Invertir en fondos con rentabilidad garantizada
Ester Chicano Tejada
Ante la situación económica actual y la incertidumbre que rodea a los mercados financieros, la principal duda que se plantean los ahorradores es dónde invertir su dinero. Una buena alternativa para los ahorradores más conservadores son los fondos con rentabilidad garantizada.
Los fondos con rentabilidad garantizada son uno de los productos financieros más contratados en nuestro país. De hecho, el 40% del patrimonio total invertido en fondos españoles son fondos de rentabilidad garantizada, destacando especialmente los fondos garantizados de renta fija con un período de devolución de 12 meses.
Se trata de productos financieros que ofrecen a sus inversores una protección del 100% capital invertido, es decir, aseguran la devolución de la inversión aportada, que será obtenida de forma periódica por el inversor.
Tipos de fondo con rentabilidad garantizada
Encontramos principalmente dos tipos de fondos con rentabilidad garantizada:
- Fondos de renta fija: La rentabilidad de estos fondos está asociada a la evolución de los tipos de interés aplicados en los bonos en los que se invierte. Cuando finaliza el plazo, el inversor recibe el capital invertido, además de una rentabilidad fija garantizada.
- Fondos de renta variable: Su rentabilidad está asociada a la evolución de un índice o cesta de valores. Cuando finaliza el plazo, el inversor recibe el capital invertido, además de una rentabilidad variable en función del índice o cesta de valores que tenga asociado.
Ventajas de los fondos con rentabilidad garantizada
Si tenemos algún ahorro y estamos valorando dónde invertirlo, debemos analizar previamente las ventajas e inconvenientes de los fondos de rentabilidad garantizada. Cabe destacar las siguientes ventajas:
- Se asegura una rentabilidad al vencimiento, por lo que el riesgo a asumir es muy reducido.
- Tienen una rentabilidad algo superior a la gran mayoría de depósitos que se comercializan en la actualidad.
- Fiscalidad: Los rendimientos de los fondos con rentabilidad garantizada no tributan hasta su vencimiento, salvo que el fondo aporte rentas periódicas, lo que nos permite tener un mayor control de su tributación.
Desventajas de los fondos con rentabilidad garantizada
Sin embargo, también deberemos tener en cuenta una serie de desventajas:
- La retirada de fondos antes de la fecha de vencimiento es a valor de mercado, lo que puede conllevar pérdidas en determinadas ocasiones.
- El plazo para la garantía suele ser excesivamente largo, siendo superior de tres años en la mayoría de ocasiones. Este supuesto conlleva que en un futuro próximo tengamos ahorros inmovilizados en un producto con una muy baja rentabilidad ante la aparición de productos financieros más atractivos.
- Los fondos con rentabilidad garantizada están gestionado por las gestoras y no forman parte de los patrimonios de las entidades bancarias. Así, estos fondos son propiedad de los partícipes (completamente independientes de los bancos) y no están garantizados por el fondo de garantía de depósitos.
Cómo invertir en este tipo de fondos
Si, una vez analizadas las ventajas e inconvenientes de este tipo de fondos, decidimos invertir en estos, antes de decantarnos por un producto u otro deberemos analizar una serie de puntos básicos:
- Subyacente del fondo: sobre qué activo se referencia la rentabilidad garantizada del fondo (bonos, índices, cestas de productos, etc.).
- Plazo de la garantía: cuánto tiempo será necesario mantener el capital invertido para lograr la rentabilidad a vencimiento.
- Ventanas de liquidez: los fondos con inversión garantizada suelen aplicar una alta comisión de reembolso, por lo que es fundamental analizar las condiciones y seleccionar el producto que permita salirse del fondo abonando una comisión mínima.
- Cálculos de la rentabilidad del garantizado: en numerosas ocasiones el índice o los bonos a los que se asocia la rentabilidad de la inversión suelen tener un comportamiento histórico con correlación negativa o un comportamiento poco habitual. Se recomienda elegir un producto en el cual sea relativamente sencillo estimar su rendimiento y el comportamiento del índice, bono o valor asociado a su rentabilidad.
- Identidad del garante: Es imprescindible elegir un producto cuyo patrimonio esté en manos de una entidad gestora de fiabilidad ya que, en caso contrario, si la entidad gestora sufre un evento de crédito, a vencimiento ya no se garantizará ni el 100% del capital invertido ni la rentabilidad prometida.
- Comisión de gestión: Además de la comisión de reembolso, los fondos con rentabilidad garantizada tienen asociada una comisión de gestión del producto de modo que, cuánto más elevada sea, menos rentabilidad final obtendrá el inversor.
Analizadas las ventajas, desventajas y recomendaciones de los fondos con rentabilidad garantizada, queda claro que se trata de un producto altamente recomendable para aquellos inversores con perfil de riesgo bajo que tengan un capital que no van a necesitar en un período relativamente largo de tiempo. No obstante, si quiere una mayor rentabilidad (asumiendo un mayor riesgo también) o si quiere invertir a corto plazo, éste no es su producto; contemple alternativas como inversión en valores bursátiles, depósitos a corto plazo o fondos de inversión, entre otros.