Comentamos en un post anterior, que cuando se sospecha que la exposición a un determinado contaminante químico, está cerca del valor límite, la normativa vigente, “aconseja” realizar un Estudio Detallado, basado en el muestreo in situ de los agentes químicos. En este tipo de situaciones hay que considerar cuatro variables antes de comenzar a realizar dicho muestreo:
- Selección de los trabajadores a muestrear.
- Selección de las condiciones de medida.
- Modelo para la medición.
- Procedimiento de medida.
Selección de los trabajadores a medir
Tratándose de agentes químicos, se puede realizar un muestreo estadístico, pero tiene el inconveniente de que son necesarias un gran número de muestras y que existe el peligro de perder grupos pequeños de alto riesgo. La opción más usual en estos casos, es dividir a la población expuesta en grupos homogéneos de exposición, donde se supone que la variación de la exposición es menor que en el total. Una vez hechos los grupos, se debe muestrear al menos a un trabajador de cada diez del grupo. Pero hay que tener en cuenta que la frecuencia de las mediciones y el número de trabajadores a muestrear dependen de:
- La precisión que se necesite en la evaluación de la exposición.
- De lo alejada que esté la exposición del valor límite.
- De las propiedades del agente químico.
Si se tiene constancia o se sospecha que se está próximo al valor límite del contaminante químico, entonces se tomarán al menos seis medidas dentro del grupo, en caso de que este fuera inferior a seis trabajadores, se puede muestrear más de una vez al mismo trabajador.
Cuando ya se han tomado y analizado las muestras de un grupo homogéneo, si los resultados dicen que la exposición de un trabajador es menor de la mitad o mayor del doble que la media del grupo significa que o no se han elegido bien los grupos, o no se ha realizado bien esa medición.
Por otra parte, si la exposición se caracteriza por la presencia de picos de concentración, en ese caso, habrá que evaluarlos de acuerdo con los valores límite de corta duración.
Selección de las condiciones de medida
Lo ideal es evaluar la exposición del trabajador, mediante la toma de muestras personales, a lo largo de toda la jornada de trabajo y que sean representativas, de las distintas actividades que pueda desarrollar durante dicha jornada. Este procedimiento no siempre es muy práctico, pero al menos si da la información necesaria, sobre tareas para las que es más difícil conocer la exposición.
Se aconseja también realizar las mediciones en un número suficiente de días (pueden ser de lunes a viernes, por ejemplo). También es importante tener en cuenta las variaciones ambientales debidas a diferentes turnos o épocas del año.
Si se han identificado los momentos o procesos en los que la exposición es mayor, los periodos a muestrear se eligen de manera que cubran esos periodos. Esto se llama muestreo en el caso más desfavorable. Por otra parte, también se pueden identificar estos momentos mediante un procedimiento semicuantitativo (es un procedimiento de medida rápido y sencillo, aunque no proporcione el mismo nivel de exactitud en las mediciones). Esto es particularmente importante en los sitios donde el trabajo varía mucho a lo largo de la jornada.
En el próximo post analizaremos las dos variables siguientes.
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