Todo el mundo habla de inteligencia emocional. Las empresas, los centros educativos, las familias y, en muchos casos, se dejan llevar por falsas ideas y mitos de la inteligencia emocional. Pero... ¿En qué consiste la inteligencia emocional?, ¿Cuándo podemos decir que una persona se comporta con inteligencia emocional?... ¿Y si lo que entendemos por inteligencia emocional no fuera fiable o realista con una forma sana de sentir, pensar y comportarse de las personas? ¡Te hablamos sobre los mitos de la inteligencia emocional! ¿Vamos?
¿Qué es realmente la inteligencia emocional?
En primer lugar, definamos qué es una emoción. En concreto, se entiende como un proceso psicológico adaptativo que incorpora y coordina para dar una respuesta efectiva ante una modificación del entorno.
La definición aceptada por la Psicología es la aportada por Salovey y Mayer como la capacidad para supervisar los sentimientos y las emociones de uno mismo y de los demás, de discriminar entre ellos y de usar esta información para la orientación de la acción y el pensamiento propios. Podemos resumir la Inteligencia Emocional en un conjunto de competencias implicadas en la percepción, manejo, comprensión y regulación de emociones.
Críticas a esta definición
El control emocional implica dirigir nuestra la atención hacia uno mismo o hacia el exterior, con estrategias para la regulación emocional. Esto quiere decir que no se puede elegir como sentirnos, pero si tenemos control sobre que hacer con esas emociones, esa sería la verdadera inteligencia emocional.
Por supuesto, la inteligencia emocional, la gestión de las emociones y pensamientos se aprende como una habilidad de identificar, diferenciar y discriminar las emociones. En este sentido, si una persona no utiliza sus recursos, no quiere decir que sea menos inteligente. si uno no utiliza su conocimiento no es un problema de inteligencia. En este bloqueo influyen factores como los valores, la focalización, la atención al presente, etc.
Desde la neuropsicología, hablamos de cognición social como el conjunto de procesos cognitivos por el cual las personas procesan, codifican, almacenan, recuperan y aplican la información que deben manejar en situaciones y relaciones sociales. Este concepto, con amplia evidencia científica, describe como las personas predicen futuros comportamientos y deducen las emociones de otras personas.
Características de las emociones
- Las emociones son adaptativas: Las emociones nos facilitan desarrollar la conducta más adecuada a cada experiencia, siendo el miedo la emoción más básica por su poder de protección y supervivencia.
- Nos ayudan a relacionarnos: Expresar y compartir emociones nos acerca a las personas, nos muestra cómo viven sus alegrías y conflictos, además mejora la salud física. Recuerda, no hay salud sin salud mental.
- Da dirección a nuestros valores: Las emociones pueden guiarnos hacia nuestros objetivos y metas, en las que gracias a la regulación emocional no necesitamos estar contentos para realizar una tarea, sino que realizamos esa tarea que nos acerca a lo que queremos a pesar de nuestras emociones incómodas o pensamientos intrusivos.
Algunas falsas ideas y mitos de la inteligencia emocional
Podemos clasificar las falsa ideas y mitos en torno a la inteligencia emocional en dos grupos:
Negación de las emociones
- Debemos vivir emociones positivas. En este caso, debemos seguir la máxima de situaciones extraordinarias provocan emociones ordinarias y normales. Por ejemplo, ante una pérdida, ruptura, o conflicto es normal sentir incomodidad o frustración que debemos expresar correctamente. Podemos imaginarnos las emociones y pensamientos como una tormenta que llega descarga su agua y poco a poco se va y permanece la tierra mojada que sigue con su ciclo natural, como nosotros seguimos con nuestros valores en el presente.
- Debemos ser positivos en todas las situaciones. Las frases típicas como “Si te caes siete veces, levántate ocho” o “si yo pude hacerlo, tú también” no son reales ya que no tienen en cuenta la historia de la persona, su patrón de pensamiento y conducta o cómo ha llegado a ellos, y culpabiliza a la persona que es no es capaz de levantarse de nuevo o modificar su situación exclusivamente con su motivación.
- Con distracciones y amigos, la tristeza o preocupaciones se van. Esta estrategia funciona si se trata de actividades valiosas para la persona y fomenta actividades placenteras. No se trata de evadirnos de los pensamientos o emociones, se trata de que una vez analizado y tratado el mantenimiento del problema, podamos ampliar el repertorio de conductas más allá de centrar la atención exclusivamente en el problema.
La motivación no se tiene ni se trae, es un consecuencia. Motivar no es dar ánimos es dar motivos. Alfonso Alcántara
Exceso de control emocional e información
- Es similar a la inteligencia "clásica" pero de las emociones. A pesar de que puede medirse no se debe justificar el comportamiento de una persona por una escasa inteligencia emocional, ya que no es una explicación concreta, adaptada a su historial, carece de análisis funcional de su conducta y provoca un pensamiento circular en el que “Pedro se comporta así por su falta de inteligencia emocional, como no tiene recursos de inteligencia emocional se comporta así” .
- Gracias a este libro o charla controlo más mis emociones. Los libros de divulgación ofrecen pautas generales, pero solo desde el cambio personal activo y visible se produce la satisfacción vital. Además, puede producirse una espiral que comienza con el subidón emocional por asistir a un taller que continúa con una ilusión existencial. Sin embargo, los pensamientos y el comportamiento no se modifican por lo que no se da el cambio deseado y se produce un desengaño económico y personal. Posteriormente se asiste a un nuevo taller o se consulta un nuevo libro esperando encontrar nuevas respuestas y soluciones a problemas sin resolver.
- Practica relajación y mindfulness y todo se arreglará. Antes de comenzar con las técnicas de relajación y meditación es importante analizar y aprender de las emociones y de las situaciones que nos incomodan. Por ejemplo, un taller de mindfulness en una entidad donde no se respetan los derechos de los trabajadores o en un centro donde se producen numerosos conflictos no será efectivo. Los conflictos, las injusticias o las diferencias en la pareja no desaparecen solo por el hecho de practicar mindfulness.
Amplia la zona de confort, desde la zona de confort con un entorno estable emocional, social y laboral y un marco de seguridad se puede sentir, innovar, emprender, crear en libertad. Identifica tu zona de confort y disfrútala.
¿Cómo podemos actuar con inteligencia emocional?
Un punto fundamental de la inteligencia emocional actual es la falta de tolerancia a la frustración que supone un desequilibrio entre la exigencia, la tolerancia, las expectativas y los resultados.
Por último, la inteligencia emocional también consiste en ajustar el exceso de positivismo, aceptar que hay situaciones que no podemos controlar en el presente, que ante determinadas experiencias es normal sentir dolor, tristeza o enfado o que la mayor fuente de motivación es la puesta en marcha de una actividad, sin esperar a las ganas de algo para hacerlo.
Siente, experimenta, relaciónate, acepta la vida, analiza y disfruta del camino.