La fórmula AIDA supone enfocarnos en las necesidades de nuestro cliente para orientarlo en sus decisiones de compra. Aunque supone una base para realizar un copywriting de éxito, llevada a cabo, puede suponer una gran diferencia en nuestro ratio de conversiones.
Y es que no basta con saber escribir y hacerlo bien, hemos de impresionar a nuestro cliente.
¿En qué consiste la fórmula AIDA?
El método AIDA fue formulado por Elias St Elmo Lewis en 1898 para describir las fases que recorre un individuo durante el proceso de compra y por tanto, existe antes del surgimiento del marketing digital.
Su acrónimo se corresponde con cada una de estas: Atención – Interés – Deseo – Acción (o en inglés, Attention-Interest-Desire-Action), y coinciden por tanto con las fases del embudo de ventas.
En pocas palabras, es una estructura de aplicación del copywriting que trata de impactar en el futuro cliente, captar su atención y conseguir influir en sus decisiones de compra.
Para aplicar el modelo, hemos de seguir una serie de fases con cuatro claves muy fáciles de entender.
¿Cuáles son las etapas del modelo AIDA?
Atención
En la primera fase, tratamos de llamar la atención. Como en todas las estrategias de marketing, necesitaremos conocer y motivar a nuestro buyer persona para hacerse con nuestro producto o servicio, o aquella conversión que hayamos establecido como objetivo. Para ello, hemos de comenzar por un buen titular.
Para conocer el éxito que hemos tenido en esta fase, podemos recurrir al número de clics en enlaces.
Interés
La segunda etapa del modelo AIDA, supone hacer sentir a nuestro público objetivo que tiene una necesidad, problema o deseo que seremos capaces de satisfacer, de modo que logremos que se identifique con lo que ofrecemos. Aquí, el usuario comienza a investigar, por lo que la escritura persuasiva es muy importante.
Podremos saber si esta fase va bien gracias al número de páginas vistas y el tiempo de permanencia, por ejemplo.
Deseo
En esta etapa, habremos logrado que en el futuro cliente surja la intención de compra, fomentando los beneficios que se obtendrán de esta acción, y que se traducirán en un deseo de comprar. No hablaremos de cuestiones físicas o técnicas, sino de lo que realmente supondrá elegirnos, para lo que podemos servirnos de una de las grandes estrategias de marketing: el marketing de contenidos.
Una métrica que nos puede ayudar a saber si funciona, es el porcentaje de “carritos” o el porcentaje de personas que llegan al pago.
Acción
La última etapa supone pasa a la acción y el cierre de la venta o conversión, por lo que hemos de facilitarlo y fomentarlo mediante por ejemplo, una página de ventas sencilla de usar o algún beneficio añadido como un descuento. Por tanto, aquí realizar un Call To Action (o llamado a la acción) que involucre al cliente fácilmente es esencial. Es el momento de dejar todo atado y bien atado.
Habremos logrado nuestros objetivos en esta etapa conociendo el porcentaje de suscripción, de compra, o aquellas conversiones que hayamos establecido.
¿Para qué se usa la fórmula AIDA?
Por tanto, con la fórmula AIDA nos acercaremos más a nuestro potencial cliente, de modo que captemos su atención a través de las distintas etapas del modelo que te he mostrado anteriormente.
La fórmula AIDA no debe enfocarse solo en redes sociales ya que resulta útil para el resto de acciones de copywriting. Desde elaborar un anuncio hasta la descripción de un artículo de nuestra página web, pasando por la redacción de un email. Por tanto resulta muy útil para realizar un llamado a la acción como la captación de leads.
Beneficios de la aplicación de la fórmula AIDA
En primer lugar, obviamente la primera ventaja es lograr un aumento de las ventas. A este respecto, podemos considerar que podemos acelerar el proceso de la venta, ya que nos enfocamos en el cliente, sus necesidades, deseos y cuestiones.
Además, a nivel práctico, te será más fácil organizarte y estructurar tu campaña a la vez que proporcionas información. Tendrás por tanto un objetivo claro que llevar a cabo en cada una de las fases.
Otro punto a tener en cuenta, es que el conocimiento de nuestro buyer-persona puede servirnos para cualquier otra estrategia de marketing.
También, llevaremos a cabo acciones de distinta índole, basadas en el tipo de conversión que queramos lograr, no solo referentes a motivar la venta.
Para concluir
Espero que con este artículo hayas aprendido algo nuevo sobre cómo sacar el máximo partido a tus conocimientos de copywriting. Como ves, la aplicación del método AIDA es muy sencilla, y a pesar de que haya pasado más de un año desde su creación sigue estando vigente en la creación de emails, anuncios y landing pages.
¿Conocías esta técnica? ¿La has usado alguna vez? ¿Conoces otro método que podamos usar en nuestras estrategias de copywriting? ¿Qué otras ventajas piensas que puede tener esté método?