Felicidad en el trabajo y en la vida: ¿es posible? ¿Quién es más feliz? ¿Trabajador o desempleado? Numerosos estudios – también el sentido común- señalan que el trabajador medio muestra más signos de felicidad y satisfacción que el desempleado, pero ¿qué entendemos por felicidad?
Cierre los ojos por unos segundos – vuélvalos a abrir para continuar leyendo- y concéntrese en crear una imagen en su pensamiento. Trate de imaginarse a usted mismo en un estado máximo de felicidad, un momento en el que todo su ‘yo’ fluye. Visualice lo que estaría haciendo en ese momento, con quién y donde estaría. Déjeme adivinar: si no me equivoco, la imagen que ha creado hace un momento no era en su lugar de trabajo; quizás en algún recóndito paraje exótico tomando mohito, relajándose o practicando algún hobbie. ¿A que tampoco aparecen sus compañeros de trabajo en la idílica visualización?
¿Es difícil ser feliz cuando trabajamos?
Paradójicamente, los considerados como más felices por los expertos – los trabajadores en activo– , son los que más se quejan de todos, repelen las horas invertidas en su actividad laboral en muchos de los casos y siguen con ahínco el toque de sirena que los llevará de vuelta a casa. Tendemos a identificar la felicidad con sensaciones placenteras, por citar algún ejemplo, relajarse con los amigos, gozar de una buena comida o de un baño en cualquier playa de arena fina –claro está, el placer se obtendrá por distintas vías dependiendo de la persona. Normalmente, encontramos placer en situaciones que no tienen cabida en una jornada corriente, si no dentro de nuestro tiempo de ocio, por lo que el ‘fluir’ se vuelve más rígido en el entorno laboral.
Existen muchos trabajos que distan del utópico puesto ideal: algunos son demasiado fáciles, dando lugar a empleados aburridos, y otros demasiado complejos, que resultan en trabajadores estresados o alienados.
Bien, pues el trabajo no es perfecto, pero sí que es positivo. Al limitar el tiempo que se destina a la ‘verdadera felicidad’, la mayoría de los individuos se sienten restringidos, con limitaciones a su preciada libertad y por tanto, quieren terminar cuanto antes…pero cuando llegan a casa, algunos se aburren, no saben qué hacer, y terminan pasando las horas en frente el televisor o intentando matar ese tiempo muerto de cualquier forma, y lo peor de todo, no tienen experiencias que le reporten la felicidad asociada popularmente a ese tiempo.
Felicidad en el trabajo y en la vida: los resultados de un estudio interesante
Tanto es así, que según las investigaciones de Mihály Csíkszentmihályi, profesor de psicología en la Universidad de Claremont, la gente es más infeliz los fines de semana, independientemente del país de procedencia. Según el experto, la explicación a esta paradoja vendría dada por la definición de unos objetivos muy claros y definidos, el conocimiento de qué se debe hacer y la obtención de un feedback que razona nuestras acciones, sea por los clientes, superiores o incluso nuestros homólogos. Entonces, el trabajo consiste en optimizar y ajustar nuestras habilidades a los propósitos marcados, y paradójicamente, termina pareciéndose más a un ‘juego’ en comparación con lo que hacemos en casa.
La felicidad viene de la mano del reto, de la pasión por algo, de la optimización de nuestras habilidades en un foco de atención para no caer en la holgazanería y lo anodino del día a día que nos dirige de cabeza a la infelicidad, fuera y dentro del trabajo.
Cambia la pregunta de qué te hace feliz por cómo hacerte feliz.
Comentarios
Hay secciones del articulo con las que estoy de acuerdo y otras en las que puedo diferir un poco.
La felicidad esta asociada a momentos de satisfacción, estamos de acuerdo, no es un estado constante en ninguna persona, pero se podría medir de acuerdo a la cantidad de momentos de satisfacción que cada uno tenga.
Sin embargo la felicidad no solo viene por alcanzar retos laborales, las personas dedicamos 33% del día al trabajo, 33% descanzar y 33% a lo que se suele llamar «vida privada». En esta vida privada es donde encontramos a la familia, amigos, hobbies, etc, sin embargo no podemos aislar las facetas, para que una persona sea feliz debe serlo en lo laboral y personal.
Lo ideal para alcanzar esa tan ansiada felicidad seria trabajar en algo que nos llene completamente, que tal si uno de esos hobbies se convierte en nuestro trabajo? disfrutaríamos de muchos mas momentos de satisfacción en el día que laborando en algo que no nos llena del todo y solo es un medio para conseguir el dinero para disfrutar del 33% restente del día… que mejor que tener momentos de satisfacción en el 66% del día?
Definitivamente no podemos generalizar y esto puede que no cumpla para el 100% de personas, cada quien tiene distintas prioridades en la vida y diferentes fuentes de satisfacción. Sin embargo un empleado que pase gran parte del día quejándose de su empleo, definitivamente llevara parte de este enojo o desgano a su tiempo libre, y posiblemente le cause algunos problemas con sus relaciones personales.