Vivimos inmersos en un ritmo de vida frenético. Nuestro tiempo libre es cada vez más limitado y, cuando disponemos de él, una gran variedad de actividades y obligaciones nos alejan de placeres como la lectura. Un hábito en decadencia que abre paso a Internet, las redes sociales, las abreviaciones y las
faltas ortográficas.
¿Crees ke es importante conoser las reglas de hortografía? ¿Consideras ke estas reglas solo conplican laz cozas y hacen más conplejo acceder al conosimiento? ¿Crees ke solo hasen más conplejo el aprendisaje?
Aunque te hayan llorado los ojos, con total seguridad habrás entendido el texto, a pesar de las faltas ortográficas. Probablemente no seas consciente de los errores que cometes al hablar o escribir. Puede que en su momento no aprendieses a hacerlo de forma correcta o, que con el paso del tiempo, hayas terminando olvidando las reglas ortográficas aprendidas. Las nuevas tecnologías nos permiten vivir en un mundo hiperconectado. Internet ha revolucionado nuestra economía y nuestra sociedad. Son innumerables las ventajas que esto está suponiendo para el desarrollo y el crecimiento social. No obstante, estos avances también están ocasionando algunas consecuencias debido al uso de los correctores ortográficos.
¿Utilizas abreviaciones cuando escribes? ¿Dudas al escribir determinadas expresiones o palabras? En caso afirmativo, puede que ya hayas comenzado a interiorizar, de forma inconsciente, hábitos incorrectos de escritura.
Análisis de los errores gramaticales y faltas de ortografía más comunes
Son muy numerosos los errores que derivados de un mal uso de la lengua y sumados al desconocimiento lingüístico, nos pueden llevar a adoptar errores a la hora de hablar o escribir. Si de forma continuada estamos expuestos a la escucha de errores derivados de este mal uso de la lengua, tendremos más posibilidades de terminar adoptándolos dentro de nuestra práctica comunicativa diaria. Exceptuando el uso de la tilde, algunos de los gatillazos lingüísticos más comunes son los siguientes:
- “Haber” y “a ver”
- “Hay”, “ahí” y “¡ay!”
- “Halla”, “haya”, “aya” y “allá”
- “Yendo” y “llendo”
- “Hecho” y “echo”
- “Valla”, “vaya” y “baya”
- “Porqué”, “porque”, “por qué” y “por que”
- “Sobretodo” en vez de “sobre todo”: “Sobretodo debemos intentar mejorar nuestra ortografía”
- Vulgarismos como el conocido dequeísmo también son apreciados con bastante frecuencia: “Me sorprendió de que escribiese así”
- El laismo es otro de los errores más comunes. Utilizar LA/LAS en vez de LE/LES. “La voy a ayudar a mejorar su ortografía”
- El uso de “contra más” en vez de “cuanto más” también está muy extendido entre los hablantes: “Contra más leamos menos errores cometeremos”
La lengua española posee una gran riqueza gramatical pero también se acompaña de una inmensa riqueza de errores gramaticales y ortográficos. Errores que pueden llevarnos a confundir una palabra con otra e incluso a no comprender el sentido del texto que estemos leyendo. Esto provocará que tengamos que realizar una nueva lectura y no podamos disfrutar la historia.
Factores y aspectos que inciden en el aprendizaje y los errores ortográficos
Para muchos profesionales la corrección ortográfica está directamente vinculada con la actitud positiva hacia la lectura. Sin embargo, también podemos encontrarnos con alumnos que hayan creado un hábito de lectura y, a pesar de ello, continúen presentando errores al escribir. Esto nos hace confirmar que no solo es suficiente contar con este hábito lector, también debemos valorar otros aspectos o factores que intervienen en el aprendizaje ortográfico:
- Atención: una habilidad básica para adquirir conocimientos. En el proceso de lectura los alumnos deben adoptar una actitud de atención que les permita poder contrastar su representación ideográfica de palabras con las que está leyendo.
- Memoria: estrechamente vinculada con el aprendizaje de la ortografía, es uno de los aspectos que destacan la importancia de la lectura. Solemos saber cómo escribir una palabra porque recordamos como la hemos visto escrita antes.
- Asociación de palabras: podemos saber cómo se escribe una palabra porque la hemos asociado con la palabra de la que deriva o con otras cuya terminación sea la misma.
- Ritmo: es un aspecto fundamental en el proceso de aprendizaje lector. En necesario tener sentido del ritmo para leer de forma adecuada.
- Sociales: es socialmente aceptado el hecho de creer que lo importante no es como se escriba sino que se entienda lo queremos transmitir.
- Escolares: son diversas las causas relacionadas con este ámbito, no obstante, la figura del docente debe constituir un ejemplo para el alumno por lo que es importante que domine la ortografía.
- Individuales: inherentes al propio alumno y a sus destrezas de aprendizaje.
Reglas ortográficas: Nuevas tendencias educativas
En las nuevas tendencias educativas parece primar la idea de que el riguroso cumplimiento de las reglas ortográficas es algo accesorio.
Puede que intentado priorizar la atención sobre los errores o faltas ortográficas, estemos influyendo de forma negativa y restando valor al sentido pedagógico del proceso de enseñanza-aprendizaje. Si centramos la atención en buscar los errores lingüísticos de un texto, puede que dejemos en el camino el verdadero sentido o finalidad educativa del proceso de aprendizaje. Estaremos priorizando la atención en la ortografía, dejando relegado a un segundo lugar el razonamiento y reflexión del texto.
En muy poco tiempo hemos pasado de considerar como intolerable una falta ortográfica a retroceder en el empleo de la lengua y el uso de la ortografía.
El uso reiterado del móvil y de diversas aplicaciones tipo whatsapp, están provocando el incremento del uso de abreviaciones y, con ello, un mayor número de errores al escribir.
La preocupación ante tal problemática, ha ido aumentando de forma significativa en los últimos años. El CEO de la red social Facebook, Mark Zuckerberg, aseguró que podrían llegar a cerrar las cuentas de usuarios que cometiesen graves faltas de ortografía en la plataforma. Para evitarlo, la plataforma incluyó un corrector ortográfico. Puede que esta no fuese la solución más idónea. El problema o desconocimiento continuará existiendo pero activará la atención visual y puede que ayude a modificar los hábitos incorrectos.
Hechos como este deben llevarnos a reflexionar sobre la calidad del texto que redactamos. Es inadmisible aceptar errores ortográficos o expresiones y abreviaciones, como las que se suelen emplear en redes sociales, cuando se realiza una exposición o se redactan trabajos académicos. El lenguaje y expresiones utilizadas en grupos informales no deben trasladarse al ámbito académico o profesional.
Comentarios
Muy buen aporte, gracias por la información
por razones que no vienen al caso, tuve que dejar el colegio muy jovencito con solo 11 años, sin apenas saber leer ni escribir, tuve la gran suerte de empezar a trabajar en una imprenta, he sido impresor desde pequeño, la imprenta de hoy no tiene nada que ver con la de antaño, antes para fabricar impresos había que leer, y leer mucho para que no hubiese erratas en los textos, gracias a ello hoy no cometo las faltas de ortografía que tenia antes, si bien algunas se me van, por lo que comentaba, que hoy no hace falta leer para componer, gran error, cuanto más se lee más se aprende, y mas interesante se hace la lectura y escritura, la tecnología es buena, si pero en su justa medida, no se puede permitir que esa tecnología que nos abre puertas a un mejor futuro, sea también la responsable, de que llegado el caso, no seamos capaces de entregar un informe correctamente redactado, y eso deja mucho que desear, y que a veces, seamos capaces de hablar correctamente, y no sepamos escribir, es intolerable, y no valora a la persona correctamente.