La importancia de la comunicación interna en una organización
Begoña Viña
La importancia de la comunicación interna es clave para la obtención de las metas organizacionales. El progreso en todos los componentes que configuran la fracción de la evolución de desarrollo de la comunicación constituye ejecutar los vínculos entre personas y grupos para que éstas sean más claras en todas las cotas organizacionales, en punto se ejecute en mando horizontal o vertical.
¿Cuál es la importancia de la comunicación interna?
La útil comunicación actúa provechosamente en la motivación de las personas que ocupan la organización y en el clima y el rendimiento, pero se han observado que si falla la comunicación el vínculo es contrario, exteriorizándose disposiciones de negación de cara a la ocupación encomendada con la consecuente trascendencia en el rendimiento laboral y en el clima.
La cultura corporativa está intrínsecamente relacionada con la forma de encauzar la comunicación y desenvolverla. La cultura constituye el traspaso de preceptos, convicciones y metas, algo que sería súper difícil sin una útil dirección de la comunicación interna. Esta dirección no estriba únicamente en transferir asesoría sino también en la manera en que se ejecuta y ésta muy apoyada por el armazón organizacional.
Con cierta asiduidad descubrimos organizaciones con espacios prácticos o geográficos libres, que atesoran disputas entre ellos, con abundantes cotas de jerarquía y de burocracia, en el cual las autoridades intermedias operan con una información restringida y en el cual las maneras de comunicación usadas son insuficientemente apropiadas.
Los efectos de una mala comunicación interna
Con estas peculiaridades, es imposible que pueda existir una útil comunicación interna, tanto en el mando ascendente como descendente ya es comprensible que ésta se descuide entre una cota y otra, que se deforme o que padezca aislamientos de cualquier tipo. Los efectos de semejante dirección son:
- Carencia de motivación: el trabajador no se considera como parte de la organización, no se compromete, no coopera y esto termina afectando tanto en la complacencia del empleado como en el rendimiento.
- No hay precisión en los cometidos: esto atañe tanto al trabajador que no conoce cuál es su papel o que se aguarda de él, como a los vínculos entre distintos grupos, ocasionando disputas por asuntos de lucha.
- Infrautilización del potencial humano: el equipo humano va persistiendo en la inadaptación en cuanto a la utilización de la tecnología, lo que trasciende nocivamente en el rendimiento y en la figura organizacional.
- Aumento de la comunicación descuidada: en el momento que los cauces no trabajan o están estropeados, ocasiona un incremento de chismes con lo que los trabajadores pactan reducir el desasosiego que les ocasiona la privación de información y darle conciencia a lo que sucede en sus proximidades.
¡Es necesaria la dirección de comunicación interna!
Como conclusión decir que ni la comunicación descuidada es idónea para un trueque de información verdadera, ni la que se acota a traspasar mandatos. No podemos olvidarnos nunca de la importancia de la comunicación interna. La comunicación ha de ayudar como un componente fundamental que faculte la evaluación de diferentes expectativas y señales, que ayude para solucionar cuestiones y probar especiales resoluciones, que posibilite las correspondencias entre los órganos de la organización y que apruebe a ésta para aclimatarse a los trueques. Ante esto es imprescindible la confección de una dirección de comunicación interna que proporcione que ésta se transforme en una pieza fundamental y estimulante.