Las inversiones a corto plazo se han convertido, tanto para particulares como para empresas, en una forma útil de obtener rendimientos en un periodo breve de tiempo. Este tipo de inversiones pueden ser de diversos tipos, lo que hará que también sea diferente su contabilidad.
Queremos conocer hoy, qué son este tipo de inversiones, cuáles son sus opciones y cómo debemos contabilizarlas
Concepto de inversiones financieras a corto plazo
Para determinar cuándo una inversión se puede considerar de corto plazo debemos atender lógicamente al plazo. Aunque no existe una regulación ni un criterio exacto, normalmente las inversiones, según el plazo, se clasifican así:
- Inversiones a largo plazo: son aquellas inversiones cuyo plazo supera los cinco años
- Inversiones a medio plazo: su plazo estará entre uno y cinco años
- Inversiones a corto plazo: son las que tienen un plazo inferior al año.
En definitiva, las inversiones a corto plazo se hacen en activos que se van a convertir en dinero en un plazo breve de tiempo inferior al año.
Además del plazo, la característica que las define es su gran liquidez, siendo este su punto positivo. Sin embardo, la desventaja que tienen, frente a otro tipo de inversiones es su baja rentabilidad. Esta rentabilidad baja es el precio que pagamos por no asumir demasiados riesgos.
¿Quiénes realizan este tipo de inversiones?
Es el tipo de inversión perfecta para los que buscan una rentabilidad rápida, que tenga poca exposición al riesgo y que permita recuperar el capital invertido en cuento sea necesario.
También juega a su favor como ventaja su seguridad y la flexibilidad que ofrece
Si lo que se busca es una alta rentabilidad, un alto rendimiento y obtener grandes ganancias, esta no es la inversión adecuada.
Ejemplos
Son muchas las inversiones a corto plazo, pero vamos a destacar algunas de ellas:
El depósito a plazo fijo o “imposición a plazo fijo” (IPF) es un producto financiero por el cual un particular hace un depósito en su entidad financiera durante un tiempo determinado a cambio de una remuneración a un tipo de interés fijado.
Su ventaja es que el capital invertido está garantizado. Su inconveniente, que la rentabilidad es baja y el dinero no puede ser retirado antes de que llegue su vencimiento sin incurrir en sanciones.
Fondos de inversión hay muchos. Los de corto plazo invierten en renta fija, normalmente en bonos que venden en un periodo muy breve de tiempo. Pueden presentar un ligero riesgo de pérdida de capital si hay fluctuaciones importantes en el mercado.
Se trata de instrumentos de deuda que emite el Estado con un vencimiento entre tres y doce meses. Son muchos los inversores que optan por esta opción, a pesar de tener una rentabilidad generalmente baja al no querer asumir muchos riesgos. Para ellos prioriza la seguridad de su capital al contar con el respaldo del gobierno, frente a la obtención de una rentabilidad mayor.
Contabilidad de este tipo de inversiones
Para entender cómo se debe realizar la contabilidad de cualquier tipo de inversión debemos acudir a la Norma 9 de Registro y Valoración del Plan Contable.
La norma divide a los activos financieros, a efectos de su valoración, en las siguientes categorías:
- Activos financieros a valor razonable con cambios en la cuenta de pérdidas y ganancias.
- Activos financieros a coste amortizado.
- Activos financieros a valor razonable con cambios en el patrimonio neto.
- Activos financieros a coste.
Independientemente de la categoría a la que pertenezcan, si la inversión financiera es a corto plazo la debemos contabilizar en el subgrupo 54 del cuadro de cuentas. Si la inversión es en instrumentos de patrimonio, será la cuenta 540 la que debemos usar.
- Inversiones financieras a corto plazo en instrumentos de patrimonio.
“Inversiones a corto plazo en derechos sobre el patrimonio neto –acciones con o sin cotización en un mercado regulado u otros valores, tales como, participaciones en instituciones de inversión colectiva, o participaciones en sociedades de responsabilidad limitada– de entidades que no tengan la consideración de partes vinculadas.
Figurará en el activo corriente del balance.
Su movimiento es el siguiente:
a) Se cargará:
a1) A la suscripción o compra, con abono a cuentas del subgrupo 57 y, en su caso, a la cuenta 549.
a2) Por las variaciones en su valor razonable, con abono a la cuenta 763.
b) Se abonará:
b1) Por las variaciones en su valor razonable, con cargo a la cuenta 663.
b2) Por las enajenaciones y en general por la baja del activo, con cargo, generalmente, a cuentas del subgrupo 57 y si existen desembolsos pendientes a la cuenta 549.
Contabilidad de las inversiones a corto plazo de gran liquidez
Seguro que en algún momento te has planteado qué hace una cuenta de inversión en el subgrupo 57 en lugar del 54 que hemos comentado. Nos estamos refiriendo a la cuenta (576) Inversiones a corto plazo de gran liquidez
Aun siendo una inversión financiera a corto plazo se diferencia del resto al tener un vencimiento no superior a los tres meses desde la fecha de adquisición. Este plazo tan corto permite que prácticamente no tenga riesgo significativo de cambio de valor. Contablemente, en lugar de anotarse dentro de las inversiones financieras del cuadro de cuentas se anota en el subgrupo 57 de tesorería, dándoles una disponibilidad prácticamente igual que al dinero en caja o banco.
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