir una experiencia sensorial. Pero una parte fundamental del fado portugués son sus instrumentos que siempre le acompañan. La guitarra portuguesa, con doce cuerdas metálicas y único en su género, una guitarra clásica y una viola de Fado, la cual contribuye a hacer la base rítmica y armónica del fado portugués.
Si te interesa el mundo del fado y quieres sumergirte en sus orígenes, puedes visitar el Museo del Fado que se encuentra en Alfama, el resistente y simbólico barrio histórico de la ciudad de Lisboa. Puedes encontrar información y curiosidades de la historia del fado desde principios del siglo XIX hasta la actualidad.
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