La gestión de la tesorería es un instrumento contable de vital importancia para las empresas, ya que nos permite conocer en todo momento el estado de liquidez, es decir, la cantidad de dinero líquido del que dispone la empresa.
En este artículo, te explicamos más acerca de la gestión de la tesorería dentro de una empresa. ¡Vamos!
¿Cómo tenerla bajo control?
Las empresas tienen su propia política comercial que determina las condiciones de cobro y pago con sus principales stakeholders: los clientes, proveedores, trabajadores, entidades financieras, etc. En muchos casos, las empresas deben afrontar más pagos que cobros, poniendo en riesgo la liquidez de la propia empresa.
Para ello, la empresa debe negociar las condiciones de cobro y de pago de algunos de estos grupos, con el fin de mantener una estabilidad de tesorería que permita a la empresa llevar a cabo su actividad sin problemas de efectivo.
Anticiparnos a los vencimientos para evitar superar la fecha prevista del pago y crear provisiones por impagos son solo dos prácticas frecuentes en el mundo empresarial.
Otra opción que nos ayuda a mantener un equilibrio es la búsqueda de financiación. Cuando se acerca el vencimiento de un número de pagos, la empresa puede endeudarse para afrontarlos. Son frecuentes las líneas de crédito como herramienta de financiación.
¿Qué tareas se hacen en tesorería?
Una correcta gestión de la tesorería se convierte en una necesidad dentro de la empresa, aportando información necesaria para la toma de decisiones y la obtención de beneficios.
Es por ello que las empresas generan una gran cantidad de datos e información útil para la gestión empresarial.
Esta información deberá ser ordenada y analizada para un mejor aprovechamiento de la base de datos y para cumplir con las obligaciones normativas establecidas.
¿Cómo se realiza la gestión de la tesorería?
Se realiza el control de efectivo a través de los libros contables.
Los libros contables son los documentos en los que se registran las operaciones mercantiles que se realizan en un período de tiempo determinado, normalmente un año.
Destacamos los siguientes:
- El Libro Diario donde se registran, por orden cronológico todos los comprobantes de diario elaborados por la empresa durante un mes, con el fin de obtener los movimientos mensuales de cada cuenta.
- El Libro Mayor es el libro principal que se utiliza para registrar el movimiento mensual de las cuentas de forma sintética.
- Los Libros auxiliares son los libros en los que se recoge de forma analítica y detallada la información registrada en los libros principales.
No obstante, el documento principal que gestiona la tesorería es el denominado libro de caja.
El Libro de Caja es un documento obligatorio para todas las empresas en el que deben aparecer anotadas todas las operaciones que ocasionan movimientos de dinero en la empresa. Por tanto, este documento recoge en sus registros las entradas y salidas de:
- Dinero efectivo.
- Cheques
- Valores que representen dinero (pagarés).
Los proveedores como método de financiación
Como hemos visto, es vital que la empresa gestione correctamente su flujo de capitales para poder afrontar adecuadamente todos sus pagos. Es frecuente ver que muchas empresas utilicen a sus propios proveedores para financiar sus operaciones, aplazando los pagos a cambio de un pequeño interés.
Esto ayuda significativamente a las empresas, ya que desde que realizan el gasto de compra, pasará un tiempo hasta que obtengan beneficios gracias a las ventas.
Las empresas productoras intentarán aplazar los pagos lo máximo posible, al igual que intentarán adelantar los cobros a sus clientes.
Aquí entrará en juego el poder de negociación de la compañía, que dependerá mucho del sector al que pertenece, el tamaño del mercado, el número de proveedores y clientes, además del tamaño de la propia empresa.
A mayor número de proveedores, clientes y tamaño de la empresa, mayor será nuestro poder de negociación.
Por otro lado, si existen pocos proveedores o clientes (a veces incluso solo uno), será más difícil para la empresa negociar, teniendo poco margen para mejorar las condiciones de pago/cobro.
Consecuencias de una mala gestión de la tesorería
Por último, he de mencionar que si la empresa no cumple con los plazos de pagos pondrá en peligro su rentabilidad y la viabilidad del negocio.
Un proveedor probablemente dejará de vendernos si empieza a ser habitual los atrasos en los pagos, cortando parte del suministro y poniendo en peligro la programación de la producción.
Si la producción se reduce y la empresa deja de satisfacer a sus clientes, los perderá y se irán con la competencia.
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