En Italia, sentarse a la mesa va más allá de satisfacer la necesidad de alimentarse, se vuelve un rito al que es imposible renunciar. Para el 78% de los italianos, el momento del almuerzo y la cena implica una serie de elecciones que involucran la esfera emocional y afectiva. La comida italiana no solo se trata de los ingredientes y las técnicas de cocina, sino también de la actitud y el enfoque hacia la vida. Así se manifiesta en las costumbres italianas en la mesa.
Para los italianos, el mundo de la comida juega todavía un papel fundamental en las relaciones colectivas y familiares. Italia sigue siendo un pueblo muy unido a las propias tradiciones, y no solo por una cuestión de costumbre o de gusto, sino porque tienen la firme convicción de que la cocina italiana es sinónimo de bienestar y salud.
Cocina, familia, costumbres y educación en la mesa
La cocina italiana se ha convertido en un patrimonio único al mundo por su riqueza, variedad y valores, ya sea desde el punto de vista nutricional como socioeconómico. Una síntesis perfecta entre el ambiente cultural y la organización social, que se materializa en la convivialidad de una comida en la mesa. No nos extraña que la dieta mediterránea y la mesa italiana sean tan populares en todo el planeta.
“En la mesa hemos construido nuestra historia como pueblo, como sociedad, como familia”. Así lo afirma Michele Cucchi, psiquiatra y director médico del Centro Médico Santagostino de Milán. La mesa es el momento cotidiano en el cual, por costumbre, el italiano comparte emociones y experiencias con su familia. Sin embargo, cada vez tenemos que estar más atentos de no extinguir estos momentos compartidos en una sociedad donde inevitablemente nos sentimos más solos.
Para los italianos, la mesa es un espacio donde vivir las tradiciones y una oportunidad para revivir una sociedad a través del acto de compartir. La comida es el medio para hablar de una identidad y de la historia de los productos nacionales, para compartir conversaciones, discutir y, sobre todo, enseñar. Es un vínculo para conectar con las raíces y para transmitirles los saberes populares a las generaciones futuras.
La mesa es el lugar perfecto para trasmitir los valores alimenticios de generación en generación. Es aquí donde se aprende el placer del gusto y se educa en el saber gastronómico de la propia cultura. Se construye un empeño sólido por preservar la dieta mediterránea y la cocina tradicional italiana. El modo italiano de vivir y experimentar la cocina nos relata las fuertes relaciones entre familia, genética e identidad cultural.
En busca de la calidad gastronómica
Italia, cuna de una rica tradición culinaria, es reconocida en todo el mundo por su extraordinaria calidad gastronómica. Sus productos nacionales y su enfoque en la dieta mediterránea se combinan para ofrecer una experiencia culinaria única muy preocupada por promover el bienestar y la salud.
La cocina italiana y el Made in Italy en la mesa son sinónimos de excelencia en el ámbito de la producción agroalimentaria y vinícola. Basta con pensar que la cocina italiana es una de las más exportadas a nivel global, contando con casi 300 productos y más de 500 vinos con denominación de origen.
En un estudio realizado a más de 1600 italianos entre los 18 y los 60 años se les preguntó qué entendían por “comer bien”. Para el 83% de los entrevistados, comer bien significaba respetar las costumbres y tradiciones, para el 75% era fundamental elegir siempre productos made in Italy y, por supuesto, el 63% de los italianos entendía que para comer bien era necesario hacerles caso a los consejos de la nonna y de la mamma.
5 costumbres italianas en la mesa para seguir al pie de la letra
Como hemos podido comprobar, la cocina italiana es sinónimo de convivialidad, cultura y bienestar. Sin embargo, si quieres vivir la cocina italiana como un vero e proprio italiano presta atención a estos consejos:
- Vivere è condividire: cuando nos sentamos a la mesa, nunca debemos perder de vista que es un espacio para compartir, para estrechar lazos familiares y para tomarnos el tiempo necesario para disfrutar. La prisa es enemiga del gusto. Además, la comida es un espacio privilegiado para estrechar lazos. En las mesas italianas siempre habrá sitio para uno más.
- Made in Italy: como hemos visto, la calidad de los productos alimenticios italianos es de altísima calidad, por tanto, aprovéchalos.
- Respeta las tradiciones: conocer las tradiciones italianas, disfrutarlas y trasmitirlas, te abrirá nuevas perspectivas al gusto por el mangiare bene. Disfruta de los platos típicos de cada zona y de su modo de hacer, será una experiencia culinaria única.
- La scarpetta: esa gustosa costumbre de mojar el pan en la salsa para aprovechar el plato al máximo. El maestro Gualtiero Marchesi siempre ha sostenido que no hay nada mejor para un chef que un plato que vuelve a cocina limpio porque el cliente ha aprovechado hasta la última gota. Ahora bien, los expertos nos aconsejan que lo hagamos con las manos y evitemos esa práctica de enfilar el pan en el tenedor para parecer elegantes.
- Il caffé: por supuesto, si hablamos de costumbres italianas en la mesa, el café después de comer es una práctica obligada. Recuerda que después del almuerzo o la cena siempre tomaremos un espresso y dejaremos esa mala costumbre de tomar capuccino a cualquier hora. Si queremos evitar miradas extrañas, nunca pediremos un capuccino si no es para desayunar.
Estas son solo algunas de las curiosas costumbres italianas que quizás no conocías y que pueden servirte de utilidad para tus futuros viajes por tierras italianas.
Un Brindisi por las costumbres italianas
Las costumbres italianas en la mesa reflejan la esencia misma de este país: una combinación de pasión, amor por la familia, diversidad y calidad culinaria, aprecio por la buena comida y la buena compañía. La cultura italiana se ha ganado un lugar especial en el corazón de muchos a través de su cocina, sus tradiciones, sus modos de hacer y, por supuesto, por su lengua considerada una de las más bonitas del mundo.
Al disfrutar de las comidas típicas italianas, nos sumergimos en una historia culinaria que ha trascendido fronteras y ha dejado un legado imborrable en el mundo gastronómico. Italia, con su enfoque en la familia y la comunidad, nos recuerda que la verdadera riqueza está precisamente en la experiencia compartida.