La neuropsicología es la disciplina que estudia las relaciones entre el cerebro y la conducta humana. Habitualmente, se ha entendido que su principal actuación se halla dentro del ámbito sanitario. Pero los campos de la neuropsicología son más amplios, aunque se encuentran actualmente en plena expansión.
¿Cuáles son las posibles aplicaciones de la neuropsicología además del tratamiento sanitario? En este artículo vamos a hacer un breve resumen de sus posibles aplicaciones en los diferentes contextos que se pueden abordar: sanitario, educativo y social.
Los primeros pasos en el origen de la neuropsicología
La neuropsicología, como disciplina científica, tiene sus orígenes desde el estudio de casos clínicos. Uno de los casos más importantes en la historia de esta disciplina es el de Paul Broca. Este médico intuyó, a mediados del siglo XIX, que existía relación entre el daño neurológico y los problemas del lenguaje de uno de sus pacientes. El estudio post mortem del cerebro de esta persona, le permitió a Broca confirmar las sospechas que tenía, llevando a descubrir el área elocuente que permite el lenguaje oral, conocida hoy con su nombre.
Otro hecho importante en la historia de la neuropsicología fue el descubrimiento del área comprensiva del lenguaje, por parte de Carl Wernicke. Este médico descubrió que cuando se lesionaba el área temporal del hemisferio izquierdo se producían problemas de comprensión oral. Describió, precisamente, un déficit cognitivo opuesto al de Broca. Uno se correspondía con la producción y otro con la comprensión.
Finalmente, no se puede pasar por alto el caso del paciente H.M. Ya hemos hablado de él en entradas anteriores de la revista, y es que supone una gran relevancia en el mundo de la neurociencia. H.M., un paciente que sufría graves epilepsias, fue sometido a una cirugía de extirpación. Extraer gran parte de sus lóbulos temporales hizo que nunca más pudiese almacenar información nueva, ni crear recuerdos. Gracias a esto, Brenda Milner, neuropsicóloga canadiense, pudo estudiar la relación entre las estructuras dañadas y los procesos mnésicos.
Como vemos, los primeros hallazgos que delimitaron los campos de la neuropsicología estuvieron basados en el caso de pacientes con daño neurológico. No obstante, existen otras aplicaciones que se pueden desarrollar fuera de la clínica.
La neuropsicología en el contexto sanitario
Actualmente, la rama sanitaria es uno de los campos de la neuropsicología que más demanda tiene. Aunque no se dispone aún del personal suficiente en el contexto clínico, el neuropsicólogo es de vital importancia en el tratamiento de pacientes con trastornos neurológicos. Accidentes cerebrovasculares, epilepsias o tumores, son algunos de los problemas donde su ayuda puede resultar útil.
Las principales intervenciones que hace el neuropsicólogo en el contexto clínico son la evaluación y la intervención. Las evaluaciones neuropsicológicas permiten establecer una idea sobre cómo se encuentra el paciente cognitivamente respecto a una enfermedad. Esto es útil ya que puede ayudar a establecer diagnósticos diferenciales en base a los síntomas que se encuentran. También se puede orientar a un tratamiento concreto del paciente, colaborando en la selección de la farmacología necesaria.
En casos en lo que se requiera una neurocirugía, el neuropsicólogo puede ayudar a delimitar las áreas cerebrales que deben intervenirse, mediante técnicas como el mapeo cortical intraoperatorio. También se puede establecer un pronóstico de beneficio, en base al cual se podrá saber si el paciente resultará beneficiado de una intervención quirúrgica o no.
Las rehabilitaciones que se hacen en neuropsicología en el ámbito sanitario buscan la recuperación de la funcionalidad del paciente. Se trata de que sea capaz de volver, en la medida de lo posible, al nivel previo antes de su lesión. Una de las estrategias utilizadas en estos casos es la restauración. A partir de ella se trabaja directamente con la función cognitiva alterada, intentando que su uso provoque su mejora. También se utilizan estrategias de compensación y sustitución. Estas últimas utilizan las funciones preservadas para trabajar, además de elementos externos (como agendas o relojes).
Relación con otros problemas médicos
A pesar de que los trastornos o patologías con las que se asocia al neuropsicólogo suelen ser prácticamente a nivel del propio sistema nervioso central, existen otros daños en los que puede aportar ayuda. A día de hoy, se están desarrollando líneas de investigación con otros problemas de salud que podrían estar relacionados con alteraciones cognitivas.
Una de las más prolíferas es la investigación en el campo de la cardiología. Los déficits o problemas cardíacos podrían provocar problemas a nivel cerebral. Al fin y al cabo, el cerebro necesita un correcto aporte de sangre para poder funcionar, lo que aporta un buen funcionamiento del corazón. En el caso de que el sistema de irrigación falle, se producirían alteraciones por ese déficit sanguíneo, pudiendo llegar incluso a una muerte neuronal irreversible.
La Neuropsicología en el contexto educativo
Los hallazgos más importantes en el contexto educativo han venido dados por el estudio de casos en psicología infantil y neurodesarrollo. En niños, es especialmente importante atender a cómo se desarrolla su cerebro. Las funciones cognitivas tienen una serie de periodos de desarrollo, a los que se conoce como periodos críticos y sensibles. Estas etapas óptimas de desarrollo se encuentran asociadas a la edad de la persona, permitiendo que emerjan las funciones cognitivas concretas.
Una de las funciones cognitivas que más se ha estudiado en relación a estos periodos concretos ha sido el lenguaje. La memoria, las funciones ejecutivas y la atención también deben ser tenidas en cuenta, ya que todas se relacionan con un correcto aprendizaje.
Las intervenciones que se pueden hacer en educación dependen del tipo de casos al que nos expongamos. Por un lado, podemos encontrar problemas de trastornos del neurodesarrollo y daño cerebral, en el que los niños presentarán déficits cognitivos relacionados con un síndrome o enfermedad. Por esta parte, es necesario atender a esos déficits y trabajar con ellos a través de sus potencialidades. Al igual que en adultos, se pueden utilizar estrategias de restauración, sustitución y compensación.
En otros casos, los aportes de la neuropsicología pueden permitir un progreso y mejora de habilidades en niños sin problemas asociados. Para esto, se utiliza la estimulación, en la que se trabajan las funciones que van emergiendo, según la edad. La finalidad es una optimización de las capacidades disponibles que los niños presentan, no una rehabilitación.
Neuropsicología en el ámbito social
Otro de los campos de la neuropsicología es el contexto social. Aquí, se relaciona e interviene en conjunto con otras disciplinas, como el derecho.
Con ello, encontramos la neuropsicología forense, que es una de sus actuaciones menos conocidas. Principalmente, esta subespecialidad de la neuropsicología supone que se utilicen los conocimientos en neurociencia en el tratamiento de los procesos jurídicos.
Entre los casos en los que el neuropsicólogo forense puede intervenir encontramos las prestaciones económicas recibidas por accidentes o por ciertas enfermedades neurológicas.
La finalidad del neuropsicólogo aquí es establecer una valoración real de los daños que la persona ha sufrido. Debe delimitar, de forma precisa, cómo estos daños afectan al día a día de quien los ha sufrido, a su funcionalidad. Es muy importante estar entrenado en la detección del engaño durante la evaluación. Muchas personas intentan aprovechar la situación para obtener beneficios económicos sin tener en realidad daños severos.
La mayoría de los neuropsicólogos no tienen formación en derecho, sino que sus valoraciones clínicas son remitidas al juzgado indicado, pudiendo ser requeridos por el juez en un determinado momento.
Neuropsicología e investigación
Partiendo de los diferentes campos de la neuropsicología, los profesionales pueden desarrollar investigaciones relacionadas. Principalmente, la investigación en neuropsicología se lleva a cabo desde un contexto clínico. El tratamiento a pacientes hace que se creen nuevas líneas de investigación para problemas que no tienen respuesta aún.
Sin embargo, también se llevan a cabo investigaciones en neuropsicología acerca de los procesos cognitivos en determinadas poblaciones, sin la necesidad de que sean clínicas. Este estudio es más básico y trata de relacionar cómo actúa la persona ante determinados hechos precisos. El fin de este tipo de investigación es seguir aprendiendo sobre cómo funciona el cerebro.
El futuro de la neuropsicología
Como vemos, entre los campos de la neuropsicología no encontramos solamente la sanidad. A pesar de que los conocimientos de los que disponemos provienen en su gran mayoría de estudios clínicos, se pueden hacer muchas más cosas.
Hay muchos profesionales que apuestan por que el futuro de la disciplina no sea clínico. En esta apuesta se busca que la neuropsicología se pueda utilizar para la mejora y optimización de capacidades de las que una persona dispone. La prevención es otro de los puntos que se pretenden trabajar.
A pesar de ello, este cambio de enfoque no puede ser total, ya que la clínica siempre será necesaria. Debemos tener en cuenta que uno de los grandes problemas al que nos enfrentamos es el envejecimiento de la población. El deterioro cognitivo será uno de los grandes restos que haya que enfrentar en el futuro, aunque no hay que apartar los objetivos de la optimización bajo ningún concepto.
Comentarios
Me resulto gratamente interesante la cantidad de ramas que abarca la neuropsicología y la importancia que tiene en relacion con los problemas que enfrenta hoy el individuo dentro de la sociedad.
Estoy empezando a estudiar Neuropsicología y este artículo me ha ayudado a ordenar algunas ideas.
Gracias