El modelo de Heckscher-Ohlin es un modelo que explica de forma científica cómo funcionan los flujos de comercio a nivel internacional. Diversos economistas han intentado teorizar los patrones del comercio internacional. Partiendo de la teoría de la ventaja comparativa de David Ricardo, el modelo de Heckscher-Ohlin pone el foco en la dotación de factores de cada país.
En este artículo explicaremos las características del modelo Heckscher-Ohlin, los supuestos de partida, su aplicación en la economía actual y sus ventajas.
¿Qué es el modelo de Heckscher-Ohlin?
El modelo de Heckscher-Ohlin, también conocido como modelo H-O, fue desarrollado por los economistas suecos Eli Heckscher y Bertil Ohlin. Este modelo promulga que los países exportan aquellos bienes cuya producción utiliza de manera intensiva los factores de los que están mejor dotados.
A diferencia de la ventaja comparativa de David Ricardo, el modelo de H-O se centra en los recursos, no en la tecnología. En concreto, este modelo sostiene que los flujos de comercio internacional se explican atendiendo a la dotación de factores de producción de cada país. Es decir, los países exportarán aquellos bienes que requieren de factores que poseen en abundancia, mientras que importarán los que exigen factores escasos. Por ejemplo, un país con abundante mano de obra exportará productos que necesiten mucho fuerza laboral.
Características del modelo de Heckscher-Ohlin
El modelo de Heckscher-Ohlin parte del hecho de que los países tienen una dotación de factores diferente. A diferencia de la ventaja absoluta de Adam Smith, que se centra en la productividad, el modelo H-O analiza la abundancia relativa de los factores productivos. Según la teoría, los países exportan bienes que utilizan intensivamente los factores abundantes y, a su vez, importan productos que necesitan factores escasos.
La dotación factorial de los países impulsa el comercio internacional ya que determina qué bienes produce cada nación y, por ende, qué bienes exporta o importa. El modelo asume que los países tienen distintas proporciones de capital y mano de obra y esto les otorga una ventaja comparativa en diferentes sectores.
Otro elemento clave de este modelo es la teoría de la igualación de precios de los factores. El modelo H-O predice que, a medida que los países comercian, los precios de los factores tenderán a igualarse a nivel mundial. Según esta teoría, los salarios y las rentas del capital de todos los países tienden a converger. No obstante, en la práctica, las diferencias en tecnología, barreras comerciales y otras limitaciones pueden impedir una convergencia total.
Supuestos del modelo Heckscher-Ohlin
Como todo modelo económico, el modelo H-O se basa en unos supuestos que simplifican la realidad y permiten comprender la realidad más fácilmente. Los supuestos en los que se asienta son:
- Se asume que hay dos países que producen y comercian dos bienes utilizando dos factores de producción: capital y mano de obra. Por este motivo, también se conoce a este modelo como el Modelo 2x2x2.
- Se supone que el nivel de tecnología es homogéneo para todos los países. Así se elimina la tecnología como posible fuente de ventaja comparativa y se centra el análisis en las diferencias en la dotación de factores.
- Se presupone la movilidad interna de los factores, que podrán moverse libremente dentro de un país, pero no entre países.
- Por último, se asume competencia perfecta y que los consumidores de ambos países tienen las mismas preferencias.
Aplicaciones y relevancia en el mundo actual
El modelo de Heckscher-Ohlin sigue siendo útil para analizar el comercio internacional en países con diferencias claras en sus factores de producción. Los países en desarrollo tienden a exportar productos que requieren mano de obra intensiva, mientras que los países desarrollados exportan bienes intensivos en capital. Este fenómeno sigue las predicciones del modelo H-O.
Además, la globalización ha permitido la deslocalización de la producción, lo cual refleja los principios del modelo. Empresas multinacionales producen en regiones con recursos más baratos, aprovechando la dotación de factores local.
No obstante, y pese a que las ventajas de este modelo son innegables, el modelo de Heckscher-Ohlin también presenta ciertas limitaciones. Entre otras, cabe destacar que no siempre refleja la realidad económica global. Así, la paradoja de Leontief demostró que Estados Unidos, un país rico en capital, exportaba bienes intensivos en mano de obra.
Impacto del comercio internacional en la distribución interna de la riqueza
El modelo de Heckscher-Ohlin también predice cómo el comercio afecta la distribución de la riqueza en un país. Los propietarios del factor más abundante suelen ganar con el comercio, ya que aumenta la demanda de sus recursos. Sin embargo, los propietarios del factor escaso pueden ver reducidos sus ingresos, ya que enfrentan mayor competencia externa.
Esto ha sido evidente en países donde la apertura comercial ha beneficiado a ciertos sectores, como la tecnología, pero ha perjudicado a otros, como la manufactura. El modelo ayuda a explicar por qué algunos grupos sociales se benefician más que otros del comercio global.
En definitiva, aunque la realidad económica ha demostrado ser más compleja, el modelo sigue siendo una herramienta útil para analizar las dinámicas del comercio global.
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