Los Drones o UAV (vehículo aéreo no tripulado) son aeronaves que en sus inicios fueron empleados con fines militares gracias a sus ventajas, técnicas, estratégicas y de seguridad. Frecuentemente los avances militares se suelen extrapolar a la investigación científica. Y a lo largo de los últimos años han aparecido grandes aplicaciones en la investigación en el sector del medio ambiente gracias a ventajas como:
- Reducir costes y agilizar el tiempo.
- Gran potencial en áreas muy diversas, ya que puede desplazarse rápidamente sobre un terreno irregular o accidentado y superar obstáculos.
- Captura de datos de mayor nivel de detalle y por lo tanto menor error de precisión.
- Obtención de imágenes de alta resolución.
- Capacidad de capturar datos 3D del terreno.
- Reducir la altura de vuelo respecto a otras técnicas y por tanto evitando realizar posteriormente correcciones atmosféricas producidas por irregularidades como nubes, nubes, aerosoles…
- Gran estabilidad permitiendo mejores fotografías.
- Posibilidad de vuelo a bajas velocidades.
- Pueden equiparse con GPS.
- Capacidad de diseñar el recorrido del vuelo.
- Rapidez para preparar un vuelo.
- Posibilidad de integrar un equipo de drones para un mismo proyecto y trabajar conjuntamente.
Las aplicaciones medioambientales donde los drones son de gran utilidad son:
Información geográfica: Es el campo donde los drones han realizado mayores avances en la actualidad. Permiten generar mapas del terreno, modelo de elevaciones, fotografías aéreas, mapas 3D, etc. Hay incluso proyectos de drones para realizar mapas oceánicos.
Contaminación atmosférica: Analizando la calidad del aire en zonas urbanas y permitiendo la medición por parte de los investigadores de forma activa, rápida y multi-espacial. Los investigadores pueden medir las concentraciones de sustancias como PM10, ozono o NO2, y generar mapas de índices de polución y contaminación lumínica.
Seguridad: Al ser vehículos no tripulados pueden realizar tareas de búsqueda en ámbitos peligrosos como desastres naturales, terremotos, inundaciones, tornados etc. Un ejemplo de ello es el desastre radiológico de Chernóbil y Fukushima, donde tomar muestras por parte de operarios tiene un alto riesgo de intoxicación.
Agricultura: Respecto a la vegetación se puede: realizar inventarios de especies, estudios del estado de la vegetación y ciclos vegetativos, densidad de la cobertura vegetal, patrones espaciales de distribución de la biodiversidad, etc. Los agricultores pueden ahorrar dinero en el control de malas hierbas, actuando específicamente donde han sido localizadas y así evitar también mayor contaminación de pesticidas.
Ocupación de suelo: Se puede realizar un seguimiento exhaustivo de la ocupación del suelo, y realizar un seguimiento de la planificación urbanística, así como la monitorización de la situación del tráfico.
Gestión forestal: La cartografía forestal debe estar actualizada para el control de la deforestación/reforestación. Una importante función de los drones es el control de incendios realizando una supervisión constante y permitiendo estudiar la evolución del fuego e identificar los focos activos.
Protección de la fauna: Permitiendo realizar un control de vigilancia y monitoreo. Uno de los grandes problemas en muchos parques naturales es la caza furtiva de animales en peligro de extinción, como puede ser el elefante africano en África. Los drones pueden ir equipados con cámaras infrarrojas para la detección de cazadores furtivos en los vuelos nocturnos.
Debido a que esta tecnología se encuentra en plena efervescencia, en un futuro se descubrirán nuevas utilidades en la investigación científica que nos ayudarán a conocer y gestionar nuestro planeta.
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Comentarios
Excelente artículo en tan pertinente tema. Sin lugar a duda que los drones, o Vehículos Aéreos No Tripulados (VANT) se han convertido en una importante herramienta, aunque esto no es nuevo, pero recientemente ha empezado a utilizarse en algunos sectores como en el sector comercial, la construcción, la agricultura, entre otros. En esta oportunidad me referiré a la agricultura, que ha tenido mayor accesibilidad a estas herramientas, aumentando las actividades de digitalización, que han hecho que los drones se conviertan en aliados para la producción agrícola global.
En caso particular de mi país Honduras, algunas empresas han impulsado su uso en la agricultura, donde se demuestra incrementos en la cosecha de hasta 15% como es el caso del arroz. Una de las ventajas de esta tecnología es que ofrece mayor eficiencia, al aplicar la cantidad de insumos de manera adecuada y en zonas aptas para cultivos agrícolas, además favorecen los procesos de siembra, reducen los costos de riego, abono y fumigación, en gran medida el uso del agua, los riesgos de contaminación ambiental, el contacto de agricultores y productores con los insumos agroquímicos, aspectos que lo convierten en una tecnología más sostenible, respetuosa con el medio ambiente.
Al respecto surge alguna inquietud, ¿hasta qué punto tienen acceso un pequeño productor en países pobres como los nuestros a este tipo de tecnología?, la respuesta es, dependerá de los precios, ya que, si estamos pensando en aquellos más sofisticados y complejos, no estaría al alcance de este segmento de productores, por lo cual es preciso conocer de qué valores estamos hablando, en función de los equipos que lleven instalados, su autonomía, entre otros aspectos.
Saludos
Marvin Oseguera
Honduras
Estudiante de la maestría de economía verde y circular del INESEM