La enfermedad más generalizada en nuestra sociedad hoy día es el trastorno por ansiedad laboral que se manifiesta a través del nerviosismo, agotamiento, fatiga, falta de concentración, alteración del sueño, tensión muscular excesiva, ataque de nervios, inquietud, etc. No obstante, si aprendes a controlar la situación habrás combatido un trastorno que provoca muchas bajas laborales. De ahí que un alto nivel de ansiedad sea reconocido actualmente como «burn out», síndrome del quemado.
¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es una respuesta adaptativa de nuestro organismo conservada evolutivamente durante miles de años. Podemos fácilmente concluir que si se ha mantenido durante tanto tiempo es porque nos resulta muy útil como especie. Sí que es cierto que hace miles de años, cuando vivíamos en tribus, sobreviviendo entre miles de amenazas reales (ataques de animales o de otras tribus, incendios, etc), la ansiedad tenía una utilidad más enfocada a la supervivencia. Actualmente pueden resultarnos útiles por ejemplo cuando estamos a punto de ser atropellados (para escapar con éxito) o para afrontar un examen con una mayor eficacia. Los problemas surgen en dos situaciones: cuando la ansiedad ante un peligro real es excesiva, o cuando sentimos ansiedad ante amenazas que no son reales. Así, en el caso del sujeto que está a punto de ser atropellado, si genera una ansiedad demasiado elevada, es muy probable que lo que finalmente suceda sea que se quede totalmente bloqueado y no sea capaz de moverse del sitio, y en el del examen, si pienso por ejemplo que mi vida entera depende de ese resultado, probablemente la ansiedad que sienta sea tan elevada que en lugar de aumentar mi concentración me lleve a un fracaso estrepitoso.
¿Por qué se genera ansiedad?
En el análisis de la ansiedad se pueden diferenciar los siguientes elementos:
- Estímulo: Situaciones que desencadenan la respuesta de ansiedad. También funcionan como estímulo otras respuestas previas como recuerdos, sensaciones o pensamientos que nos producen ansiedad.
- Organismo: Es el resumen de nuestra historia como personas: los aprendizajes, habilidades adquiridas, recursos de afrontamiento, herencia genética, etc. También incluimos aquí las sustancias químicas que pueden alterar la química cerebral.
- Respuesta: Nuestras respuestas de ansiedad se dividen en tres subtipos: respuestas cognitivas (los pensamientos), respuestas fisiológicas (las sensaciones) y respuestas motoras (las conductas visibles).
- Consecuencia: Las consecuencias de nuestras respuestas de ansiedad (por ejemplo, sentir menos ansiedad cuando nos alejamos de la situación temida) pueden contribuir a mantener nuestro problema de ansiedad e incluso empeorarlo.
Mejorar la ansiedad laboral
Otros aspectos importantes en la lucha contra la ansiedad son el desarrollo de una sana autoestima y contar con un diagnóstico adecuado del problema que padecemos. Lo cierto es que se puede controlar si aprendes a detectar las señales que el cuerpo manifiesta en el lugar de trabajo como el agotamiento, la pérdida de energía, la falta de motivación, el malhumor, la falta de concentración, el nerviosismo e irritabilidad, entre otros muchos síntomas. Sin embargo, físicamente se puede apreciar alteración del sueño, fatiga excesiva, trastornos gastrointestinales, dolores de cabeza, mareos, dolores de espalda, eccemas en la piel, taquicardia, palpitaciones, etc.
- A veces los síntomas de ansiedad se producen como consecuencia de un despido laboral, la ruptura de una relación sentimental o problemas familiares de reciente aparición. En este caso los síntomas de ansiedad dan lugar a lo que denominamos trastorno adaptativo con ansiedad.
- Cuando además de síntomas de ansiedad también se dan síntomas depresivos, como la tristeza o la apatía acusada ante las actividades que antes resultaban placenteras, entonces hablamos de trastorno adaptativo mixto con ansiedad y estado de ánimo depresivo.
Las causas más comunes del estrés laboral
- En la mayoría de los casos la ansiedad laboral tiene lugar los salarios muy bajos y el trabajo muy amplio, con lo cual, el trabajador se siente explotado, saturado, superado e infravalorado. Este hecho va unido a la sensación de pérdida de prestigio social.
- Normalmente, los horarios también son una causa prioritaria ya que no permiten tener una vida social plena y siempre se alarga la hora de salida más de la cuenta, cuando no está previsto en la nómina de final de mes. Se pide más de lo que se paga y el empleado se ve obligado a hacer pequeños favores como obligaciones impuestas por su superior para evitar posibles despidos o incómodas situaciones de enfado.
- Por último, el ambiente laboral es muy importante para que la persona se encuentre en un lugar pacífico donde reine la paz y la armonía. Cuando el grupo no se encuentra unido y hay malestares personales y profesionales entre los empleados surgen discordias que acaban provocando situaciones insostenibles para todos. Esta situación disminuye la concentración de todos y sobre todo, el rendimiento tanto individual como colectivo.