Se levantan ‘murallas legislativas’ que impidan el paso a aquellos que osan intentar involucrarse en nuestra cultura, a aquellos que optan por apostar su vida tal y como la conocen en busca de una mejor. No voy a inmiscuirme en términos de legalidad o ilegalidad, solo he de reconocer y asumir, igual que el resto de ciudadanos, la esencia que toma la mediación cultural.
Porqué en España es particularmente importante la mediación cultural
En España aún cuesta hacerse a la idea de una vida en armonía entre nativos y los que fueron acogidos, aquellos que inmigraron. La principal razón es que se atribuye al inmigrante la figura de delincuente y solo con hablar de inmigración, de forma automática, pensamos en riesgo e inseguridad. Gran parte de culpa de que esto sea así se debe a los continuos bombardeos a los que nos vemos sometidos por parte de los medios, algo que nos hace desconfiar de otras culturas, porque simplemente no las comprendemos o porque nos parecen retrógradas.
No es una obligación tener que compartir y aceptar otras culturas, pues pueden ir en contra de nuestros valores, pero sí es menester el respeto. La tendencia que impera en España es el etnocentrismo, tomando nuestra cultura como referencia para interpretar y/o juzgar los comportamientos de los miembros de otras. Es por este motivo que en muchas ocasiones se hace imposible la convivencia entre miembros de diferentes culturas, aunque no solo somos nosotros los que ‘apuntillamos’, también somos objeto de crítica y motivo de incomprensión.
La figura del mediador intercultural pretende acercar a las diferentes culturas, entablar el diálogo de una forma pacífica. Más que resolver el conflicto en sí, lo que pretende el mediador en este caso será intentar trasformar la relación entre las partes, hacer que ambas establezcan relaciones que les permitan acabar con el conflicto, ya sea real, latente o pseudoconflicto.
¿Qué hace un mediador cultural?
Los mediadores interculturales pueden intervenir en multitud de campos, como por ejemplo en sanidad, en educación, en Servicios Sociales (social, familiar, menores, etc.), en el ámbito laboral, en justicia o en los propios medios de comunicación que antes mencionábamos. Como podemos comprobar, en cualquier ámbito puede ser necesaria la intervención del mediado intercultural, pues más que de un sector en concreto, dependerá de que haya una convivencia entre culturas diferentes.
Ya que la mediación está en plena ebullición y emergencia, si te gustaría tener conocimientos sobre la diversidad y las diferencias culturales, emprender actividades de acción social, garantizar que personas foráneas y autóctonas mantengan interacciones positivas, velar por el bienestar y el respeto por la igualdad básica de derechos, ser un entrenador para el consenso o garantizar a la población en general las ventajas que aporta la diversidad cultural, ¿a qué estás esperando?
“Hemos aprendido a volar como los pájaros y a nadar como los peces, pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir juntos como hermanos”
Martin Luther King (1929-1968)
Comentarios
Me encanta el artículo Jesús y también ponerte cara…a lo que vamos. Está claro que la imagen de la inmigración está totalmente distorsionada por los prejuicios y por la mala política que se lleva en España sobre ello. Desde luego yo tengo amigos de otras culturas compañeros de trabajo, con estudios y un papel social importante, también se ven casos de inmigrantes delincuentes.Sobre todo sería bueno que no se nos olvidara que en España emigró mucha población y la que ahora lo está haciendo, entre los cuáles me incluyo. Y que desde luego, deseo que en otras culturas no esté tan distorsionada la imagen de los inmigrantes y podamos ser más tolerantes con los que son diferentes.
En ese aspecto estoy totalmente de acuerdo. Si existe un problema entre dos personas de una misma cultura, es que no se entienden o no tienen afinidad; pero si el conflicto existe entre dos personas de distinta cultura, el problema es el choque cultural. No siempre es así, ante todo somos personas que conviven en un mismo escenario. Pero es evidente que según la cultura se construyen unas normas y unos valores que pueden diferir mucho, siendo motivo principal de conflicto.
Me ha gustado leer el artículo y me da alegría ver la imagen que lo acompaña.En tantos años (más de 20) como llevo relacionándome con otras culturas en lo profesional y lo personal, y ejerciendo de mediadora intercultural he llegado al menos a una conclusión clara: las culturas no son como un naranjito con piernas y brazos que marchan a su bola y que marcan de manera abosoluta al grupo que representan. Se supone que mi madre y yo formamos parte del mismo grupo cultural sin embargo, nada tenemos que ver. ¿Qué quiero decir con esto?. Que la identidad individual va más allá de unos rasgos culturales no obstante, cuando se trata de la relación con personas provenientes de otros lugares resaltamos una y otra vez su cultura que es distinta. Me parece que eso no ayuda a establecer relaciones de iguales.A lo mejor se me escapa información, pero me parece que la mediación como herramienta de resolución y prevención de conflictos no tendría que tener etiquetas porque en cualquier proceso tendrías que tener en cuenta el marco de referencia de las partes.Cada vez hay más parejas mixtas, en un conflicto familiar, ¿qué profesional sería el adecuado para intervenir? (independientemente de lo regulado), ¿la o el Mediador Familiar? o ¿la o el Mediador Intercultural?.Hasta aquí llego.