Cuando hablamos de la productividad de los empleados nos referimos a cómo de eficiente es el proceso de producción de una empresa.
Saber medir la productividad de los empleados nos servirá para optimizar los recursos de nuestra organización, detectar posibles anomalías, como el “presentismo” y “absentismo”, y saber tomar mejores decisiones de negocio.
Asimismo, la productividad de los empleados se encuentra condicionada por una serie de factores como son el clima laboral, la flexibilidad laboral, las propias condiciones del trabajo, el estilo de dirección, etc.
Ventajas de medir la productividad de los empleados
Utilizar herramientas para medir la productividad de los empleados nos brinda la oportunidad de:
- Anticiparnos a los resultados y conocer qué rentabilidad podemos esperar a final de año.
- Localizar fácilmente cuáles son las circunstancias que no permiten crecer a la empresa.
- Obtener resultados reales a corto y medio plazo.
- Comprobar qué actuaciones tienen el resultado que buscábamos.
- Ajustar correctamente las jornadas laborales y el volumen de producción. Al conocer de primera mano el número de unidades producidas, el número de empleados que formaron parte del proceso y el número de horas que trabajó cada uno, simplifica el proceso de análisis y toma de decisiones.
- Aumenta las fortalezas de la empresa y disminuye las debilidades.
- Convierte a la empresa en más competitiva respecto a otras del sector.
Las empresas pueden utilizar numerosas herramientas para medir la productividad y maximizar el rendimiento laboral de sus empleados. Además, pueden analizar sus habilidades y estimar hasta dónde puede explotar su talento en el futuro. Hablamos de adaptación al puesto, potencial y proyección de carrera.
¿Cómo se mide la productividad laboral?
Las mejores decisiones son aquellas que se sustentan en datos previamente analizados. Sin datos correctamente verificados no se puede mejorar la productividad, así evitaremos errores que empeoren la situación empresarial. La función no es controlarlos sino comprobar qué se puede corregir, qué necesidades tienen y contribuir a su crecimiento personal y, por ende, también al de la entidad.
Contar con un software de evaluaciones es una forma rápida y efectiva de analizar y mejorar el rendimiento de cada empleado en base a criterios objetivos previamente establecidos. Sus informes permiten analizar las habilidades y cualidades que tiene cada trabajador y compararlo con el requisito requerido de la competencia clave para el puesto.
Actualmente existen muchas herramientas online que nos permiten medir la productividad de los empleados. A partir de ahí, solo es cuestión de descubrir qué herramienta es la adecuada para cada negocio.
Pasos para medir la productividad en el trabajo
1. Determinar el criterio numérico para la medición
Es imprescindible medir la productividad de los empleados, en base a las mismas unidades.
De nada serviría comparar un periodo laboral de un empleado con otro periodo en el que fue más productivo porque tuvo que aumentar el número de horas extraordinarias por un pico de oferta, por ejemplo.
2. Buscar indicadores claros y relevantes
Es necesario medir la productividad laboral con datos cuantitativos como se ha hecho tradicionalmente pero no podemos olvidarnos de los cualitativos; como los cursos de formación puestos a disposición de los empleados, estrategias de motivación o la situación del ambiente laboral.
Una manera de medir estos aspectos es asignar una puntuación a cada tarea llevada a cabo por cada trabajador.
3. Definir ese cálculo sobre una base temporal
El estudio de todos esos cálculos tiene que estar definidos.
Es decir, tenemos que decidir si lo haremos en días, meses o años. Los análisis más útiles son los que se realizan en un periodo de tiempo más corto, aunque también es más complicada la valoración de los datos.
4. Utilizar una fórmula para calcular la productividad laboral
La fórmula tradicional para calcular la productividad es: [Productividad laboral =(Productos o Servicios Producidos)/(Recursos Utilizados)]
Cuanto más trabajo sean capaces de realizar los trabajadores en el menor tiempo posible, mayor será su productividad.
Sin embargo, más allá de esta fórmula existen otros factores y consideraciones que deberemos tener en cuenta como por ejemplo:
- El volumen de materiales que se han desperdiciado.
- Cuántos trabajadores y cuántas horas han sido necesarias para producir un número determinado de productos.
- Los gastos en materia de electricidad, gas y agua que ha supuesto la elaboración de dichas unidades.
Es importante destacar que cada vez que se lleven cabo cambios en la organización, se deberá volver a medir la productividad de los empleados.
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