Japón: al ver o escuchar esta palabra puede que lo primero que se os venga a la mente sea el Monte Fuji y muchas luces de neón; cosas que en principio no tienen nada que ver. Por eso precisamente es conocido este país: por su mezcla entre lo tradicional y lo tecnológico, por el contraste que supone visitar un templo o santuario rodeado de calma y naturaleza, y perderte en el frenesí de Tokio. Si en algo coincide todo el mundo, es que la cultura, y por tanto, las diferencias culturales de Japón son únicas y peculiares, por lo que sin duda merecen la pena experimentar una vez en la vida.
Desde mediados del siglo XVII y hasta finales del XIX, las relaciones culturales y comerciales del país con el resto del mundo fueron reducidas enormemente. Quizás de ahí proceda las diferencias culturales de Japón tan atractivas para Occidente.
La influencia del budismo ha hecho que se le otorgue una gran importancia a la comunicación no verbal, a los gestos y a aspectos mucho más sutiles, ya que la tradición oriental considera que las cosas primordiales no se pueden expresar con palabras.
Asimismo, los japoneses suelen rebajar sus emociones, principalmente, para evitar que el interlocutor se pueda sentir incómodo. Es infrecuente que un japonés se ría a carcajadas; más bien será una pequeña risa, muchas veces tapada con la mano. Además, el enfado no se suele mostrar abiertamente, pues se puede llegar a considerar infantil. Esto se llama enryo (contención o reserva).
Una de las principales diferencias culturales de Japón radica en que la sociedad nipona le otorga mucha importancia a la jerarquía en todos los ámbitos: la familia, la universidad, el lugar de trabajo… La palabra wakimae se refiere a conocer cuál es nuestra posición dentro de cada ámbito, y actuar de una forma acorde al relacionarnos con los demás, incluyendo nuestra forma de hablar. El japonés tiene muchísimas formas diferentes de indicar lo mismo, pues dependiendo de quién sea nuestro interlocutor nos dirigiremos a él de una forma u otra.
A continuación, os dejamos algunas de las palabras más curiosas del japonés y que mejor reflejan su filosofía de vida:
Itadakimasu: es una expresión que se usa antes de comer, pero no puede ser traducido como ‘buen provecho’. Es una forma de mostrar humildad y gratitud a todas las personas que han hecho posible que el plato esté en la mesa: quien ha cocinado, quien ha puesto la mesa, los agricultores, los pescadores… Además, también expresa gratitud a la comida misma.
Kintsugi: es el arte de reparar objetos de cerámica con oro, plata o platino, y refleja una filosofía según la cual la rotura del objeto es parte de su historia, y no se debe tratar de ocultar o disimular.
Mono no aware: se puede traducir como ‘empatía hacia los elementos’ o ‘sensibilidad por lo efímero’. Esto es prestar atención a todas las cosas bellas que pueden llegar a causar una emoción. Por ejemplo, el florecimiento de los cerezos.
Shinrin-yoku: hace referencia a internarse en un bosque tranquilo para relajarse.
Shoganai: hace referencia a cosas que están fuera de nuestro control y que por lo tanto, no podemos evitar, y asumimos de forma estoica.
Además, os dejamos otras dos palabras que ya comentamos en un artículo anterior:
Bakku-shan: esta palabra sin traducción japonesa describe a una mujer que es preciosa sólo vista de espaldas.
Komorebi: esta palabra pertenece al japonés, y podría traducirse como “la luz del sol pasando a través de las hojas de los árboles”.
Comentarios
Interesante,gracias por facilitarnos este medí para el aprendizaje del idioma frances