¿Sabías que el 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental? Esta jornada supone un día para reflexionar, analizar y hablar sobre salud mental sin juicio, sin estigma y con promesas de un futuro en el que la salud mental tenga la misma importancia que la salud física.
En este artículo, se presentan diez preguntas que seguro te harán reflexionar sobre la importancia de la salud mental. ¿Nos acompañas a conocerlas?
1. ¿Es necesario un día mundial para la salud mental?
La celebración del Día Mundial de la Salud Mental el 10 de octubre es una iniciativa de la Federación Mundial de la Salud Mental (WFMH, en sus siglas en inglés) que se celebra en más de 100 países. Esta iniciativa nació en 1992 para igualar la importancia de la salud mental con la salud física. El objetivo es concienciar a la sociedad sobre los trastornos mentales, reducir su estigmatización e impulsar estrategias que mejoran la atención en salud mental, temas que 30 años después siguen vigentes.
En España se dispone actualmente de 6 psicólogos clínicos por cada 100.000 habitantes; todo esto provoca una atención en salud mental deficiente, excesivamente medicalizada y alejada de las necesidades de la sociedad.
2. ¿Qué deberíamos hacer este día?
Este día, como el resto del año, debemos invitar a las administraciones, empresas y entidades a facilitar unos servicios sanitarios, sociales y educativos de calidad, en el que toda la población pueda expresar su malestar o patología sin sentirse juzgada, castigada u obligada a sentirse bien si las circunstancias no acompañan. En nuestra rutina diaria es fundamental practicar la atención al momento presente (difícil con un smartphone pegado a la mano), la escucha activa, identificar nuestras limitaciones y las de los demás y acompañarlos dentro de nuestras posibilidades y conocimientos, además de orientar las acciones acordes a nuestros valores.
3. Pero... ¿Qué es la salud mental?
Según la APA (American Psychological Association), la salud mental se concibe como la forma en la que nuestros pensamientos, sentimientos y conductas afectan a nuestra vida. Por lo tanto, la salud mental no es solo tener un trastorno como la esquizofrenia, una adicción, o vivir con ansiedad; la salud mental también es aceptar, validar y gestionar todas las emociones y pensamientos, contribuir al desarrollo social mediante el trabajo, el estudio o la atención a la familia. Además implica asumir que la vida no se basa en “tener ganas de hacer algo” sino que a veces debemos hacer cosas que no nos gustan, por ejemplo, madrugar para estudiar para obtener recompensas a largo plazo como un trabajo mejor.
4. ¿Nos preocupamos más ahora por la salud mental?
Debido a todos los cambios sociales, políticos y sanitarios vividos en los últimos años como una pandemia con su correspondiente confinamiento, ola de terremotos, un volcán, varias guerras, e incluso una amenaza nuclear ha cambiado nuestra forma de ver la vida. Las personas han aprendido a valorar más su tiempo libre, su estabilidad laboral y familiar y han contactado más con sus emociones, sus pensamientos, sus asuntos pendientes por lo que ha aumentado el interés por sentirse mejor y superar los problemas.
5. ¿Se ha convertido en una moda?
Después de la pandemia covid-19 y de la atención mediática que recibe la salud mental, numerosos personajes famosos explican sus problemas de salud mental en la televisión y redes sociales, incluso se ha generado un movimiento #therapyiscool en redes sociales en el que presume de acudir a terapia a la par que se crea un extenso catálogo de merchandising con frases positivas sobre la terapia. Esta repentina atención social y comercial de la salud mental puede banalizar un ejercicio profesional y el sufrimiento de las personas que tras un período de angustia deciden acudir a terapia.
6. ¿Quién debe cuidar e intervenir en salud mental?
Los profesionales para aplicar la psicoterapia, y el acompañamiento emocional son los titulados en Psiquiatría y Psicología acreditados Psicología Clínica y Sanitaria. Además, en el ámbito social y sanitario existen otros profesionales que intervienen como la Enfermería, el Trabajo Social o la Terapia Ocupacional especialistas en Salud Mental. Por otro lado, a raíz de la pandemia y con el afán de ayudar a otras personas que lo pasan mal, han proliferado “profesionales” sin cualificación suficiente y desconocen los procesos cognitivos, sociales y emocionales. Estos casos representan un intrusismo profesional y una estafa a la población que no es atendida adecuadamente. Infórmate sobre sobre nuestro Master en Psicoterapia para aprender a intervenir de forma adecuada conociendo diferentes técnicas psicoterapéuticas.
7. ¿Es necesario ir a terapia psicológica?
Si y no. Cuidar la salud mental no es que todas las personas debamos acudir a un psicólogo, se trata de que toda aquella persona que necesite o desee mejorar algún aspecto de su vida desde el ámbito educativo, social, psicoterapéutico, forense o neuropsicológico encuentre los servicios y recursos cualificados que necesita.
8. ¿Es accesible para toda la población?
¿Realmente, la salud mental es algo accesible para todos/as? ¡Veamos!
En primer lugar, la salud mental debería ser un servicio cubierto por los servicios públicos de salud. Sin embargo, estos se encuentran, actualmente saturados, con larguísimas listas de espera y con una atención breve y poco personalizada. Esto es debido, principalmente, a la falta de profesionales.
Si analizamos el precio de una sesión en un servicio de psicología sanitaria o clínica acreditado puede costar una unos 45-65€. La frecuencia de las sesiones suele pactarse entre ambas profesional y paciente-cliente según su disponibilidad, recursos y necesidad de la persona. Por ejemplo, el precio de una sesión puede ser el precio de una cena. Sin embargo, este valor puede ser caro para economías familiares ajustadas que pueden acudir a programas de asistencia psicológica gratuita que pueden ayudar en un momento de angustia o cambio.
9. ¿Depende de uno/a mismo/a?
No, no somos ajenos a lo que nos rodea. La promoción de la salud mental también depende de un entorno sociopolítico estable, unas condiciones laborales dignas y un ambiente social y familiar positivo y sano. Por ejemplo, es difícil tener estabilidad emocional si uno se encuentra en un ERTE o si existen problemas de violencia en el barrio.
10. ¿Las empresas cuidan la salud mental?
A pesar de que cada vez las empresas cuidan más el llamado salario emocional y fomentan actividades de Team Building para enriquecer las relaciones sociales de su personal, todavía hay corporaciones que no respetan los horarios de descanso, se niegan a adoptar medidas de conciliación personal y social o mantienen las diferencias de género. Es necesario que las empresas cuiden, además del salario y las condiciones, el ambiente laboral, la participación o nivel de estrés y sobrecarga de tareas.
¿Qué podemos hacer por nosotros mismos?
- Reduce el tiempo en redes sociales, sabemos que es difícil y muchas interacciones sociales y vida académica giran en torno a las redes, pero está demostrado que el uso de redes sociales e internet excesivo aumenta los niveles de ansiedad y depresión.
- Acepta tus emociones, entender que ante situaciones incómodas es normal sentirse mal durante un tiempo, que en ocasionas el sufrimiento forma parte de la vida. Por ejemplo, una vacuna duele, por lo que no es necesario engañar a un niño ya que será un sufrimiento necesario y pasajero. O ante una perdida es normal sentirse angustiado un tiempo, si interfiere en la vida diaria es el momento de buscar ayuda.
- Cuida la alimentación, el sueño y el ejercicio físico. La clásica triada de la vida sana también favorece la salud mental, reduciendo la ansiedad la depresión, la angustia y previniendo futuros problemas desde una psicología positiva y activa. Escucha tu cuerpo, las señales de estrés y atiende sus necesidades.
La atención a la salud mental es un derecho, una responsabilidad colectiva, una necesidad social y una tarea individual de cuidar nuestras emociones, pensamientos y acciones.