El marketing se está aplicando a una gran variedad de ámbitos de la sociedad, y el político no podía ser menos. De hecho, hay una rama del marketing dedicada a la estrategia política. Este conjunto de técnicas se conocen como marketing electoral o marketing político. El término electoral sería más apropiado para épocas de elecciones, aunque marketing electoral o político es aplicable a cualquiera de los momentos en los que los partidos intentan hacer llegar su mensaje a los ciudadanos.
Independientemente de la ideología y posición de los partidos políticos, todos ellos confluyen en una serie de premisas básicas a la hora de “vender” sus ideas. Y, como no, la era digital y las nuevas tendencias del marketing también han alcanzado a la política.
Nuevas técnicas de marketing electoral
Vamos a analizar los cuatro puntos más interesantes que el marketing político y/o electoral ha adaptado a las nuevas técnicas:
Fundamentación en técnicas de neuromarketing.
Si una de las premisas básicas que defiende el neuromarketing es la de que los consumidores tienen en el miedo uno de los principales elementos decisores, el marketing político ha extrapolado perfectamente el término. Esto es que, si un consumidor, según el neuromarketing, elige el producto “menos malo” de entre aquellos que tiene en su rango de selección, los electores tienen entre sus principales criterios de elección, el de votar a aquel candidato o partido que sientan que les va a perjudicar menos.
Inclusión del branded content.
Este hecho se traduce en que los políticos apuestan cada vez menos por la publicidad pagada, es decir, anuncios en diferentes medios de comunicación, y se orientan más a la aparición en espacios de debate, entrevistas y similares. De este modo, su mensaje no se introduce dentro de un contexto “comercial”, sino que va dentro de un espacio de contenidos políticos, donde tienen mayor margen para emitir un contenido más dilatado.
Uso de redes sociales.
Unido al punto anterior, se opta de una forma mayoritaria por el uso de redes sociales. En términos de marketing, se ha pasado de un marketing unidireccional, en el que el emisor lanzaba mensajes a través de un medio sin opción a poder recibir respuesta, por un marketing bidireccional donde el emisor y receptor usan el mismo medio, y puede establecerse conexión directa entre ellos.
Utilización del big data.
El análisis de datos ha sido una constante en el mundo político desde que este existe, pero nunca se había llegado al nivel al que ha podido acercar la era del big data. Una de las grandes novedades que ha implicado su uso ha sido la profundización al máximo en diversas variables, provocando ello una mayor intensificación del marketing one to one, y concentrando esfuerzos y recursos de una forma más productiva.
¿Reconoces alguna de estas acciones en las últimas campañas electorales?
De hecho, el cambio en los últimos años ha sido tan significativo que ya nos parecería raro que algunos de los políticos más conocidos no tuviera perfil en Facebook o Twitter. Esto es algo que puede ser tanto positivo como negativo para ellos. Es cierto que de esta forma tienen una comunicación más cercana con los ciudadanos, pero también estás más expuestos a críticas por parte de los votantes.
Estas técnicas se están desarrollando cada vez más, en un futuro veremos hasta donde llegan las nuevas técnicas del marketing electoral. Hasta entonces, intentad no caer en ellas. Saber reconocer las técnicas de marketing político pueden ayudarte a la hora de decidirte por un partido u otro. Ser crítico es una de las principales herramientas que tenemos para combatir estas técnicas de persuasión política. ¡Piensa por ti mismo!