Continuando con los post dedicados a la clasificación de los incendios, hoy trataremos las Clases de Fuego, más concretamente el fuego Clase D que son aquellos que tienen como combustible algún tipo de metal (como el magnesio, potasio, sodio, aluminio, etc).
Aunque parezca lo contrario, todos los metales en las condiciones adecuadas pueden entrar en combustión. Por ejemplo, el hierro en forma de acero o el aluminio, en principio, están considerados materiales no combustibles. De hecho, se utilizan en la fabricación de estructuras, pero esos mismos materiales en formas de polvo de aluminio o de virutas o fibras finas en el caso del hierro pueden entrar en ignición fácilmente y, además hacerlo de forma muy intensa.
Algunos metales deben mantenerse aislados
Lo mismo pasa con otro tipo de metales cuando están en forma de limaduras, polvo o tiras finas, como el caso de los alcalinos (potasio, sodio o litio) y los alcalinotérreos (magnesio, zinc o calcio). De hecho a veces la combustión se produce tan fácilmente y la reacción puede ser tan violenta, que algunos metales deben almacenarse aislados del contacto con el aire, en atmósferas inertizadas (con nitrógeno por ejemplo) o en líquidos neutros.
Todos los metales combustibles y los que además entran fácilmente en ignición, suelen producir unas reacciones de combustión muy violentas, con procesos de oxidación de alta velocidad y fuertemente exotérmicos, con una liberación de calor por unidad de medida, mucho mayor que, por ejemplo la mayoría de los líquidos combustibles. Esto se produce en el caso de que estén en forma de polvo sedimentado, porque si el polvo se encuentra en suspensión la combustión es tan violenta que lo que se tiene es una explosión.
No es posible el uso del agua para extinguir incendios de fuego clase d
Debemos tener en cuenta además un dato importantísimo, la combustión de estos metales como el magnesio o el sodio, se debe a un proceso de oxi-reducción más que de oxidación, lo que quiere decir que se puede dar sin presencia de oxígeno. Tienen una capacidad de combustión tal y una afinidad tan alta con el oxígeno, que pueden seguir en combustión sobre los medios de extinción que se suelen usar para extinguir fuegos de tipo A, B y C (como el dióxido de carbono o el nitrógeno). Además, el uso del agua en cualquier de sus formas está totalmente descartada para la extinción de los fuegos de clase D, algunos metales como el potasio o el sodio, entran en combustión espontánea al contacto con ella, en una reacción rápida y fuertemente exotérmica que suele finalizar en una explosión.
Por estas razones la extinción de este tipo de fuegos es tan delicada y los medios de lucha contra ellos han de escogerse de manera específica. Por lo pronto no es aconsejable acercarse a este tipo de incendios sin la dotación adecuada de equipos de respiración autónoma y ropa protectora, es recomendable también la instalación de sistemas automáticos o de control remoto para minimizar la presencia de personas en las cercanías. La detección precoz y la intervención rápida alejando de la zona del incendio de otros metales o materiales combustibles para reducir la cantidad es otra buena medida al respecto.
Los extintores tipo D
Los medios de extinción empleados en los fuegos de Tipo D, se agrupan bajo la denominación de polvos especiales, que son un conjunto de mezclas de composición y dosificación variadas y que cada fabricante patenta. Entre estos polvos especiales, también encontramos los extintores tipo D, que contienen estas soluciones químicas dosificadas destinadas a apagar fuegos provocados por combustibles muy variados como los mencionados anteriormente (magnesio, titanio, zirconio, sodio, potasio). Por su especificidad, los extintores tipo D suelen encontrarse únicamente en la industria del metal y la siderurgia.
Los extintores tipo D actúan contra los incendios absorbiendo su calor y enfriando el material combustionado. Hay que tener en cuenta que aunque un extintor sea de tipo D, puede no resultar igual de efectivo para un incendio de según que tipo. Por ello, es necesario ahondar en qué polvo especial lleva cada extintor tipo D y cuál combatirá más eficientemente el fuego provocado por cada metal combustible en específico, siguiendo el protocolo esperado en un incendio.
Como ejemplo de estos polvos especiales tenemos:
– Modelo 570: que contiene como agente extintor, una mezcla de cloruro de sodio en polvo seco, muy eficaz con los fuegos con magnesio, sodio, potasio o aluminio el polvo.
– Modelo 571: su contenido extintor se basa en el polvo de cobre (un agente extintor de gran capacidad), se usa sobre todo para fuegos relacionados con materiales como el litio.
En las próximas semanas trataremos los fuegos de tipo F. Por otra parte, y aunque ya no estén reconocidos por la Regulación Europea, también trataremos los fuegos de la antigua Clase E (de origen eléctrico).
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Comentarios
Buenas el extintor polvo ABC 43a 233B C, seria catalogado como tipo D.
Este tipo de extintores D, necesitan una señal de extintor distinta a las habituales ABC o CO2. gracias