El mundo del trabajo, y el futuro del empleo, está experimentando un auténtico proceso de evolución y cambio, y así se refleja en el informe The future of Jobs Report 2025, publicado por el Foro Económico Mundial. Según este informe, el cambio tecnológico, la fragmentación geoeconómica, la incertidumbre económica, los cambios demográficos y la transición verde, son los principales impulsores que están redefiniendo las habilidades y competencias requeridas en el entorno laboral.
Por contextualizar el informe, es importante que sepas que se trata de un estudio que analiza las tendencias emergentes en el mercado laboral para el periodo 2025-2030. Para ello, se recogieron las respuestas de más de 1,000 empleadores de 55 economías, lo que representa las perspectivas de más de 14 millones de trabajadores a nivel global.
Este este artículo, analizaremos los hallazgos más relevantes con el objetivo de conocer el futuro del empleo y los retos más acuciantes que transformarán la forma en la que trabajamos, especialmente desde la perspectiva del business management.
Tendencias con mayor impacto en el futuro del empleo
Aunque el informe ofrece resultados muy interesantes, a nadie le soprende que la inteligencia artificial o la transición verde sean algunas de las principales palancas que ejercerán una mayor influencia en la reconfiguración del empleo, de aquí a 2030. Por tanto, el informe viene a confirmar lo que podíamos sospechar en cuanto a tendencias en el futuro del empleo, y estas son las más importantes:
Ampliación del acceso digital como principal variable transformadora:
El 60% de los empleadores esperan que la tecnología transforme sus negocios de manera significativa en los próximos años. Se destacan la inteligencia artificial, el procesamiento de la información, la robótica o la automatización como algunos de los avances tecnológicos que ofrecen múltiples oportunidades, pero también importantes desafíos tanto para empleadores como para empleados. En este sentido, gran parte de los puestos de trabajo nuevos que se creen, requerirán habilidades relacionadas con la tecnología.
El aumento del coste de la vida:
Se posiciona como la segunda variable con mayor impacto y hace referencia a las condiciones económicas. Y es que para los empleadores, la evolución de la inflación o la desaceleración de la economía global, serán determinantes de cara a la creación de empleo. Como dato importante, se espera que estos factores económicos clave afecten al 42% de las empresas.
Cambio climático:
Los esfuerzos por la adaptación al cambio climático fomentarán la creación de puestos como ingenieros, especialistas en vehículos eléctricos y profesionales en gestión ambiental. Por primera vez, estas habilidades han entrado en la lista de las 10 habilidades de más rápido crecimiento, lo cual revela la gran importancia de este aspecto en la sociedad en general, y en el mercado de trabajo en particular.
Los cambios demográficos:
Las economías con ingresos más altos tienen una población muy envejecida y poca población en edad de trabajar mientras que, al contrario, las economías con ingresos más reducidos experimentan un incremento de la población exponencial. Todo ello, impulsa la demanda de habilidades en el sector de la salud, en las economías afianzadas, y en sectores como la educación en las economías emergentes.
Fragmentación Geoeconómica:
Las tendencias geoeconómicas cambiarán los modelos de negocio, esto es lo que piensa una quinta parte de los empleadores encuestados. Las restricciones comerciales o las inversiones son considerados factores clave que configurarán las operaciones comerciales. Ante este escenario, aumenta la demanda de puestos relacionados a la seguridad y habilidades en redes y ciberseguridad.
Perspectivas de empleo para 2030
Se prevé que el mercado laboral se vea sacudido por todas estas nuevas tendencias, tanto en la creación como en la destrucción de empleo.
- Se estima que se crearán 170 millones de empleos y se perderán 92 millones, quedando un crecimiento neto del 7% del empleo total, o lo que es lo mismo, 78 millones de empleos.
- Los puestos de trabajo considerados como de primera línea, serán los que experimenten un mayor crecimiento en términos absolutos, es decir, hablamos de los profesionales de enfermería, trabajo social o asesoría, por ejemplo.
- Por otra parte, los puestos relacionados con la tecnología serán los que crezcan más rápidamente. Se demandarán ingenieros de tecnología financiera, especialistas en inteligencia artificial o desarrolladores, pero también aquellos vinculados al medio ambiente.
- En cambio, profesionales como cajeros, repartidores de billetes o asistentes administrativos serán los que experimenten la mayor disminución.
Y, ¿cuáles son las habilidades clave para el futuro del trabajo?
Pues bien, aquí también se prevén importantes movimientos en cuanto a la necesidad de talentos. Y es que, la automatización avanza rápidamente, pero las habilidades relacionadas con la creatividad, el pensamiento crítico, la empatía y la adaptabilidad se mantienen, cuando no aumentna, como diferenciadores clave.
Tiene sentido, a medida que las tareas repetitivas son asumidas por las máquinas, las empresas buscarán profesionales con capacidad para resolver problemas complejos o gestionar equipos diversos. Por tanto, invertir en el desarrollo de estas habilidades será fundamental para cualquier profesional que busque ser competitivo en el mercado global del mañana.
Si la fuerza laboral mundial estuviera compuesta por 100 personas, 59 necesitarían capacitación en 2030
Tanto es así que, según el informe, el 37% de los trabajadores necesitará actualizar sus habilidades en un contexto laboral que, como decimos, se caracteriza por ser cada vez más digital y automatizado.
¿Dónde está el reto desde el business management?
Ante este escenario, los líderes empresariales se enfrentan a desafíos profundos que afectan no solo a las decisiones estratégicas sino que van más allá, implica replantear los modelos de negocio y los procesos internos.
En este sentido, los directivos deben adoptar un enfoque ágil y basado en datos para gestionar la transformación digital, al mismo tiempo que fomentan una cultura de aprendizaje continuo que permita anticipar cambios y responder con rapidez a las demandas del mercado.
Además, la atracción y retención de talento en este contexto exige estrategias de gestión del cambio que combinen innovación, sostenibilidad y responsabilidad ética. Definitivamente, la capacidad para gestionar estos retos determinará la competitividad y resiliencia de las empresas en el futuro.
Cabe destacar la unanimidad entre los encuestados: todos coinciden en que las brechas de habilidades son la mayor barrera para la transformación empresarial.Por ello:
- El 85% de los empleadores planean priorizar la mejora de las habilidades de su plantilla.
- Se estima conveniente poner en marcha iniciativas vinculadas a la diversidad, equidad e inclusión.
- Apostar por la salud y el bienestar de los trabajadores como forma de atraer y retener talento.
¿Qué podemos sacar en claro?
La convergencia de estas tendencias nos invita a reflexionar sobre el papel de la alta dirección en la redefinición del trabajo. Para muchos directivos y directivas, la transformación digital y la automatización puede verse como una amenaza, pero nada más lejos de la realidad. Representan una oportunidad para que las organizaciones se reinventen y se generen nuevos modelos de negocio. ¿La clave? la capacidad de los líderes para integrar la tecnología y adaptar todas estas estrategias de gestión para motivar al capital humano, creando así un ecosistema empresarial preparado y fuerte para los retos del mañana.
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