Amonestación laboral: en qué consiste y cómo funciona

La amonestación laboral es una medida disciplinaria que aplica un empleador cuando un trabajador incumple con sus obligaciones laborales o normas internas de la empresa. Puede ser verbal o escrita y tiene como objetivo advertir al empleado sobre su conducta, con la intención de corregirla.

Cómo se puede realizar la amonestación laboral

Podrá ser de dos tipos:

• Verbal: Suele ser la primera etapa de una advertencia, aunque no siempre queda registrada formalmente.
• Escrita: Se utiliza cuando el incumplimiento persiste o es de mayor gravedad. Es más formal y suele incluir detalles del comportamiento que motivó la amonestación.

En el supuesto de amonestación escrita, ¿Qué puntos básicos debe contener?

La amonestación deberá contener como mínimo:

• Fecha de emisión de la amonestación.
• Datos del trabajador amonestado (nombre, cargo, tipo de contrato, etc.).
• Descripción detallada de la conducta inapropiada consecuencia de la cual, se produce la amonestación.
• Normativa que ha incumplido el trabajador y referencia donde se regula la norma que debe de cumplir.
• Consecuencias futuras que puede acarrear la reincidencia en el cumplimiento de la norma.
• Firma del empleador o representante de la empresa que formaliza la amonestación.
• Firma del trabajador, que justifique la notificación y recepción de la amonestación.

Cómo puede defenderse un trabajador de una amonestación laboral

Si un trabajador considera que la amonestación es injustificada, desproporcionada o si se violaron sus derechos durante el proceso, tiene un plazo de 20 días hábiles si no está de acuerdo con la amonestación y posible sanción que recaiga para recurrirla.

El plazo comenzará a contar desde el momento que recibe la notificación de la amonestación.

¿El trabajador podrá acudir a la autoridad laboral si considera injustificados los hechos y la sanción?

Si la empresa insiste en la amonestación, el trabajador puede acudir a la inspección del trabajo para analizar si la sanción fue impuesta siguiendo el debido proceso y si es proporcional.

En casos graves o cuando la amonestación pueda acarrear una suspensión o despido, el trabajador puede acudir al tribunal laboral que analizará su procedencia e incluso la posibilidad de nulidad.

¿Qué motivos puede argumentar el trabajador en su defensa?

• Ausencia de pruebas de la empresa, no presentando evidencia sólida de la falta argumentada.
• Violación del debido proceso, no permitiendo al trabajador defenderse adecuadamente.
• Desproporcionalidad entre la sanción impuesta y la falta argumentada.
• Discriminación o represalia
• Cumplimiento del reglamento interno o convenio, si la falta no está especificada como sancionable la amonestación carece de fundamentación.

¿Las amonestaciones laborales prescriben?

Las amonestaciones laborales prescriben en función de su gravedad y así se establece en el Estatuto de Trabajadores. Las faltas leves prescriben en un plazo de 10 días. Las graves, en 20 días. Las faltas muy graves, en 60 días.

¿Dónde se definirá la gravedad de la falta?

La gravedad puede definirse por:

• Legislación laboral: Muchas leyes nacionales especifican ejemplos de faltas graves (como desobediencia directa, violencia, o ausencias injustificadas repetitivas).
• Convenios colectivos: Acuerdos entre empleadores y sindicatos pueden incluir clasificaciones específicas.
• Reglamento interno: Este documento debe incluir un listado de faltas y sus respectivas sanciones, aprobado por las autoridades laborales cuando así lo exige la ley.

¿Qué tipo de sanciones pueden acarrear una amonestación?

Dependiendo de la gravedad de la falta y las normativas internas de la empresa, la amonestación puede ser acompañada de:

• Descuentos salariales: En casos permitidos por la ley (por ejemplo, por llegar tarde repetidamente).
• Suspensión temporal: El empleado podría ser suspendido sin goce de sueldo como sanción adicional.
• Cambio de funciones o área: Como medida correctiva.

¿Y en el supuesto de acumulación de amonestaciones y consecuencias graves?

Las amonestaciones acumuladas pueden conllevar consecuencias graves como:

• Despido disciplinario: Si el trabajador incurre repetidamente en faltas graves o acumula varias amonestaciones, la empresa podría proceder al despido por justa causa.
• Pérdida de beneficios: En algunas empresas, una amonestación podría afectar bonos, aumentos salariales o acceso a incentivos.

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