¿Es la economía circular el futuro?

Vivimos en tiempos de cambio, tiempos convulsos, con incertidumbre ante lo que pueda suceder en la economía mundial y en donde resulta complicado predecir qué puede ocurrir en el futuro. En los últimos años se está produciendo un cambio en la manera de pensar y, por tanto, en la idea de cómo actuar para no condicionar negativamente a las generaciones venideras.

Más recientemente surge el concepto de economía circular, que nace como una iniciativa ante una situación que se piensa insostenible y que tiene un objetivo claro. En el siguiente artículo vamos a tratar el tema de la economía circular, su origen y tendencia.

¿Qué es la economía circular?

La economía circular se trata de un sistema de producción y consumo que pretende crear un valor añadido intentando compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes tantas veces como sea aceptable. Es decir, intentar extender, todo lo que sea posible, el ciclo de vida de los productos.

Por tanto, la economía circular aspira a reducir al máximo los residuos, procurando que los materiales de cualquier producto se mantengan dentro de la economía tanto tiempo como sea posible. Crear un valor añadido fomentando que sean productivamente utilizados tantas veces como sea viable.

Esta idea surge, por primera vez, en 1989, cuando Pearce y Turner, en su libro “Economía de los Recursos Naturales y del Medio Ambiente”, le dedica un capítulo a “La economía circular”. Idea que ha ido desarrollándose e introduciéndose en los ámbitos académico, político, económico, empresarial y social.

Tanto avanzó que se convirtió en una de las siete iniciativas de la estrategia Europa 2020 para generar un crecimiento inteligente, sostenible e integrador y que, en marzo de 2020, propuso un nuevo Plan de Acción de Economía Circular.

Aspectos clave y funcionamiento de la economía circular

Para que la economía circular sea efectiva y eficiente, es necesario la confluencia de los aspectos ambientales con los económicos y los sociales. Todo ello para reducir, al máximo, la generación de residuos.

Los principios básicos en los que se asienta este tipo de economía son:

• Eco-concepción: el ciclo de vida del producto se ve influido por los impactos ambientales desde el primer momento de su concepción.
• Ecología industrial y territorial: establecimiento de una organización industrial con una mayor eficiencia en almacenamiento y flujo de materiales y energía.
• Funcionalidad: importancia del uso, en detrimento de su posesión.
• Reciclaje económico: reintroducir en el circuito económico aquellos productos que ya no se corresponden a las necesidades iniciales de los consumidores.
• Reutilización, reparación y reciclaje: reutilizar los materiales, repararlos y/o reciclarlos para darle una segunda vida.
• Valorización: obtención de energía de los productos que no se puedan reciclar.

De esta forma, la economía circular está dirigida a los actores públicos encargados del desarrollo sostenible y del territorio, a las empresas, que buscan beneficios, y a la sociedad, que debe de preguntarse sobre sus necesidades. 

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Economía Lineal vs Circular

Tradicionalmente, el modelo económico ha tenido una tendencia lineal, basado en el concepto de “usar y tirar”. Se tomaban las materias primas, se fabricaba el producto y se desechaba. Aquí no se contempla el cuidado ambiental, intentando llegar al recurso fácilmente y sin reparar en el consumo energético, con el fin de abaratar costes.

El aumento de la demanda de materias primas, unido a la escasez de los recursos, son algunos de los motivos principales para que el desarrollo de la economía circular sea viable. El aumento de la población y el hecho de que muchas materias primas, esenciales, sean finitas está haciendo que el paradigma del actual modelo económico pueda estar llegando a su final.

En cambio, el modelo de economía circular presenta una nueva visión sobre los materiales, el uso de la energía, la actuación ante los residuos y el reciclaje. Todo ello con el fin de ser más eficientes con los recursos, sin escatimar en la creación de empleo y riqueza.

De esta forma, se intenta pasar de un modelo de consumo rápido hacia uno que pretende reducir al máximo la cantidad de desechos, manteniendo el ciclo productivo la mayor cantidad de tiempo posible.

¿Qué beneficios aporta la economía circular?

Avanzar hacia una economía circular debería de traer consigo una reducción de la presión sobre el medio ambiente, además de ayudar en la cadena de suministro de materias primas, avivar la competitividad, favoreciendo la innovación y, en última instancia, el crecimiento económico.

Por tanto, los beneficios de adoptar esta estrategia son diversos, siendo el principal el del efecto positivo sobre el medio ambiente. Su desarrollo debe de ayudar a la disminución del uso de recursos, además, la producción de residuos y el consumo energético debería de reducirse.

Además de las ventajas ambientales, es destacable cómo, esta actividad emergente, puede ayudar a la creación de empleo y riqueza, proporcionando productos más duraderos e innovadores. Todo esto dotaría a los consumidores de un ahorro económico y una mayor calidad de vida.

Un claro ejemplo es el que lleva a cabo la empresa vasca EKOREC. Desde hace años trabaja con el reciclaje de residuos de PET (Politereftalato de etileno) para la fabricación de alfombras de los automóviles y las bandejas de los maleteros. De esta manera, el material plástico procedente de botellas vuelve a tener una vida útil.