Nos encontramos en pleno periodo estival, lo que conlleva las esperadas y merecidas ¡vacaciones de verano!
Dependiendo de nuestra edad, estatus social, situación familiar etc., y lo que quizá sea más determinante, nuestra situación económica, optaremos por un tipo de vacaciones o actividades en lugar de otras.
Las diferentes opciones para irse de vacaciones, sea cual sea tu estatus
Si somos una familia con niños, elegiremos probablemente “el pueblo” donde alguno de nosotros, los padres, pasábamos nuestros veranos, y si económicamente tenemos la posibilidad, una semanita en la playa. A ser posible un lugar familiar y tranquilo para que disfruten los niños.
Suponiendo que seamos un grupo de amigos, elegiremos un apartamento en la playa, en un lugar donde podamos compaginar el mar con algo de fiesta nocturna, aunque últimamente está de moda el turismo rural. Alquilar una casa “rural” para pasar unos días con los amigos, aprovechando para conocer la zona.
Para los amantes de la cultura encontramos, por un lado, los viajes organizados con guía (dentro y fuera de nuestras fronteras) y, por otro, las visitas culturales a museos, exposiciones, asistencia a conciertos, teatro etc., en el propio lugar de residencia o en otro diferente.
En el caso de los aventureros, quizá optemos por realizar alguna ruta por el campo, una acampada, un viaje al extranjero por nuestra cuenta o incluso la práctica de algún deporte, bien acuático, como el buceo, el windsurf, la vela, el kitesurf o el rafting o bien, más terrestre como el descenso de cañones, barranquismo, puenting, tirolina, canicros, marcha o incluso rutas a caballo. Pero si todavía somos más intrépidos y podemos permitírnoslo económicamente, podemos probar algún deporte aéreo, lanzarse en paracaídas, parapente, vuelo en planeador o en ultraligero…
Turismo solidario
Pero, ¿y si buscamos hacer algo diferente en nuestras vacaciones? Que por una parte nos permita viajar y conocer otros lugares o culturas, pero que además nos de un toque solidario o de voluntariado, que en algún momento de nuestra vida a todos nos hace falta… Afortunadamente a alguien se le ocurrió la idea del viaje o turismo solidario.
¿En qué consiste?
Es una forma de viajar, que trata de acercar al viajero a la realidad del país o lugar que visita, a través del respeto y un intercambio cultural que sea positivo para ambas partes. Además se contribuye al desarrollo económico de la zona, ya que tanto el alojamiento, como la manutención, el transporte etc., se realizan in situ, lo que mejora las condiciones de vida de la población autóctona. A esto hay que añadir que con este tipo de viajes también se pretende cuidar y preservar el medio ambiente, lo que hace que este tipo de turismo, además de solidario, sea sostenible.
¿A qué lugares podemos viajar?
Normalmente, este tipo de viajes suele hacerse a “Países del Sur” o en vías de desarrollo, ya que generalmente se ofrece la posibilidad de visitar proyectos de cooperación al desarrollo.
¿Cómo podemos hacerlo?
Actualmente existen diferentes empresas, ONGs e incluso Fundaciones, que se dedican a organizar este tipo de viajes. Dependiendo de con quién viajemos nos puede ofrecer unos servicios u otros. Encontramos organizadores que, en función del perfil del viajero, ofrecen la posibilidad de realizar un voluntariado, con unas tareas o funciones adecuadas a sus intereses o perfil profesional, mientras que se encuentre en terreno y como parte del viaje.
Otros proponen una “inmersión cultural”, lo que significa convivir con la cultura, idioma y costumbres del país receptor. Para ello se suelen realizar talleres del idioma, de pautas culturales, participar en actividades organizadas directamente por la comunidad etc. Aunque en muchos países de Africa, por ejemplo, podemos comunicarnos en inglés, francés, español o portugués, la realidad es que aunque son idiomas oficiales, la población habla sus propias lenguas y dialectos (Swahili, Lingala, Kipelende, etc.).
Quizá lo más común es realizar un viaje a un país en vías de desarrollo, hacer alguna visita turística y conocer algún proyecto o proyectos de desarrollo, bien que se estén llevando a cabo directamente por la entidad que organiza el viaje o bien por alguna ONG que trabaje en la zona y que vea esa visita como una posibilidad de colaboración de algún tipo, sea económico, sea de voluntariado etc.
Evidentemente la duración del viaje depende del lugar, las actividades a realizar (no es lo mismo visitar un proyecto, que hacer voluntariado dentro de ese proyecto) y el coste económico que pueda permitirse el turista. Asimismo, la época para viajar no tiene porqué coincidir con el periodo estival, es más importante tener en cuenta la climatología del país en concreto, incluso de la zona a visitar.
Las mejores vacaciones…¡en el Congo!
Desde mi experiencia en cooperación internacional, os propongo un viaje solidario a la República Democrática del Congo. Es un país de extraordinaria riqueza natural que contrasta con la absoluta pobreza en la que vive la mayoría de su población. Es una experiencia única, que todo el mundo debería de vivir, para valorar y apreciar pequeñas cosas como la sonrisa de un niño. Realmente mi viaje fue por motivos laborales, pero me acompañaron personas que fueron de forma voluntaria, dedicando parte de sus vacaciones, así como su esfuerzo personal a colaborar en los proyectos que se estaban realizando allí en ese momento.
Para aquellos que quieran vivir esta aventura, en “Periodismo de Viajes.org” cuentan con un listado tanto de empresas, como de ONGs que se dedican a organizar diferentes tipos de viajes solidarios. ¿Con quién viajar? ¡Decídelo tu!.
958 050 205
