La reforestación en España, necesidades y avances.

Podemos entender la Deforestación como un proceso provocado generalmente por la acción humana, en la que se destruye la superficie forestal. Está directamente causada por la acción del hombre sobre la naturaleza, principalmente debido a las talas o quemas realizadas por la industria maderera, así como para la obtención de suelo para la agricultura y ganadería.

El proceso que reviste estos daños es la reforestación, que no es más que intentar paliar estos daños con la plantación de árboles para recuperar la vegetación natural que se perdió, con un programa de seguimiento para que se desarrollen adecuadamente.

Las consecuencias de la deforestación pueden llegar a ser muy graves, ya que acarrean procesos de erosión del suelo, desestabilizando las primeras capas de éste, y llegando a provocar inundaciones o sequías. Provocando la reducción de la biodiversidad tanto en fauna como en flora y contribuyendo al calentamiento global.

Esta situación puede darse tras talas inadecuadas, agricultura y ganadería demasiado agresiva, incendios, graves plagas en árboles o bien una construcción que limita los espacios rurales.

Puede llegar a ocasionar pérdidas de recursos genéticos, aumento de plagas, la citada erosión, impide recargas de acuíferos y demás problemas de tan graves consecuencias.

España es uno de los países, que, pese a todo, posee una recuperación forestal gradual, siendo el más alto de Europa, con un 2.19% de dicha recuperación. Estos datos son apoyados por la reducción de incendios del 10% en el que hablé hace unas semanas cuando hablábamos de incendios y verano.

A la vista de las duras consecuencias del proceso, son vitales iniciativas gubernamentales conducentes a la reforestación eficaz. Recientemente una empresa española ha comenzado a usar técnicas que combinan la siembra con semillas tratadas para repoblar y reforestar, ayudando sobre todo en zonas complicadas, y además con mayor rapidez. Dicha técnica no supera los 900 euros por hectárea y además fomenta un reparto más uniforme, evitando excesivo follaje en ciertas zonas, que puede ser motivo de incendios.

En la actualidad hay programas como por ejemplo el del Parque Nacional de Monfragüe, con el cual se plantarán encinas y alcornoques en parcelas acondicionadas. Este proyecto dotado de 50.000 euros, forma parte de las actuaciones para proteger el bosque mediterráneo en “condiciones controladas”. Dicho proyecto está dotado de una cámara de fototrampeo y un sistema de riego por goteo y además, estará vigilado durante al menos 8 o 10 años con el objetivo de comprobar la eficacia del mismo.

También hay programas Europeos como el de “Desiertos Verdes”, para evitar la desertificación con un sistema de irrigación que permite, a bajo coste recuperar zonas áridas con su “anillo protector” que no es más que un depósito que permite aprovechar el agua del rocío durante la noche o la de la lluvia.

A la vista de la importancia de recuperar las zonas verdes perdidas, es primordial la prevención para evitar incendios y una política efectiva en materia preventiva y correctora no sólo en cuanto a ellos, sino también en cuanto a construcción, ordenación de agricultura y de ganadería.