La lengua de signos como sistema de comunicación aumentativo

En anteriores publicaciones hablamos sobre la importancia de la comunicación en el ser humano desde que nacemos. Hicimos referencia a la existencia de distintos sistemas de comunicación que hacen posible la comunicación con personas que, por diferentes causas de carácter personal, tienen alterada esta capacidad y cómo estos Sistemas Aumentativos de Comunicación los dotan de un instrumento de comunicación.

Hoy vamos a hablar de uno de estos instrumentos, de uno de los sistemas aumentativos de comunicación más utilizados, y no sólo en nuestro país, sino en el mundo entero. Se trata de la lengua de signos, pero antes conozcamos un poco más estos sistemas de comunicación.

La lengua de signos como sistema aumentativo de comunicación

El sistema aumentativo protagonista de nuestra publicación de hoy, como ya se ha mencionado, es la lengua de signos. La lengua de signos es una modalidad no vocal del lenguaje verbal humano desarrollado de forma natural por las personas sordas. Es el lenguaje que los deficientes auditivos profundos y con escasas habilidades orales han asumido como lengua propia. No está basado en ningún lenguaje hablado. Es un sistema de comunicación universal que sirve como idioma a las personas con problemas de mudez o sordera.

El lenguaje de signos castellano es un lenguaje mixto, híbrido entre el lenguaje de signos propio de la comunidad de sordos y el lenguaje oral dominante, el cual presenta además, variaciones de una región a otra. Las investigaciones han demostrado la influencia positiva de la adquisición temprana del lenguaje de signos en el desarrollo cognitivo y lingüístico de los niños sordos profundos y, especialmente, si se utiliza acompañado por el habla evitando así que se produzca la impotencia comunicativa entre los padres y el niño.

Los 3 parámetros formaciones de los signos

Se han especificado tres diferentes aspectos o parámetros formacionales de los signos:

1. Forma: qué deben tener las manos del sujeto en cada signo.
2. Posición: el lugar dónde deben situarse las manos para hacer el signo.
3. Movimiento: cómo deben situarse las manos o dedos en el signo.

Las diferencia entre la lengua hablada y la lengua de signos

• Mientras que en el lenguaje hablado la organización de las palabras se hace de forma secuencial, en los signos es principalmente simultánea y utiliza el medio espacial.
• El orden de las palabras es relativamente libre, con excepción de la tendencia a situar el verbo en último lugar.

Claves para comprender la lengua de signos

• La indicación se realiza cambiando, por ejemplo, la dirección del movimiento en los verbos para saber quién realiza la acción y a quién va dirigida.
• El plural se realiza normalmente multiplicando el gesto o ejecutándolo junto al gesto “mucho”, “algunos” o indicando el número. También puede realizarse haciendo el movimiento con ambas manos.
• Para la interrogación y exclamación el gesto va acompañado de señales no manuales, se hace uso de la expresión facial y corporal.
• El final de una frase se señala por una pausa y las manos vuelven a la posición de reposo, cerca de la parte baja del espacio donde se producen los signos.

Hechas estas aclaraciones, y esta brevísima descripción de este sistema de comunicación tan importante para tantas personas, os invitamos a apuntar en vuestra agenda un nuevo día que conmemorar, el día de la lengua de signos, que se celebrará a partir de este año todos los 14 de junio.

El objetivo de esta conmemoración es, no sólo compartir y promover la difusión de estas lenguas largamente minorizadas, sino también impulsar medidas para normalizar su uso más allá de los ámbitos domésticos, educativos o sociosanitarios. Cuánto mayor sea el conocimiento de estas lenguas y su trascendencia para muchas personas sordas y sordociegas, con más facilidad se adoptarán actitudes de tolerancia y de empatía entre la ciudadanía.

Una ocasión para recordar a entidades e instituciones que la lengua de signos en España ha desarrollado un papel fundamental para la transmisión de ideas, la relación personal y social, el intercambio de conocimiento y la depuración de estrategias de participación en una sociedad en la que impera una visión auditiva del mundo y en la que una percepción de las cosas más visual, sin duda, nos enriquecería a todos.