Los síntomas derivados del cambio global se hacen cada vez más patentes. Son numerosos los problemas climáticos que afectan, de manera drástica, a la sociedad. No obstante, a estos problemas derivados del aumento de temperatura hay que añadir otros, como los movimientos en masa de personas, enfermedades nuevas, disponibilidad de recursos, …
Por esto, las corporaciones llevan años intentando desarrollar una metodología de trabajo que pretende ser sostenible con el medio, siendo la ESG uno de los pilares fundamentales en este tipo de inversiones sostenibles. ¿Son así más atractivas estas empresas?
¿Qué significa ESG?
Las empresas, en los últimos tiempos, han ido evolucionando hacia una perspectiva en la que su cultura laboral se intenta orientar hacia un mayor bienestar de sus trabajadores. Toda la estructura productiva pretende verse beneficiada por la actividad laboral, siendo el medio ambiente, y aquí lo interesante, una pieza clave en este entramado. La sostenibilidad empresarial como base del crecimiento económico.
Teniendo en cuenta esta idea de base, se produce un cambio en la metodología y manera de actuar de las corporaciones que pretendan alcanzar dicha sostenibilidad sin rechazar al crecimiento. Es aquí donde surge el concepto de ESG.
ESG, por sus siglas en inglés, hace referencia a variables ambientales, sociales y de gobernanza corporativa (Environmental, Social and Governance). Estos son los factores que tienen en cuenta a la hora de realizar una inversión en una empresa.
Los criterios ESG no son nuevos, pero han alcanzado gran importancia tras la pandemia. A continuación, veremos por qué son tan importantes y hacia dónde se dirigen.
Criterios ESG
Como se ha indicado con anterioridad, los criterios ESG no son algo novedoso, ya que llevan tiempo actuando como paraguas de distintas acciones empresariales relacionadas con la responsabilidad social corporativa (RSC) y la sostenibilidad.
Por tanto, los criterios ESG suponen una apuesta clave para el crecimiento sostenible en el que la rentabilidad monetaria no es el único indicador para identificar si una actividad económica es idónea.
Los criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo son las variables no financieras más importantes de las empresas. Estos factores son usados por los inversores para evaluar la sostenibilidad de las empresas.
Renuevan el concepto de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) en torno a tres ejes, siendo pilares fundamentales:
Analiza el impacto de la empresa hacia el medio ambiente, estableciendo metas de mejora con el fin de disminuir el cambio climático, reducción de la huella de carbono, gestión adecuada de recursos, generar eficiencia energética y uso de energías limpias y renovables.
Estos principios evalúan la relación de las empresas con el entorno y muestran el grado de implicación con las comunidades a las que pertenece. Puede valorarse desde dos ópticas distintas:
- Interior de la organización: políticas que respeten los derechos humanos, la equidad, estándares adecuados
- Exterior: generando vínculos con la comunidad y promoviendo el desarrollo social
Relacionado con la gestión de la empresa y su transparencia. Es un factor clave para las inversiones y los accionistas, ya que se trata de un indicador de calidad, compromiso y responsabilidad social.
El inicio de las inversiones sostenibles
A partir de la segunda mitad del siglo XX el compromiso ambiental empezó a hacerse patente y, con esto, vino asociado al inicio del concepto de inversión sostenible.
La idea era la de promover unas prácticas ambientales y sociales que fueran adecuadas. Algunas empresas comenzaron a incluir estas ideas en sus proyectos, favoreciendo la creación de mejoras en las comunidades y en el medio ambiente a través de la realización de una inversión ética.
La creación del Dow Jones Sustainability Index (DJSI), en los 90, fue un gran apoyo a la hora de introducir los criterios de sostenibilidad. Se trata del primer índice que, a nivel global, evalúa a las empresas punteras en sostenibilidad.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) también puso en marcha los Principios para la Inversión Responsable, favoreciendo a la introducción, ahora sí, del concepto de inversión sostenible. Un término que llegó para quedarse.
Tendencias: ¿qué futuro nos espera?
Cada vez son más las empresas que tienen en cuenta, para sus estrategias de negocio, los criterios ESG. El Índice Down Jones de Sostenibilidad indica un crecimiento de más del 60% entre 2008 y 2021, pasando de 4500 a 7400 empresas punteras en sostenibilidad.
También han incrementado su importancia a raíz de la Agenda 2030, en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Por otra parte, la Unión Europea también está ejerciendo su poder impulsor hacia una financiación sostenible. La transformación digital, que está cambiando la manera de trabajar, tiene repercusión sobre los criterios ambientales y los derechos humanos.
Especial importancia tiene el nuevo modelo económico basado en la economía circular, que intenta dar respuesta a los desafíos ambientales y sociales que generen valor para las empresas.
Los retos en materia de sostenibilidad requieren de una estrategia y compromiso de las empresas, objetivo primordial para Europa, que avanza en una nueva directiva que vele por la calidad de los informes de las empresas acogidas a estos criterios ESG.
Importancia
Como venimos hablando, cada vez son más las empresas que empiezan a adoptar los criterios ESG que, como consecuencia de la gran aceptación por parte de los consumidores, obtienen un valor añadido para sus productos.
Esto viene unido a que, en muchas ocasiones, fomentan la creación de normativas y leyes que dan mayor prestigio a dichas corporaciones, al tiempo que pueden obtener una mayor fuente de ingresos.
De esta manera se pretende que el futuro de las empresas esté orientado hacia la adopción de los criterios ESG que favorezcan a la sostenibilidad del medio y ayude al bienestar, general, de la sociedad.
Este nuevo paradigma de desarrollo empresarial va a ayudar a la preservación del medio ambiente, teniendo en cuenta la nueva visión de la sociedad, más concienciada con la conservación, y dispuesta a combatir el cambio global.
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