“Eres despistado”, “nunca terminas la tarea”, “eres el que peor escribe”, “eres un bebé”, “mira que torpe”, “no lees bien”... Estas, entre otras muchísimas, son algunas de las etiquetas en Primaria que aún se siguen empleando dentro del aula de este nivel de formación. Son pequeñas frases, pero quieren decir muchas cosas.
En distintas ocasiones, se cae en el error de etiquetar, catalogar o encasillar a los niños, y es necesario reflexionar sobre esta práctica y sobre las graves consecuencias que puede tener sobre el desarrollo de la personalidad de los niños.
Concepto: ¿Qué son las etiquetas en Primaria?
Las etiquetas son descriptores que empleamos normalmente para señalar cualidades de las personas que en general, que no se asemejan a la norma.
Los docentes y las etiquetas
Las etiquetas, y concretamente en primaria, pueden influir en el desarrollo de la personalidad de los alumnos, como hemos indicado antes, pero también en su rendimiento académico y salud mental.
Los docentes y educadores tienen una fuerte responsabilidad en este aspecto. Deben romper con estos estereotipos y crear ambientes que favorezcan el respeto, la diversidad y la igualdad entre los alumnos. Ser conscientes de que cada uno tiene un ritmo de aprendizaje, capacidades y aptitudes diferentes.
Mediante las etiquetas, sin quererlo, le estamos faltando el respeto a los niños. ¿A qué no las utilizaríamos tan abiertamente con un adulto?
Con ellas, no conseguiremos que se cambie la actitud, sino que se sientan menospreciados y creyendo que son todo aquello con lo que se les etiqueta. Las etiquetas en Primaria producen sentimientos de aislamiento, mofa, división del grupo, complejo, culpa innecesaria, entre otras muchas.
Consecuencias emocionales de etiquetar a los niños/as
Las consecuencias más notables de utilizar etiquetas en Primaria son:
- Los niños se sienten poco valorados.
- Pueden creer que no cambiaran, y esto limita su desarrollo.
- Si todo el día escucha su etiqueta, al final la terminan creyendo.
- Entiende que no tiene cosas positivas, solo negativas.
- La etiqueta en ocasiones puede no ser cierta o demasiado cruel.
- Las etiquetas los hacen inseguros y no se creen capaces de realizar nada por si solos.
- Se siente encasillados continuamente.
- Se afecta a su desarrollo emocional.
- Las etiquetas no ayudan a solucionar los problemas que pueda haber.
En referencia a esta última consecuencia, la etiqueta, indica un problema, pero ponerla no lo soluciona.
¿Cómo debemos actuar?
Debemos analizar por qué un alumno no termina su tarea, se comporta como un bebé, es inquieto, no obedece o simplemente está distraído y ayudarles en mejorar estos aspectos. Como hemos contado, cada niño tiene un ritmo de aprendizaje diferente y es tarea del docente conocerlos a adaptarse a cada uno de ellos para lograr sacar todo su potencial.
De debe, por tanto, reforzar de forma positiva. Reforzar sus mejores cualidades en lugar de hacerlo con las negativas. De esta forma crearán una imagen positiva de ellos mismos. Si lo felicitamos cuando realizan algo positivo, reforzaremos su conducta y se reproducirá en el futuro. Hay que hacer que se sientan acompañados y apoyados, y ayudarlos en los aspectos que necesiten mejorar.
¿Cómo podemos evitar las etiquetas?
- Cuidando y siendo consciente del uso del lenguaje.
- Mejor describir la conducta del alumno, pero sin juzgarlo.
- Centrarse en la conducta concreta y no generalizar.
- Cambiar la etiqueta que limita por otra que ponga en relieve su potencial.
- Siendo constante con el mensaje.
- Debemos crear un ambiente en el aula motivador y con un clima de confianza.
- Ser empáticos con los errores de los alumnos, entender que están en un proceso de aprendizaje y es normal. Todos cometemos errores.
- Ayudarles a trabajar sus fortalezas y sus puntos débiles.
- Ofrecer refuerzos positivos.
- Promover nuevas metodologías que favorezcan el aprendizaje colaborativo.
Como docentes hemos de centrarnos en sacar lo mejor de nuestros alumnos, hacerles ver lo valiosos que son y todas las cosas que son capaces de conseguir.
Si confiamos en ellos y esperamos que lo hagan bien, lo harán seguro, si no los ayudaremos en el camino para conseguirlo. Hay que tener mucho cuidado con las etiquetas en Primaria, ya que pueden marcar para siempre a un alumno.