Los riesgos psicosociales en el ámbito laboral han experimentado un aumento desde el inicio de la pandemia. Estos riesgos se refieren a situaciones o eventos relacionados con la organización del trabajo que pueden tener un impacto significativo en la salud mental y física de los trabajadores.
Es de suma importancia darle la misma importancia al cuidado de la salud mental que al cuidado físico.
Estos riesgos pueden afectar a derechos fundamentales del trabajador, como su integridad personal y su dignidad, y tienen repercusiones globales en su salud y bienestar mental. Pueden provocar cambios en los procesos cognitivos, emocionales y conductuales, lo que puede desencadenar trastornos mentales importantes.
Los factores psicosociales laborales
Son condiciones organizativas y sociales del trabajo que pueden tener tanto aspectos positivos como negativos. Se caracterizan por extenderse en el espacio y en el tiempo, y pueden afectar a otros riesgos laborales, como los relacionados con la higiene o la ergonomía.
A menudo son difíciles de medir objetivamente y cuentan con poca cobertura legal, lo que dificulta su intervención.
¿Cuáles son los principales factores de riesgos psicosociales?
Se encuentran el tiempo de trabajo, la autonomía, la carga laboral, las demandas psicológicas, la variedad de tareas, la participación y supervisión, el interés y compensación por el trabajador, el desempeño del rol en el puesto de trabajo y las relaciones y apoyo social. Estos aspectos pueden influir en el bienestar emocional y mental de los trabajadores y, por lo tanto, deben ser considerados y abordados adecuadamente en el entorno laboral.
La evaluación de los riesgos psicosociales es vital y existen diversos métodos y herramientas para entender las condiciones de riesgo en grupos específicos.
¿Cuál es el rol de los delegados de prevención en la evaluación de riesgos psicosociales?
Los delegados de prevención pueden sugerir el método de evaluación más adecuado para abordar los problemas reales en la empresa. Es su responsabilidad acompañar al evaluador y realizar observaciones relevantes.
El proceso comienza con la observación del trabajo y la identificación de los puestos a evaluar. Luego, se recopilan datos a través de cuestionarios a los trabajadores. Los resultados se analizan y se proponen medidas preventivas.
Si es necesario, se realizan entrevistas individuales o grupales para obtener más información y sugerir medidas preventivas.
Los delegados de prevención deben tener acceso a la información sobre la evaluación de riesgos y ser consultados sobre las medidas a adoptar. Además, supervisan la efectividad de estas medidas a través de la planificación anual preventiva, reconociendo que la intervención psicosocial puede llevar tiempo.
Los principales riesgos psicosociales
Incluyen estrés, burnout, tecnoestrés, fatiga mental, violencia laboral y acoso, que pueden afectar la salud y el bienestar en el trabajo.
El estrés laboral se caracteriza por reacciones emocionales, cognitivas y fisiológicas ante aspectos adversos del trabajo. Puede generar trastornos diversos, aunque no existe legislación específica al respecto.
El síndrome del trabajador quemado o burnout es una patología relacionada con condiciones laborales negativas, manifestada por agotamiento emocional, despersonalización y baja realización personal. Requiere medidas preventivas a nivel organizativo, interpersonal e individual.
¿Qué es el tecnoestrés?
El tecnoestrés es cuando te sientes abrumado o ansioso por el uso de nuevas tecnologías o por pensar en cómo las usarás en el futuro. Hay varios tipos:
- Tecnoansiedad: es cuando te sientes tenso y estresado por el uso actual o futuro de tecnología.
- Tecnofatiga: te sientes cansado mentalmente por usar tecnología, también puedes ser escéptico sobre su eficacia.
- Tecnoadicción: sientes la necesidad de usar tecnología todo el tiempo y por largos periodos.
Para prevenir el tecnoestrés, las empresas pueden usar estrategias como proporcionar información y comunicación, ofrecer formación sobre el uso adecuado de la tecnología y permitir que los trabajadores participen en la toma de decisiones.
La fatiga del trabajo es cuando te sientes agotado debido a tus responsabilidades laborales, pero se puede solucionar con un buen descanso. También puede afectar tu capacidad mental y física.
Las empresas pueden ayudar a prevenir la fatiga de los trabajadores, mejorando las condiciones laborales y ajustando las tareas que realizan. Los trabajadores pueden prevenirla fortaleciendo su capacidad para resistirla, cuidando aspectos como la alimentación, el sueño y el ejercicio.
La violencia laboral
Incluye cualquier acción que te haga sentir asaltado, amenazado, humillado o herido en tu lugar de trabajo. Puede ser de diferentes tipos:
- Violencia externa, de personas que no están relacionadas con tu trabajo.
- Violencia de clientes o usuarios a quienes atiendes.
- Actos violentos de compañeros o superiores en el trabajo.
El acoso laboral
Es una forma de violencia en el trabajo que se distingue por sus características específicas. Se define como cualquier comportamiento no deseado que tiene como objetivo o resultado afectar la dignidad de la persona trabajadora y crear un ambiente intimidante, humillante u ofensivo.
Es importante destacar que el acoso debe ser continuo en el tiempo para ser calificado como tal.
Las personas que sufren acoso laboral pueden experimentar ansiedad, estrés, baja autoestima y problemas de salud tanto física como mental. Para identificar una situación de acoso, es necesario tener en cuenta aspectos objetivos, como la existencia de conductas hostiles repetidas, y subjetivos, como la intención de dañar y el enfoque individualizado del acosador hacia la víctima.
El acoso laboral puede tener consecuencias legales, administrativas, civiles y penales para el acosador y la empresa, especialmente si esta última no toma medidas para prevenirlo o detenerlo. Si alguien experimenta acoso en el trabajo, se recomienda denunciarlo dentro de la empresa y, si es necesario, ante las autoridades pertinentes.
El acoso sexual, por otro lado, se refiere a cualquier comportamiento verbal o físico de naturaleza sexual que afecta la dignidad de una persona, creando un ambiente intimidatorio o degradante. Este tipo de acoso está tipificado como delito en el Código Penal y puede manifestarse de diversas formas, como contactos físicos no deseados, correos electrónicos inapropiados o comentarios sexuales.
Para prevenir el acoso en el lugar de trabajo, las empresas pueden implementar políticas y procedimientos claros, difundir mensajes de rechazo al acoso, proporcionar formación sobre igualdad de género y establecer canales de denuncia seguros.
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