La aprobación de la Ley cambiaria y del cheque supuso un hito fundamental en el derecho mercantil español. Se promulgó en 1985 con el objetivo regular los instrumentos de pago más utilizados en las transacciones entre personas y empresas, en aquel momento. Nos referimos, en particular, a los títulos de crédito como pagarés y letras de cambio. Esta ley implicó el establecimiento de normas claras sobre emisión, cobro y transferencia de estos títulos, favoreciendo la seguridad en el funcionamiento de estas transacciones.
En este artículo abordaremos las claves de la Ley cambiaria y del cheque y veremos las particularidades de los principales instrumentos.
Qué son los títulos de crédito o títulos valor
Los títulos de crédito o títulos valor son documentos que representan el derecho de cobrar una suma específica de dinero a una persona o entidad. Se emplean, en el ámbito mercantil y comercial, como instrumentos de financiación y pago de gran relevancia y utilidad.
Al emitir un título valor, se formaliza una deuda o compromiso de pagar una suma determinada en una fecha específica o plazo contado desde la vista. Existen diversos tipos, como pagarés, letras de cambio y cheques, cada uno con sus particularidades.
En el momento de la emisión de los títulos de crédito se deben cumplir ciertos requisitos formales para garantizar su validez. Una vez emitidos, estos documentos poseen una doble función:
- Por un lado, funcionan como títulos de crédito
- Por otro lado, son títulos ejecutivos que permiten reclamar el pago de una deuda sin necesidad de prueba adicional.
Otra cualidad de estos títulos es que el poseedor legítimo puede cederlos mediante endosos, facilitando la circulación del crédito en la economía.
Qué es la ley cambiaria, origen
La Ley cambiaria y del cheque dio respuesta a la necesidad de homogeneizar la regulación de los títulos de crédito en Europa (Comunidad Económica Europea). Su propósito inicial fue unificar criterios para transacciones internacionales, evitando conflictos entre leyes nacionales. Esta ley, aprobada en España el 16 de julio de 1985, fue clave para actualizar el marco jurídico español.
Su creación está inspirada en principios del derecho comercial que regulan la emisión, circulación y cobro de títulos de crédito. Esta Ley establece las normas que determinan, por ejemplo, que una letra de cambio debe ser pagada en una “suma determinada en pesetas o en moneda extranjera convertible admitida a cotización oficial”.
Cómo regula la ley cambiaria los títulos de crédito en el ámbito mercantil
La Ley cambiaria define normas específicas sobre los requisitos, emisión, y responsabilidad en la gestión de los títulos de crédito. Estos incluyen desde la emisión y de la forma de estos documentos hasta sus plazos de prescripción.
Para garantizar su validez, los títulos deben incluir ciertos datos formales como la firma del emisor, fecha de emisión y fecha de vencimiento. Además, el título debe expresar un mandato puro y simple de pago, sin condiciones. En el caso concreto de la letra de cambio, la Ley establece que prescribirá a los seis meses desde el vencimiento de la fecha en que debía pagarse.
Por su parte, en caso de transferencia por endoso, la Ley establece que el poseedor del título adquiere todos los derechos del emisor inicial. En caso de endoso, los deudores no podrán alegar excepciones oponibles por el deudor cambiario. Esto implica que el deudor no podrá presentar defensas o excepciones relacionadas con su relación particular con el emisor original. De esta manera, se proporciona una mayor seguridad al tenedor legítimo del título, permitiéndole exigir el cobro en un juicio ejecutivo cambiario.
Por último, en el Capítulo II y el Capítulo III, se regulan aspectos esenciales para el control del mercado cambiario. Por ejemplo, si el emisor de un cheque establece que se utiliza para abonar exclusivamente una cantidad, el beneficiario no puede exigir otro uso.
Importancia de la ley cambiaria en las operaciones financieras
La Ley cambiaria y del cheque proporciona seguridad jurídica y agilidad en operaciones financieras de crédito, fundamentales en el comercio y financiamiento. Al establecer procedimientos claros para la emisión y cobro de títulos, permite que estos instrumentos circulen como medios de pago. Además, ayuda a los negocios a financiarse sin necesidad de crédito bancario inmediato, pues pueden utilizar títulos de crédito para anticipar el cobro de deudas pendientes.
Esta ley también es clave para proteger a los acreedores. En caso de impago, pueden recurrir a un juicio ejecutivo cambiario para reclamar la deuda. Esto reduce el riesgo de impagos y facilita la recuperación de créditos. Asimismo, la ley prevé sanciones para quienes hayan procedido a sabiendas en perjuicio del deudor, promoviendo un entorno de mayor confianza entre partes.
Esta ley cambia la forma en que los negocios pueden manejar sus recursos, permitiendo que se utilicen letras de cambio o pagarés como garantía de pago o financiación a corto plazo. Si te gustaría seguir profundizando en cuestiones relevantes del ámbito mercantil y comercial, te recomendamos nuestro Curso Controller Financiero.