Existen multitud de estudios sobre la distribución estadística de los distintos tipos de accidentes laborales. Quizá el más conocido y el que más repercusiones ha tenido en el mundo empresarial sea el que realizó Frank E. Bird en 1969 y que dio lugar a la famosa Regla de Bird y al Loss Control Management ó Control Total de Pérdidas.
Bird y su equipo analizaron más de millón y medio de accidentes e incidentes de trabajo ocurridos en casi trescientas empresas de los EE. UU. de sectores industriales productivos diferentes. De dicho análisis se extrapolaron una serie de datos, entre ellos los relacionados con la proporción que se daba entre los diferentes tipos de accidentes e incidentes, que de manera resumida podemos expresar de la siguiente forma:Esta relación entre los distintos tipos de accidentes/incidentes, se convirtió en la regla de Bird. Lo que venía a indicar dicha regla es que existía una relación estadística proporcional entre los incidentes y los accidentes sin lesiones y los accidentes con lesiones (leves y en última instancia graves o mortales), constituyéndose los primeros en unos indicativos numéricos precoces de los segundos.
¿Qué es la pirámide de la accidentalidad?
La pirámide de Bird, de accidentalidad o también conocida como pirámide de Heinrich, es una teoría de prevención de accidentes en el ámbito laboral que expone la relación entre accidentes leves, graves y accidentes sin daños humanos. Este modelo sugiere que si en un lugar de trabajo hubiese cero accidentes laborales leves, la probabilidad de que hubiera accidentes más graves caería en picado. La pirámide de accidentalidad la concibió en su origen Herbert William Heinrich en 1931 y Frank E. Bird hizo sus aportaciones más tarde para actualizarla.
Heinrich ideó la hoy llamada regla de Bird a partir de la premisa de que el número de accidentes es inversamente proporcional a su gravedad. Además, estimó que la mayor parte de los accidentes laborales ocurren por imprudencia humana, es decir, por cometer a sabiendas un acto poco seguro.
Frank E. Bird se encargó de desarrollar la teoría de la pirámide de la accidentalidad en 1996 después de haber analizado un millón setecientos mil partes de accidentes laborales repartidos entre 300 empresas. Así pues, inventó una pirámide más rigurosa en la que mostraba la relación entre un accidente grave y otros 10 accidentes leves.
Pirámide de accidentalidad para accidentes de trabajo
Independientemente de si estamos hablando de la versión de la pirámide de Heinrich o de Bird, ambas señalan que a una empresa le conviene más centrarse en solucionar los riesgos que llevan a accidentes leves y frecuentes antes que volcarse en paliar los riesgos para accidentes graves pero muy improbables. Al fin y al cabo, un cúmulo de accidentes leves en el escalón más bajo de la pirámide de Bird pueden desembocar en algún accidente grave y, por tanto, en grandes pérdidas para la empresa.
La teoría de Bird también deja claro que predecir accidentes graves es muy complicado, ya que su incidencia suele ser muy baja y ocurren de forma totalmente aleatoria. Muchos accidentes sin daños humanos o materiales pueden quedarse en un susto, pero si tentamos a la suerte y dejamos que ocurran muchos accidentes insignificantes, al final nos exponemos a sufrir un accidente no tan leve como lo esperado.
Frank Bird y el Control Total de Pérdidas (CTP)
Fue tal la importancia del estudio de Frank E. Bird y las conclusiones de sus análisis, que no solo se circunscribieron al ámbito de los accidentes laborales, sino que dieron lugar a un nuevo modelo de gestión del riesgo, denominado Control Total de Pérdidas (CTP) o Loss Control Management.
Este nuevo modelo puede resumirse en el siguiente presupuesto: Todo accidente de trabajo tiene siempre causas básicas, causas inmediatas y consecuencias. La novedad del sistema de Control Total de Pérdidas, es que se constituía en una herramienta de la Gerencia y Dirección de la empresa, orientada prioritariamente hacia la detección y control de las causas básicas de las pérdidas o accidentes y no sobre las causas inmediatas ni las consecuencias de los mismos.
El modelo de Control Total de Pérdidas, se basó en cuatro proposiciones fundamentales:
- La seguridad es buena para la empresa y sus resultados.
- La gestión proactiva de la seguridad es mucho mejor que la reactiva.
- Las pérdidas se deben, en última instancia a la falta de un buen sistema de gestión.
- Las auditorías permiten evaluar la efectividad de dicho sistema de gestión.
Con el tiempo el modelo CTP se transformó en el ISRS (International Safety Rating System) desarrollado y aplicado por Det Norske Veritas (DNV), convirtiéndose en una aplicación administrativa de los principios de CTP.
El nuevo modelo, el DNV-ISRS 2005, se articuló en 20 elementos, que se descomponían en 127 puntos y 800 criterios distintos susceptibles de mejora dentro del sistema de gestión del riesgo de una empresa.
Hoy en día está considerado como uno de los mejores modelos de Gestión del Riesgo o del Control de Pérdidas del mundo empresarial a escala global.
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Gestión Integrada
Comentarios
Yo la he usado y es muy útil y reveladora. Era la primera información que se presentaba en las auditorías del Safety Pillar de la WCM.Con la información de la pirámide (yo la conozco como Pirámide de Heinrich) se deduce el tipo de gestión que se realiza en la empresa y la evolución de la misma. Muy recomendable su uso.