Una vez se ha producido un accidente de trabajo, para poder realizar una investigación del mismo, previamente es necesario haber llevado a cabo una toma de datos.
Se trata de reconstruir “in situ” las circunstancias que concurrieron en el momento inmediatamente anterior al accidente y que permitieron o posibilitaron la materialización del mismo.
Ello exige recabar todos los datos sobre el accidente, el tiempo, el lugar, el agente material, las condiciones del agente material, el puesto de trabajo, las condiciones del puesto de trabajo, la formación y experiencia del accidentado, los métodos de trabajo, la organización de la empresa, etc. Todos aquellos datos complementarios que se juzguen de interés para describir secuencialmente cómo se desencadenó el accidente.
En la acción de recabar los datos anteriores hay que tener presentes varios criterios
- Evitar la búsqueda de responsabilidades. Una investigación técnica del accidente persigue identificar “causas” (factores), nunca responsables.
- Aceptar solamente hechos probados. Se deben recoger hechos concretos y objetivos, nunca suposiciones ni interpretaciones.
- Evitar hacer juicios de valor durante la “toma de datos”. Los mismos serían prematuros y podrían condicionar desfavorablemente el desarrollo de la investigación.
- Comenzar la investigación del accidente lo más inmediatamente posible. La toma de datos deberá realizarse en el mismo lugar donde haya tenido lugar el accidente, verificando que no se hayan modificado las condiciones del lugar. Comprobar si la situación de trabajo en el momento del accidente se correspondía a las condiciones habituales o se había introducido algún cambio ocasional.
- Obtener declaraciones, si es posible, del propio accidentado, testigos presenciales, otros trabajadores que ocupen o hayan ocupado ese puesto de trabajo, mandos, miembros de la organización preventiva de la empresa y representantes de los trabajadores (delegados de prevención). Es conveniente realizar las entrevistas de forma individualizada.
Información a solicitar
La información que se deberá solicitar es un relato cronológico de lo que sucedió hasta el desencadenamiento del accidente.
Si es preciso, se deben efectuar fotografías y recoger muestras para realizar un posterior análisis y en el caso de que sea preciso realizar mediciones ambientales.
Es conveniente tratar de detectar el mayor número de factores causales posibles. Analizar cuestiones relativas tanto a condiciones materiales de trabajo, como organizativas y de comportamiento humano aumenta la calidad y utilidad de la investigación.
Una vez que se ha obtenido toda la información posible sobre el accidente, se debe proceder al análisis exhaustivo y a efectuar una valoración global de toda esa información atendiendo a su fiabilidad y secuencia lógica, que permita llegar a la compresión del desarrollo de los hechos.
Llegados a este punto es el momento en que comienza el trabajo de gabinete. Con los datos obtenidos hay que empezar a redactar el informe de investigación, comenzando por la determinación de las causas del accidente, cuestión que abordaremos en el siguiente post.
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