A muchas personas les sonará el nombre de María Montessori, y sobre todo la relacionarán con su metodología de educación alternativa, pero ¿sabemos realmente cuál es la esencia de este método? ¿Qué son los periodos sensibles del método Montessori?
La esencia del método Montessori
Según Britton (1992), María Montessori estudió e identificó lo que ella denominaba “las características universales de la infancia”. Esto lo hizo a través de la observación de población infantil en diferentes etapas del desarrollo, con independencia de dónde habían nacido o qué educación habían recibido. Estas características las plasmó en los siguientes puntos:
- Todos los niños tienen una mente absorbente.
- Todos los niños pasan por periodos sensibles.
- Todos los niños quieren aprender por medio del juego/trabajo.
- Todos los niños pasan por diversas etapas de desarrollo.
- Todos los niños quieren ser independientes.
Los periodos sensibles
María Montessori definió los periodos sensibles que podemos encontrar en edad infantil, a partir de las investigaciones en animales que realizó el botánico y genetista Hugo de Vries. Gracias a estas observaciones, se dio cuenta que los niños y niñas pasan por diferentes fases en las que repiten la misma actividad una y otra vez, sin razón aparente. Están absortos con dicha actividad, y durante esa época, no les despierta interés ninguna otra cosa. Pero, una vez que adquieren el conocimiento necesario, pasan a otra fase.
"Los periodos sensibles son las sensibilidades interiores que guían al niño en la elección de lo necesario en el ambiente multiforme y en las situaciones favorables a su desarrollo. ¿Cómo guían? Guían convirtiendo al niño únicamente para ciertas cosas e indiferente a otras. Cuando se encuentra en un periodo sensitivo, es como si emanara del mismo una luz divina que iluminara únicamente ciertos objetos, sin iluminar de los demás y en aquellos que se concentra el universo para él" Montessori, M. (1936) El niño: el secreto de la infancia.
Los 6 periodos sensibles del Método Montessori
María Montessori estableció estos seis periodos sensitivos:
Sensibilidad al orden
este periodo nace de la necesidad de poder orientarse y crear un cuadro mental del mundo. El orden externo proporciona seguridad y brinda la oportunidad de explorar el mundo que le rodea. De esta forma, acabará dándose cuenta cómo puede controlar el medio físico en el que se encuentra moviendo objetos. Este período se desarrolla entre el primer y tercer año de edad, y suele empezar a los 18 meses de vida.
Durante la etapa de sensibilidad al orden, el niño necesita de consistencia y familiaridad en su entorno para adaptarse a una rutina y a unos estímulos predecibles. También puede enfadarse mucho si identifica un cambio en su entorno que no esperase. Es por eso que el método Montessori propone actividades en esta etapa para refinar el sentido de orden del niño.
Sensibilidad al lenguaje
Adquirir y utilizar el lenguaje supone un papel importantísimo en el desarrollo intelectual. Este periodo empieza a desarrollarse desde el nacimiento, mediante la escucha y la observación y la posterior puesta en práctica de este. Es muy importante que, durante esta etapa, las personas adultas conversen con los niños y niñas para enriquecer y fomentar su lenguaje. María Montessori dijo que la única lengua que los seres humanos podrán dominar a la perfección será la que aprendan en su niñez, cuando nadie les puede enseñar nada".
Durante esta etapa le es muy sencillo a cualquier niño aprender otra lengua. Para la edad de 6 años, un niño habrá adquirido un inventario léxico bastante amplio, patrones sintácticos básicos, la morfología flexiva y el acento de su lengua materna sin ningún tipo de enseñanza directa.
Sensibilidad a caminar
Este periodo se desarrolla entre los 12 y 15 meses, una vez que aprenden a caminar tienen la necesidad de practicar y perfeccionar esta habilidad. Las personas adultas caminamos para desplazarnos de un lado a otro, sin embargo, en su caso caminan por puro placer y curiosidad. Incluso más que a caminar, durante este período sensible los niños empezarán primero gateando o arrastrándose a su manera.
Antes, los niños adquirirán habilidades motrices finas, especialmente con las manos. Es por eso que los padres deberán darles a sus hijos juguetes que mejoren los movimientos manuales y la coordinación óculo-manual. En ningún caso deberemos restringir los movimientos de un niño pequeño, a no ser que sea completamente necesario para su salvaguarda. Una vez dominen la motricidad fina, aprenderán progresivamente a coordinar sus piernas para andar, saltar o correr.
Sensibilidad a los aspectos sociales de la vida
Se produce cuando adquieren el sentido de pertenencia a un grupo. Muestran interés por sus iguales y manifiestan ganas de jugar de una manera más cooperativa. Este periodo surge de forma espontánea y será la base para la adquisición de las normas sociales de grupo. Esta etapa suele durar entre 2 años y medio máximo hasta los 6 años.
En un primer momento, los niños juegan unos juntos a los otros, pero no interactúan mucho. Llegará un punto en el que adquieran cierto sentido de sociabilidad y de necesidad de sentirse parte de un colectivo, por lo que empezarán a cooperar en grupo. Durante esta etapa, los niños emprenderán un largo camino para comprender cómo relacionarse con las demás personas y cómo comportarse en diversas situaciones según los estándares adultos.
Sensibilidad a los pequeños objetos
Cuando disponen de mayor movilidad y autonomía y, por lo tanto, tienen un entorno más amplio que explorar, sienten atracción por pequeños objetos. Este impulso de prestar atención al más mínimo detalle, forma parte de su necesidad de comprender el mundo que les rodea. Este período dura desde el primer hasta el tercer año de vida.
Imagínate que te encuentras en lo alto de una colina con tu hijo contemplando un paisaje urbano. En lo que analizáis pormenorizadamente la postal divisando edificios, árboles y el azul del cielo, tu hijo repara en un hilo de hormigas en el suelo o en una pluma cayendo del cielo.
Aunque para un adulto estos detalles puedan resultar insignificantes, en esta etapa el niño va a adquiriendo habilidades de concentración que van a servirle para el resto de sus días. Es por eso que en este período los niños se obsesionan con escrutar hasta la más mínima banalidad en su entorno.
Sensibilidad a aprender a través de los sentidos
a través de los 5 sentidos, los niños y niñas entran en contacto con el mundo que les rodea, experimentan y exploran viendo, oyendo, oliendo, saboreando y tocando. Es de vital importancia no impedir su exploración sensorial, puesto que inhibiremos su proceso de aprendizaje. Este período dura desde que el niño se está gestando en el útero hasta los 4 años.
Los padres pueden intentar exponer a sus hijos a diferentes estímulos. Por ejemplo: para estimular su sistema olfativo, pueden darles a olisquear flores, especias y perfumes. Para desarrollar el oído, pueden enseñarle estilos de música distintos o animarle a que toque un instrumento. Darle al niño objetos con texturas suaves, rugosas y ásperas también ayudará a que afine su tacto.
Como adultos, nuestro principal objetivo es acompañar y fomentar este periodo tan importante y bonito de la etapa infantil. ¿Habéis notado en vuestros pequeños y pequeñas el paso por estos periodos?
«Si el niño no ha podido obedecer a las directrices de su periodo sensible, se ha perdido la ocasión de una conquista natural, se ha perdido para siempre» María Montessori
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