Existen determinados factores sociales, económicos y políticos que determinan las circunstancias por las que una persona se ve abocada a una situación de sinhogarismo. No es una elección personal sino un problema estructural que representa la expresión más extrema de exclusión social. Si quieres conocer en profundidad esta problemática, sigue leyendo. ¡Empezamos!
¿Qué es el sinhogarismo?
No es fácil encontrar un término correcto para definir este fenómeno. En Europa se ha aceptado, aunque no de forma oficial, usar la categorización ETHOS (European Typology on Homelessness and Housing Exclusion), propuesta por la Federación Europea de Asociaciones Nacionales que trabajan con Personas Sin Hogar (PSH). Según FEANTSA una persona sin hogar es aquella que "no puede acceder o conservar un alojamiento adecuado, adaptado a su situación personal, permanente y que proporcione un marco estable de convivencia, ya sea por razones económicas y otras barreras sociales, o bien porque presentan dificultades personales para llevar una vida autónoma".
Situaciones del sinhogarismo
En esta línea, FEANTSA da un paso más y crea una tipología de situaciones de sinhogarismo:
- Sin techo: viven en la calle y duermen en un refugio nocturno
- Sin vivienda: viven en albergues para personas sin hogar, albergues para mujeres / refugio, alojamiento para solicitantes de asilo e inmigrantes, instituciones de internamiento o alojamientos con apoyo de especialistas.
- Vivienda insegura: residen sin título legal, orden de desahucio o bajo amenaza de violencia
- Vivienda inadecuada: viven un una estructura temporal, alojamiento impropio o hacinamiento extremo.
Otra definición la aporta Pedro Cabrera, profesor de Trabajo Social de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales (Comillas CIHS) y coautor del libro "Vidas de calle". Define sinhogarismo como la "falta de un alojamiento adecuado y permanente que permita un marco de convivencia estable para las personas".
Desde un enfoque situacional, se puede distinguir una definición estricta que considera a las Personas Sin Hogar (PSH) sólo en referencia a la carencia de un domicilio, o una definición más amplia que comprende las situaciones donde las personas viven en alojamientos que no reúnen unas condiciones mínimas de salubridad, higiene y hacinamiento.
Causas del sinhogarismo
De forma tradicional, el factor individual ha servido para explicar el motivo por el que una persona carecía de una vivienda (alcoholismo, toxicomanías o enfermedad mental). Pero realmente, no existen causas determinadas que provoquen que una persona esté en situación de sinhogarismo. Éste es un fenómeno complejo y multifactorial en el que convergen múltiples causas. La necesidad de una vivienda es un elemento importante pero no el único para prevenir y evitar posibles problemas de exclusión social.
Los procesos que conducen a una persona a encontrarse en una situación de sinhogarismo son multifactoriales:
- Factores estructurales: economía, política, mercado
- Socio-Relacionales: situación familiar, sociedad, transformación de la estructura de la familia, valores sociales predominantes, rupturas familiares, sentimentales
- Institucionales: servicios sociales, procedimientos institucionales
- Personales individuales: enfermedad (física-psicológica), adicciones, sucesos vitales estresantes
Todas estas causas suelen afectar en mayor grado a colectivos más vulnerables como personas mayores con ingresos insuficientes, parados de larga duración, mujeres víctimas de la violencia de género, personas inmigrantes, personas afectadas por enfermedades crónicas, adicciones, etc.
Datos de sinhogarismo
La fuente y metodología para obtener datos fiables sobre las personas que se encuentran en situación de sinhogarismo es un problema en sí mismo. El muestreo que se lleva a cabo y la periodicidad con la que se realiza, impiden que el problema se pueda abordar con el rigor que se merece.
Según la última encuesta realizada por el INE (2022), y que lleva sin actualizarse 10 años, 28.552 personas se ven afectadas por esta problemática en territorio español. No obstante, es importante tener en cuenta que sólo se contabiliza a las personas que son usuarias de los centros del sistema de atención y no a las que viven en la calle, por lo que estiman que esta cifra podría incrementarse un 30%.
El sinhogarismo aumenta un 25% desde 2012
El número de personas sin hogar ha aumentado casi un 25% más desde 2012, dándose una cronificación de la situación, ya que el 40% de las personas sin hogar llevan en esta situación más de 3 años. La mayor parte son hombres (76,7%), aunque, en esta última encuesta, el número de mujeres se ha incrementado hasta situarse en el 23,3%.
Las personas preguntadas destacan que los principales motivos por los que se quedaron sin hogar fueron:
- Empezar de cero tras su llegada desde otro país (28,8%)
- Pérdida del empleo (26,8%)
- Desahucio de su vivienda (16,1%)
En lo relativo al rango de edad, el 51,1 % de las PSH tienen menos de 45 años, el 43,3% entre 45 y 64 años y
los mayores de 64 años representan el 5,5%, situándose la media en 42,9 años.
Las personas preguntadas manifiestan que el no tener un hogar dificulta el acceso a otros derechos como salud, empleo o garantía de ingresos mínimos, y que la solución no pasa por aumentar el número de albergues, sino por facilitar el acceso a una vivienda y empleo dignos.
Marco de acción para el sinhogarismo
Tras el impacto de la pandemia, y en la actual crisis económica y social que vivimos, el desarrollo de políticas públicas que fortalezcan la protección social de los colectivos más vulnerables y desprotegidos, visibilizando su situación y facilitando el acceso a los recursos existentes, es de vital importancia.
En la Agenda 2030, aprobada en 2015 por la Asamblea General de Naciones Unidas, se diseña un plan de acción para las personas, el planeta y la prosperidad con el objetivo de que se produzcan las transformaciones necesarias para conseguir un mundo sostenible, desarrollado y mejor.
El sinhogarismo se relaciona de forma directa con el ODS 11, que pretende lograr que las ciudades sean más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles. Se busca trabajar este objetivo mediante el diseño de intervenciones integrales que aborden la problemática y faciliten el acceso a una vivienda. Éste será el punto de partida para el posterior desarrollo de los demás aspectos del proyecto vital de las personas en situación de sinhogarismo.
Para que el cumplimiento de la Agenda 2030 sea un hecho, es imprescindible el desarrollo de alianzas estratégicas y el compromiso, tanto de entidades públicas como privadas, de aunar esfuerzos para la eliminación de los factores que agravan la vulnerabilidad de miles de personas en nuestro país, y que pueden desembocar en una situación de sinhogarismo.