¿Qué es la coparentalidad? ¿Has oído hablar de esta nueva forma de entender el proceso de crianza? Puede que el término te resulte extraño, pero sin duda, es un concepto que empieza a extenderse. En este nuevo post veremos qué significa la coparentalidad y cómo rompe con el paradigma de familia tradicional.
Los nuevos modelos de familia
Los modelos de familia han cambiado notablemente en las últimas décadas; nuclear, sin hijos, monoparental – monomarental, reconstituida, unipersonal, extensa, homoparental, de acogida o adoptiva son los diferentes tipos de estructuras familiares que podemos encontrar.
El fenómeno de la coparentalidad surge como un nuevo tipo que responde a los múltiples cambios que se están sucediendo en la sociedad. Los cambios en las relaciones, la crianza, las prioridades personales y profesionales... determinan nuevos modelos de familia y relacionales que vienen a satisfacer el deseo de tener descendencia que no se cubre de otra forma.
¿Qué es la coparentalidad?
La maternidad y paternidad, las relaciones de pareja y la crianza son procesos que han ido cambiando a medida que el ideario colectivo ha ido adaptándose a los nuevos tiempos. Las nuevas tecnologías, la incorporación de la mujer al mercado laboral, la precariedad laboral, el desempleo, etc., han ido configurando una realidad social que dista mucho del modelo tradicional de familia y relaciones familiares.
En este contexto, la coparentalidad se ha configurado como una nueva forma de ser madres y padres, ya que dos personas (o en ocasiones, más de dos), entre las que no existe relación sentimental, deciden tener descendencia y criarla en común.
Son personas que no mantienen una relación afectivo - sexual pero que comparten el deseo de ser padres - madres. De esta forma, la coparentalidad trae consigo compartir las responsabilidades y derechos sobre los hijos e hijas, pero, además, implica la separación del matrimonio y el proceso de crianza como hechos conectados y previos a la parentalidad.
Ventajas de la coparentalidad
Elegir ser co-padres forma parte de un proyecto reflexivo para crear una familia y los detalles son planeados al máximo. Existe una intención positiva y sólida de formar voluntariamente una familia, imperando el respeto y la suficiente confianza entre las personas progenitoras.
Además de la parentalidad deseada, la coparentalidad ofrece la ventaja de favorecer una correcta organización familiar al compartir los cuidados del menor, lo que aumenta en gran medida el bienestar.
Desventajas de la coparentalidad
Este nuevo tipo de familia presenta alguna debilidad y es que la coparentalidad supone la separación de la vida matrimonial, lo que puede traer consigo dificultades a la hora de compaginar dos vidas familiares diferentes.
Diferentes estilos en la crianza, la separación geográfica del infante con respecto de alguno de las personas progenitoras o los diferentes estilos de vida, puede favorecer la aparición de conflictos.
Asimismo, es preciso tener en cuenta que el menor puede tener ciertas dificultades para entender el nuevo modelo familiar y revelarse por la complejidad de la situación y sus peculiaridades en comparación con su grupo de iguales.
El derecho a la coparentalidad
Desde el punto de vista legal, la coparentalidad se asemeja en el día a día a la situación de las parejas separadas y divorciadas, ya que los acuerdos a los que se llega son similares. Custodias compartidas, reparto de gastos, estilo de crianza, vacaciones, deber de comunicación e información, etc., son aspectos que se acuerdan en ambas situaciones.
En estos casos, es muy recomendable realizar un acuerdo de coparentalidad con las expectativas de cada parte y las responsabilidades que están dispuestas a asumir.
Los temas que deberá incluir a fin de evitar futuras disputas son: el embarazo, tipo de custodia, cuidados diarios, convivencia, gastos de manutención, educación, actividades extraescolares, vacaciones, salud, etc.
En el caso de que existan más de dos personas implicadas (dos parejas homosexuales), el nivel de complejidad aumenta muchísimo. Teniendo en cuenta el punto de vista legal, sólo dos personas pueden ser las personas progenitoras, por lo que el resto de las consideraciones deberán hacerse mediante acuerdos y compromisos que hasta el momento la legislación española no avala de manera directa.
En definitiva, la coparentalidad es una innovadora forma de tener hijas e hijos que resulta muy inclusiva y válida para cualquier persona, sin importar su condición sexual, estado civil o cualquier otra circunstancia que limite su deseo de tener descendencia.
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