En el post de hoy quiero hablaros de una técnica básica en la terapia cognitivo-conductual, la
Reestructuración Cognitiva (RC), técnica con la que podremos identificar y corregir los patrones de pensamiento negativos.
Nuestros pensamientos inciden de forma directa en nuestro estado emocional y por lo tanto también en nuestra conducta. A diario nos enfrentamos a situaciones que pueden generar cierto conflicto y si no somos capaces de canalizar y controlar las emociones que desencadenan este tipo de situaciones, terminaremos sometidos a situaciones de estrés o ansiedad que nos desestabilizarán por completo.
Para poder controlar este tipo de pensamientos que nos afectan de forma negativa, se desarrolló la Reestructuración Cognitiva, una técnica psicológica que facilita al sujeto los recursos necesarios para poder identificar, analizar y modificar los pensamientos negativos experimentados en diversas situaciones o sobre otras personas.
Clasificación de los diferentes tipos de pensamientos humanos
De forma permanente, aún sin ser conscientes en la mayoría de los casos, mantenemos un diálogo interno constante con nuestros pensamientos. Estos pensamientos pueden ser clasificados en:
- Pensamientos adaptativos: pensamientos realistas que desencadenarán emociones adecuadas a la situación.
- Pensamientos neutros: no inciden en nuestro estado emocional ni en nuestro comportamiento.
- Pensamientos no adaptativos: Pensamientos que distorsionan la realidad desencadenando emociones inadecuadas a la situación.
La tensión que experimentamos ante situaciones de estrés, ira o ansiedad puede generar pensamientos negativos que si no controlamos, producirán en nuestro organismo un agotamiento que con el paso del tiempo generará efectos negativos a nuestra salud.
¿Qué se puede aprender mediante la Reestructuración Cognitiva?
- La forma correcta de detectar, interpretar la realidad y modificar los pensamientos o representaciones mentales inadecuadas que generamos.
- Técnicas conductuales para gestionar las emociones que experimentamos (ansiedad, ira, tristeza, etc.)
- A sustituir los pensamientos inadecuados por otros alternativos, más positivos, que nos ayuden a mantener un estado psicológico de bienestar emocional.
Cognición, conducta y emociones permanecen unidas por un vínculo que se verá influenciado por los factores ambientales que nos rodean, hecho fundamental que se deberá tener en cuenta para la aplicación de este tipo de técnicas Cognitivo-Conductuales.
La eficacia de esta técnica ha sido demostrada en el tratamiento de diversos trastornos, no sólo en la gestión de la ira o la ansiedad, también es eficaz para tratar la depresión, el pánico, trastornos de personalidad, trastornos alimenticios o el abuso de sustancias excitantes, entre otros, ya que estimula al sujeto para que profundice en sus esquemas de pensamiento y pueda realizar una visión más real y afrontar determinadas situaciones de una forma más adaptativa.
"No se trata de ser perfectos, se trata de ser conscientes de las oportunidades positivas o negativas. Tú puedes elegir cada día como mejorar muchos aspectos de tu vida " Elsa Punset