La economía verde y circular no debe entenderse como una meta, sino como un mecanismo integral y funcional, que busca fomentar los sectores más ventajosos para la sociedad.
Es decir, la nueva economía se plantea como la solución frente a la crisis económica y ambiental que vivimos en la actualidad.
Pero.. ¿qué propone exactamente?
¿Qué es la economía circular?
¿Tengo qué preocuparme por mi negocio?
Si te interesan estas y otras muchas cuestiones: ¡Sigue leyendo!
Economía Verde: el Modelo Ecológico
El actual modelo de economía marrón se centra en la obtención de beneficios a corto plazo, sin tener en cuenta la desigualdad social o el agotamiento de los recursos.
Como solución al modelo empobrecedor, la green economy propone varias líneas de actuación:
- Reducir las emisiones de carbono.
- Mejorar la eficiencia energética.
- Realizar un consumo doméstico e industrial responsable.
- Optimizar el empleo de recursos naturales.
- Proteger la biodiversidad.
Si bien, para poder implementar un modelo que nos permita avanzar hacia la transición ecológica debemos crear un escenario propenso para una transformación acelerada.
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Aplicaciones eólicas.[/caption]
Es decir, la sociedad, en su conjunto, tiene la responsabilidad de:
- Promover inversiones, tanto públicas como privadas, a los sectores verdes o a aquellos que producen alternativas sostenibles.
- Apoyar reformas políticas y cambios regulatorios que reconstruyan o preserven el capital natural.
- Frenar los niveles de consumo actual, realizando una labor pedagógica sobre la renuncia de privilegios.
Podemos, por tanto, definir la Economía Verde como: un sistema integrado y estructural el cual promueve un modelo de consumo respetuoso con el entorno y los recursos naturales.
Economía Circular: el Modelo Responsable
La economía actual se basa en sistemas de producción lineales. Es decir:
- La industria explota los recursos,
- se transforman en productos y consumibles,
- los adquirimos los consumidores,
- se usan,
- y, finalmente, se desechan, llegando en su mayoría a vertederos y oceános.
Es el modelo también denominado "de usar y tirar".
La economía circular se sustenta sobre las famosas tres erres: reciclar, reutilizar, reducir; para proponer un concepto multi-R, el cual tenga un menor impacto sobre el medio ambiente, siendo más eficiente con los recursos, y suprimiendo el uso de las energías fósiles.
¿Concepto Multi-R?
Los modelos lineales están sometidos a las fluctuaciones de precios, al posible acceso a materias primas, y a intereses económicos y geopolíticos que contribuyen a la degradación de nuestros ecosistemas.
El modelo Multi-R, propuesto por la economía circular, apunta al ecodiseño, la simbiosis industrial, la economía de la funcionalidad, y la reparación.
Y para ello, nos expone 9 R's:
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Las Nueve R's de la Economía Circular.[/caption]
Podemos, por tanto, definir la Economía Circular como: Una economía restaurativa y regenerativa, pensada para mantener la utilidad y el valor de nuestros productos y componentes el máximo tiempo posible.
¿Dónde actuar?
Para poder realizar un cambio de modelo estructural, el cual implique a toda la sociedad, y cuya profundidad modifique, de forma irreversible, la corriente de pensamiento actual y futura, debemos asociar objetivos específicos a transformaciones sectoriales claves:
- Debemos preservar nuestros bosques. Reducir la deforestación, aumentando la reforestación.
- El sector agropecuario necesita una normativa estricta. El uso de fertilizantes, pesticidas, o nutrientes se ha de realizar de forma controlada, primando por el largo plazo de nuestros suelos. Del mismo modo, tenemos que cambiar las prácticas de administración del agua.
- Y es que el agua es uno de los grandes pilares de actuación. Hay que procurar un uso eficiente, preservando las fuentes naturales. Y reduciendo la cantidad de residuos emitida a nuestros mares.
- La pesca se convierte en otro sector objetivo. Es necesario un modelo de producción y financiación más respetuoso con el medio ambiente. Estamos alcanzando los límites pesqueros a nivel mundial.
- El turismo, dado su carácter internacional, es quizás la industria que mayor cooperación presta. Hemos de poner fin a los servicios low cost que, si bien producen una parte importante de nuestro PIB, privatizan a un precio muy bajo nuestros recursos naturales. Se ha de fomentar el consumo y la participación local.
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No contamines los océanos.[/caption]
- La transición ecológica apuesta, le pese al sector que le pese, por las energías renovables. Hemos de invertir en biocombustibles, mixes energéticos sostenibles, aplicaciones fotovoltaicas, eólicas...
- Asociar movilidad y territorialidad es uno de los objetivos de la transición del transporte. Debemos modificar el sistema actual de vehículo privado por un modelo que apueste por el transporte público y compartido.
- Finalmente, para el modelo estructural de consumo, hemos de exigir a la industria manufacturera: mayores ciclos de vida en sus productos, procesos de reciclaje y rediseño continuos, uso de energías renovables, el fin de la obsolescencia programada; entre otras medidas.
Conclusión: El 2% del PIB Global basta
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) conceptualiza la economía verde y circular como:
"Aquella que da lugar al mejoramiento del bienestar humano e igualdad social, mientras que se reducen significativamente los riesgos medioambientales y la escasez ecológica."
Dicha definición posee un factor de inseparabilidad sumamente interesante:
Se debe actuar sobre la sostenibilidad en sus tres vertientes: la social, la económica y la ambiental.
Es un cambio de modelo radical y necesario, si bien, diferente para cada país que lo implemente.
Pero es un modelo mejor: más eficiente, más igualitario, y no limitado; por lo que el argumento de "frenar la economía" ya no tiene sentido.
De hecho, se calcula que: si se destinara un 2% del PIB global, hasta 2050, a la transformación verde de la economía mundial, se generaría el mismo empleo que con el actual modelo, y se desarrollaría un crecimiento sostenible más beneficioso a medio y largo plazo, sin tener en cuenta la cantidad de beneficios sociales y ambientales que originaría.
Además, para tal transición, los países disponen de cada vez más herramientas: incentivos fiscales, subvenciones, impuestos sobre emisiones, regulaciones sectoriales, inversión pública en investigación, desarrollo e innovación verde...
No existen ni excusas, ni tiempo.
¡Únete a la economía verde y circular YA!
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Gestión Integrada