Dubrovnik, para muchos un nombre completamente desconocido. Pero para otros, quiénes la han visitado, una ciudad memorable.
Una de las claves del negocio turístico (mucho más que en otra clase de sectores) consiste en anticiparse a la hora de descubrir un lugar con potencial. Por ejemplo, quién vio en Ibiza un lugar turístico con posibilidades antes de que se convirtiera en lo que es hoy en día, pudo invertir allí sin los altos costes que ahora mismo implicaría comenzar un negocio en este lugar.
Por ello, existe el puesto de responsable de prospección y expansión de mercado en las grandes cadenas hoteleras. Estas personas se encargan de “rastrear” lugares con elementos que puedan resultar de especial interés para los consumidores turísticos e invertir allí para crear nuevos establecimientos hoteleros a un coste menor en comparación a si estos destinos fueran ya referentes consolidados a nivel internacional.
La perla del Mar Adriático
Pues este es el caso que se empieza a percibir con Dubrovnik. Esta ciudad croata, conocida como la perla del Mar Adriático tiene todo a su favor para ser uno de los nuevos destinos referentes del turismo cultural y de sol y playa en Europa.
Si analizamos uno de los factores más importantes a considerar en un destino turístico, los transportes, la ciudad sale bien parada. Su aeropuerto conecta vuelos a diario con la capital de Croacia, Zagreb. Y en verano los vuelos se multiplican recibiendo aviones desde diversos puntos de Europa.
Desde el plano cultural, la ciudad es una de las de mayor tradición del este de Europa. Su muralla que fortifica parte de la ciudad, unida a las marcas que dejó la guerra contra Serbia, dotan al lugar de un interés histórico que va más allá de la búsqueda que pueda hacer el típico turista de verano. Además su downtown tiene esa magia tan necesaria para considerar un destino como único. Lo que aporta una afluencia continua en el número de visitantes durante todo el año.
Ibiza vs Dubrovnik
Pero si en este artículo realizamos una comparación con la inigualable Ibiza no es solamente por el turismo cultural y las buenas conexiones de la ciudad croata, sino por la incipiente competencia que puede empezar a hacerle a la isla balear en el ámbito del turismo de sol y playa. Ibiza, como referente mundial en este tipo de turismo, no tiene competidor alguno a su nivel. Pero si tuviéramos que nombrar alguna ciudad de la misma “fisonomía turística”, con un clima similar y con acciones y productos enfocados al mismo target de turista que tiene Ibiza, esa sería Dubrovnik. Por lo que no es raro afirmar que pueden ser muchos los turistas que en búsqueda de destinos sustitutivos del ibicenco busquen probar en esta zona del este de Europa.
Por último, como factor clave en este análisis se puede encontrar la cercanía de este destino respecto a Rusia. La llegada de turistas rusos a España ha ido aumentando considerablemente en los últimos años, éstos en su búsqueda de sol y playa unida a un trato al cliente exquisito y una gastronomía de alto nivel han ido eligiendo costas como la andaluza y la balear con una frecuencia cada vez mayor. Por ello, no sería de extrañar que encontraran este producto a un nivel similar en las costas de esta zona de Croacia, sumando como aliciente el considerable acortamiento de la duración de horas de trayecto.
Veremos si en unos años la hegemonía de Ibiza sigue persistiendo al mismo nivel al que se encuentra hoy en día o estas ciudades tipo Dubrovnik son capaces de “quitar” turistas a un destino con un producto tan cuidado y consolidado a nivel internacional.