En el siguiente artículo vamos a profundizar sobre las manos fuertes vs manos débiles en bolsa, analizando la clasificación principal de los tipos de inversores que podemos encontrar en los mercados bursátiles, analizando sus características fundamentales y la influencia que ejerce grandes figuras bursátiles sobre los pequeños inversores.
Pero antes de profundizar sobre su relación y las formas de aprovecharse como inversor, es necesario entender a que nos referimos con esta tipología de inversores. ¡Vamos a ello!
Manos Débiles
Podemos definir el concepto de mano débil como aquellos inversores que disponen de poco capital, poca paciencia a la hora de mantener posiciones y no poseen un conocimiento avanzado del mercado. Estas características derivan en una operativa de compra y venta no sustentada y de gran agilidad, que desemboca en un elevado riesgo y en unas perdidas potenciales muy elevadas.
Esta actuación se suele traducir en compras sobre máximos y ventas sobre mínimos que finalmente se transforman en pérdidas para estos inversores. Este tipo de inversores se conocen también como manos "temblorosas" y actuaría como contrapartida de las "manos fuertes". Estos inversores también son conocidos como "paper hands" o en su traducción al español, "manos de papel".
Sobre la teoría, forman parte de aquel tipo de inversores, que cierran sus posiciones demasiado pronto, por la existencia de poca tolerancia al riesgo o el miedo latente a perder su capital. Es por ello, que su concepto hace referencia a que sus "manos" se doblan ante el papel, sucumbiendo a abrir o cerrar posiciones en momentos erróneos.
Manos fuertes
Las manos fuertes, por el contrario están formadas por grandes inversores institucionales. Estos inversores, poseen un gran volumen de capital, paciencia para mantener sus posiciones y conocimiento avanzado sobre el mercado. Estos inversores suelen comprar valores en mínimos y venderlos en máximos, logrando así una gran rentabilidad.
Este concepto es muy importante a nivel de operativa, porque son estos inversores los que mueven el mercado. Esto ocurre como consecuencia de los grandes volúmenes que operan en sus posiciones de compra y venta.
Estos inversores, están formados por fondos de inversión, bróker con información muy avanzada sobre los mercados, que les permite anticiparse a los movimientos del mercado o aciertos acontecimientos. Por ejemplo, pueden decidir vender cierto activo y conseguir que su precio de cotización se desplome.
En estos casos, los inversores particulares, deben de plantear el objetivo de seguir las posiciones de estas manos fuertes, para lograr copiar sus movimientos. De forma general, los inversores considerados como manos fuertes suelen proceder a la venta de sus activos, cuando las manos débiles entran al mercado, normalmente influenciados por tendencias alcistas. Por eso, es conveniente que cuando se desee entrar en posición sobre un activo, no hacerlo cuando esté rompiendo los puntos máximos de precio.
Otra opción para hacer frente a esta contraposición es establecer una estrategia en el largo plazo. Un inversor que sustente su inversión en las decisiones futuras de una empresa, orientadas al crecimiento y al fomento del sentimiento del inversor no sé verá influido en términos relativos por las manos fuertes. En este caso, debemos recordar que la oscilación de los precios en largo plazo no influyen directamente con este planteamiento.
La contraposición: manos fuertes vs manos débiles
La principal idea que se debe de adquirir, es el efecto de contraposición entre las manos fuertes y las manos débiles. Ambos inversores son contrapuestos, por sus posiciones y por el papel que juegan en los mercados. Es importante tener en cuenta que los inversores minoristas, como manos débiles se encuentran indefensos ante el papel que ejercen las manos fuertes.
Como indicábamos su objetivo es buscar y seguir el patrón de las manos fuertes. En ocasiones lo que el inversor minorista intenta es seguir ciertos patrones de comportamiento. Se debe de tener en cuenta que si las manos fuertes compraran algún activo de golpe, provocarían un movimiento de elevadas proporciones, donde gran parte del beneficio se evaporaría. Es por eso que estos movimiento los realizan de forma paulatina.
Estos movimientos sirven de pista para los inversores débiles, donde el realizar un seguimiento del volumen ayuda en su interpretación. El adelantarse a las manos fuertes es prácticamente imposible, pero si puede ayudar a predecir sus movimientos.
Además, las salidas tempranas en ciertas posiciones, podrían permitir a los inversores ciertas ventajas. El cierre de una operación puede ayudar a minimizar las pérdidas, por ejemplo en una caída súbita del valor. Esta pérdida de decisión, se traduce en una pérdida de capital en el largo plazo.
Este concepto puede ser entendido a través de un ejemplo. Supongamos un inversor observa una caída leve del precio de cotización de un valor. Un inversor, considerado, dentro de la clasificación como "manos débiles" decidirá vender cuanto antes, si se encuentra en una posición en largo. Hará esto ante un posible perspectiva de pérdida por parte del valor del activo.
Conclusión
Como conclusión, la decisión correcta o incorrecta del inversor, se verá con el tiempo, dependiendo principalmente de la evolución del valor. Sin embargo, si consideramos las actuaciones de las manos débiles, en el largo plazo, esta se traduce en pérdidas potenciales. Esta pérdida de rentabilidad potencial viene de cerrar posiciones antes de tiempo. En este ejemplo, una leve bajada hace cambiar la perspectiva del inversor, cuando solamente sería una leve corrección para seguir con la tendencia predominante, en cuyo caso, la mejor decisión a ejecutar sería mantener la posición.
Si te ha gustado el artículo en "Manos fuertes vs manos débiles: La contraposición en bolsa" y quieres profundizar en este y otros conceptos, aconsejamos la realización del Master en Bolsa y Trading en Mercados Financieros + Certificación MIFID II, de INESEM donde desarrollarás de forma global la operativa bursátil actual y comprenderás la influencia de los diferentes factores bursátiles.